miércoles, 1 de diciembre de 2010

En EEUU, un panel especial para frenar la deuda analiza un plan polémico

WASHINGTON.- Los estadounidenses confrontaron el miércoles el boceto de un doloroso plan para tratar de sacar al país de su círculo vicioso de deuda, elaborado por los presidentes de una comisión especial designada por el presidente Barack Obama.
 
La comisión sobre el déficit público se reunió para debatir la propuesta de sus presidentes Erskine Bowles y Alan Simpson, que contiene iniciativas políticamente tóxicas como elevar la edad de jubilación en que se reciben pensiones de la Seguridad Social, recortar el plan Medicare de salud para ancianos, eliminar exenciones impositivas y duplicar el impuesto federal a la gasolina.
El ex senador Simpson advirtió que los "moradores de la oscuridad" están listos para combatir las recomendaciones.
Durante años, los dirigentes políticos estadounidenses han evitado tomar medidas para frenar el desbocado gasto público, que ha impulsado el crecimiento del déficit. En especial, durante el gobierno de George W. Bush, Estados Unidos inició las guerras de Irak y Afganistán, disminuyó los impuestos y elevó los subsidios a medicamentos para los ancianos sin establecer una manera de cubrir estos nuevos gastos.
La brecha del déficit aumentó aún más a partir del 2008, cuando el país sufrió la peor crisis financiera y recesión económica en ocho décadas. El gasto público del gobierno de Barack Obama para evitar una nueva Gran Depresión llevó las deudas del erario a un nivel astronómico.
En tanto, el gobierno observa alarmado la crisis financiera que sacude a Europa como consecuencia de las deudas públicas insostenibles que asumieron varios países. El temor de seguir el mismo camino podría empujar a los políticos estadounidenses a tomar medidas, por más impopulares que sean.
Si Estados Unidos no reduce su deuda, los inversionistas internacionales, incluidos países como China, podrían comenzar a exigirle tasas de interés más altas para prestarle dinero, lo que sólo empeoraría la situación.
"No hay una salida fácil", dijo Bowles a los legisladores de ambos partidos que integran la comisión. "Para nosotros, se trata de ir por todo o irnos a casa. Este problema es simplemente demasiado grande y demasiado importante para el país. El plan que tienen ante ustedes es uno del que Alan (Simpson) y yo estamos orgullosos".
El presidente Barack Obama designó a la comisión con la esperanza de que el Congreso pudiera votar este año sobre un plan contra el déficit. Pero parece que la propuesta no se acerca a los 14 votos que necesita, ya que muchos integrantes del panel se oponen. Los republicanos parecen estar unánimemente en contra de los aumentos de impuestos, mientras que los demócratas más progresistas se niegan a aceptar recortes a los programas para jubilados.

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