domingo, 19 de diciembre de 2010

Evo Morales culpa a EEUU por la producción de cocaína en Bolivia

LA PAZ.- El presidente Evo Morales atribuyó responsabilidad a Estados Unidos por el tráfico de cocaína y el desvío de coca a la producción de droga en Bolivia, al realizar un balance de las tareas de interdicción del narcotráfico. 

"El origen de la cocaína y por tanto el origen del mercado ilegal de la coca desviada a la cocaína no es Bolivia, sino Estados Unidos especialmente", dijo el mandatario ante un auditorio de policías y militares, además de cocaleros.
Morales hizo la afirmación durante la clausura de las tareas de reducción de cultivos de coca, en la que la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), integrada por policías y militares, anunció que en el año destruyó 8.200 hectáreas de coca ilegal.
La fuerza de élite de lucha antinarcóticos (FELCN) también informó de la incautación en 2010 de 28 toneladas de cocaína, casi la mita de procedencia peruana, durante una ceremonia realizada en esta ciudad del Chapare, distante unos 600 kilómetros de La Paz, sede del gobierno.
El mandatario boliviano, líder de los cultivadores de coca, defendió la hoja del estigma internacional que le persigue: "Si no fuera el mercado ilegal, como es la cocaína, con seguridad (los Estados Unidos) no verían la hoja de coca a un problema ilegal", señaló.
Morales, que en el pasado cultivó coca en el Chapare, negó que la producción de coca hubiera subido como afirman los críticos a su gobierno y destacó, más bien, el trabajo de los organismos de interdicción que operan con escasa cooperación internacional.
Bolivia expulsó en 2008 a los agentes de la oficina antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) desconforme con su trabajo que, según Morales, servía para realizar tareas conspirativas contra su gobierno.
"Bolivia y el mundo son testigos que este año no solamente superamos la meta legal y anual de erradicación (de 5.500 hectáreas), sino batimos récord, pero lo más importante: lo hicimos sin muertos y sin dañar el medio ambiente", dijo por su parte a la prensa local el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres.
Los cultivos fueron destruidos a mano por cuadrillas de militares y policías que integran una Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
El grueso de la erradicación (más de 6.000 hectáreas) se registró en el Chapare, la región subtropical de Bolivia, desde la cual el presidente Evo Morales se catapultó a la política.
La FTC destruyó además unas 1.000 hectáreas en la zona de los Yungas de La Paz y cerca a 500 en Yapacaní (Santa Cruz) y otras regiones, en consenso con los cultivadores.
"Llegamos a la conclusión de que no había sido importante bajo metralleta o bala hacer entender del por qué se debe erradicar la coca excedentaria que va a la elaboración de cocaína", señaló Cáceres, ex cultivador de coca.
La nueva cifra de erradicación "implica una acción inédita en la historia de nuestro país. Porque no solamente se ha hecho en el marco del respeto a la soberanía del país, sino en el marco del respeto a los derechos humanos", resaltó hace poco el ministro de Interior, Sacha Llorenti.
Cáceres había estimado anteriormente que entre un 35% y un 40% de la coca producida en Bolivia iba al narcotráfico.
Según la vigilancia de la ONU, Bolivia es el tercer productor de coca del mundo, con un 18% del total, detrás de Perú y Colombia.

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