jueves, 2 de diciembre de 2010

Alemania, inquieta por su mala imagen en Europa

BERLÍN.- Alemania empieza a preocuparse por su mala imagen en Europa, donde se le ve cada vez más como un Estado dominante que pierde el sentido del interés común, imponiendo sus puntos de vista a sus socios en la crisis de la deuda soberana. 

"El resto de Europa acepta cada vez de menos gana sus decisiones, y teme la emergencia de una Alemania nacionalista", advierte Ulrike Guérot, experta del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR, por sus siglas en inglés).
La tensión se ha acentuado con la crisis de la deuda pública que afecta a países como Portugal e incluso España, después de haber obligado a Grecia e Irlanda a pedir ayuda financiera de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Esta primavera, numerosas voces europeas se elevaron contra Alemania para criticar primero las reticencias y luego la lentitud a la hora de acordar el rescate a Grecia, visto como inexorable.
Ahora, la canciller alemana, Angela Merkel, vuelve a ser criticada por varios flancos. El miércoles, la ministra española de Economía, Elena Salgado, la acusó de haber atizado los temores de los mercados al insistir en que los inversores privados compartan en el futuro el coste del rescate de un país de la Eurozona.
El primer ministro de Luxemburgo y presidente del foro de ministros de Finanzas de la Eurozona, Jean-Claude Juncker, se mostró también inquieto, porque Alemania parece "perder poco a poco de vista el interés común de Europa".
Bajo el título 'España se prepara para una crisis provocada por Alemania', el director del ECFR en Madrid, José Ignacio Torreblanca, escribe en el Financial Times que "reina la frustración hacia Alemania".
Según él, España teme que las propuestas de Merkel hagan aumentar los intereses de las emisiones de deuda de Madrid, lo que dificultaría los esfuerzos del gobierno de Zapatero para sanear sus cuentas públicas.
El secretario de Estado alemán de Relaciones Exteriores, Werner Hoyer, declaró al Spiegel que sus colegas en Bruselas le preguntan incluso si Alemania sigue siendo favorable a Europa.
Según declaraciones a AFP de Almut Möller, de la Sociedad alemana para las relaciones internacionales (DGAP), Alemania no se ha vuelto antieuropea, sino que "la estrategia de comunicación del Gobierno no siempre ha sido razonable y a menudo ha reaccionado demasiado tarde".
Moller se pregunta si la canciller y sus consejeros son conscientes de las frustraciones que provocan" entre sus socios. Y lamenta que "reaccionen brutalmente a la menor crítica, convencidos de que tienen razón". "Los alemanes son incapaces de ponerse en cuestión", coincide Ulrike Guérot.
En respuesta, el ministerio alemán de Relaciones Exteriores ha preparado propuestas para mejorar la imagen del país en el extranjero.
"Efectivamente son conscientes de que la crisis ha hecho resurgir los estereotipos tradicionales" de una Alemania dominadora, confirma un diplomático que pide el anonimato.
"Es lo que explica que intente coordinar sus posiciones con Francia", para no dar la impresión de que lo hace todo sola, según él.
Pero para Ulrike Guérot el problemas es más grave. Según ella, Alemania está desencantada con una Europa demasiado complicada, demasiado pesada de gestionar y demasiado costosa.
"Alemania ha envejecido y se ha empobrecido. Sus vecinos no lo ven, porque le gusta presumir de ser la campeona de las exportaciones", dice.
Visto desde fuera, "Alemania es el gran ganador del euro, pero muchos alemanes tienen el sentimiento de tener que pagar cada vez por los demás y de que los engañan siempre", añade.

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