domingo, 19 de diciembre de 2010

Comprar un apartamento en París, un reto imposible para la mayoría de franceses

PARÍS.- La gran mayoría de los franceses ya no puede comprar un apartamento en París, donde los precios del mercado inmobiliario se dispararon y acercaron la capital francesa a Londres, la ciudad más cara de Europa, alimentando temores de una posible burbuja inmobiliaria. 

Este año, los precios de las viviendas en París aumentaron un 20% y alcanzaron el promedio récord de 7.500 euros (casi 10.000 dólares) por metro cuadrado en edificios antiguos, según los notarios. El alza debería prolongarse en 2011 y alcanzar el precio promedio de 8.000 euros por metro cuadrado.
Hoy día, para comprar un piso de 50 m2 en París, hay que gastar unos 400.000 euros (525.000 dólares). Hay tanta presión en el mercado, que los apartamentos se venden en un abrir y cerrar de ojos, a menudo sin que se hable de rebajar el precio y, a veces, ofreciendo al vendedor más de lo que pedía.
Esta situación despertó temores de que estalle una burbuja inmobiliaria con consecuencias imprevisibles, tal como ya ocurrió en Irlanda y España. Los profesionales del sector inmobiliario descartan esta posibilidad. Según ellos, el auge de los precios se debe a una oferta insuficiente, tasas de interés bajas, el atractivo de la capital francesa para inversores extranjeros que compran pisos en el centro de la capital, especialmente en barrios muy codiciados como Le Marais.
Otro fenómeno posiblemente responsable del aumento de precios son los dueños que venden un piso comprado hace años para realizar un importante beneficio y adquirir un apartamento más grande y mejor ubicado.
Pero París, donde ya sólo vive un 5% de obreros, se está convirtiendo en una ciudad inaccesible para las clases medias que no tienen patrimonio. Los jóvenes son los más afectados por la evolución del mercado.
El diario Le Monde alertó sobre "la fractura social" que se está produciendo en la capital francesa. Uno de sus periodistas advirtió recientemente de que París "se encuentra al borde de la guerra civil", con propietarios que están encantados con la evolución del mercado e inquilinos que no pueden pagar la renta.
Hasta los apartamentos del este de la ciudad, donde solían comprar un piso los que querían convertirse en propietarios, se encuentran ahora fuera de alcance.
Tener un buen sueldo ya es insuficiente. Sophie Epaule, una jurista de 30 años, busca piso sin éxito desde más de un año, a pesar de ganar con su pareja cerca de 6.000 euros mensuales. "Es muy difícil. Y eso que ganamos bien y no tenemos problemas de dinero", explicó. Al visitar apartamentos, esta pareja se encontró en competencia con otras personas que estaban dispuestas a pagar el precio sin pedir un préstamo al banco. "Tres ofertas nuestras fueron rechazadas porque hubo gente que disponía de los fondos necesarios para comprarlo sin hipoteca", dijo Epaule.
Alquilar en París también es complicado. Hay pocas ofertas y las garantías exigidas son extremadamente importantes y los precios también tienden a ser prohibitivos para una familia.
Delphine Thierry-Mieg, de 43 años, alquila un piso de dos dormitorios por 900 euros al mes, un precio muy bajo en el contexto actual. Lo comparte con su marido y sus dos hijas. "Menos mal que tenemos este apartamento. No tenemos recursos para comprar y hasta para alquilar la cosa está complicada". La pareja busca un piso con una habitación más que permita a sus hijas disponer cada una de un cuarto. Pero no encuentra nada por debajo de 1.600 euros mensuales (2.100 dólares). "Por tanto, nos vamos a quedar aquí. Nosotros vamos a dormir en el salón y dejaremos nuestra habitación a nuestra hija", explicó.

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