domingo, 12 de diciembre de 2010

Cancún ha sido una buena noticia, pero el planeta sigue esperando

NUEVA YORK.- La Conferencia del Clima de la ONU que terminó el sábado en Cancún (México) con un paquete de medidas aprobadas por 193 países fue una buena noticia para la lucha contra el calentamiento global del planeta, pero los retos siguen siendo enormes. 

"Este no es el final, sino un nuevo comienzo. No es todo lo que se necesitaba, pero sí representa los cimientos esenciales sobre los que podemos construir una mayor ambición colectiva", expresó la jefa de la Convención del Clima de la ONU, la costarricense Christiana Figueres.
La Conferencia de Cancún aprobó la madrugada del sábado un paquete de medidas contra el cambio climático, en medio de exultantes vítores y aplausos de los más de 190 negociadores que consiguieron cerrar el acuerdo tras el fracaso de la Conferencia de Copenhague un año antes.
"Las negociaciones del clima salieron de la unidad de cuidados intensivos y pusieron al mundo más cerca del acuerdo global que no se consiguió en Copenhague", señaló la red internacional de ONG's Oxfam.
Pero mucho queda por hacer para enfrentar los impactos del calentamiento global de la tierra, reconocen los negociadores, y advierten los ecologistas que andaban a centenares por la conferencia.
"Cancún lanza un claro mandato para que sean impulsadas las acciones que la ciencia y la opinión pública reclaman. La sociedad civil no permitirá que morosos como Canadá, Estados Unidos y Japón se escondan mientras las amenazas del cambio climático impactan cada vez más a los pobres en países vulnerables", declaró Tim Gore, asesor de Clima de Oxfam.
El rechazo de Japón y Rusia a comprometerse con nuevos recortes de emisiones de carbono más allá de 2012 en el Protocolo de Kioto y las reticencias de Estados Unidos y China -los mayores emisores del planeta- a mejorar sus ofertas, se habían convertido en fuertes escollos en la reunión.
Pero los negociadores consiguieron un acuerdo para mantener vivas las negociaciones que tendrán que concluir con la extensión más allá de 2012 del Protocolo de Kioto, el único instrumento hoy vigente que compromete a los países ricos a recortar sus emisiones de gases de efecto invernadero.
La renovación de Kioto, que implica nuevos compromisos de recortes de emisiones de los países ricos, es el dificilísimo tema que heredará la próxima Conferencia del Clima a realizarse en Durban (Sudáfrica) a final del próximo año.
"Debemos ser conscientes de que todavía tenemos un largo y difícil camino por delante para alcanzar el objetivo de un acuerdo global y vinculante" que defina los aportes de cada país contra el cambio climático, advirtió la comisaria europea del Clima, Connie Hedegaard.
Con la sola oposición de Bolivia, que pedía medidas mucho más agresivas para atajar el calentamiento global, la Conferencia de Cancún aprobó la creación de un Fondo Verde para ayudar a los países, especialmente a los pobres, a enfrentar los impactos del cambio climático, así como un importante mecanismo para fomentar la preservación de los grandes bosques tropicales cuya deforestación provoca el 20% de las emisiones de efecto invernadero.
"¡Atención! El clima todavía no fue salvado en Cancún. Las promesas de reducción de las emisiones todavía están lejos de ser suficientes. Aunque podemos decir que el tren de las negociaciones está encarrilado, sabemos que sufre un atraso dramático", advirtió el eurodiputado verde Yannick Jadot.
El gran objetivo de las negociaciones del clima es evitar el calentamiento del planeta provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero. Este fenónemo que afecta desde la agricultura hasta el nivel de los mares, a largo plazo irá empeorando los extremos climáticos, el acceso al agua y a los alimentos, sobre todo para los pobres y vulnerables del planeta.

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