viernes, 31 de diciembre de 2010

Las bolsas de Asia cierran 2010 con sólidas ganancias

TOKIO.- La mayoría de los mercados de Asia cerraron 2010 el viernes con sólidas ganancias anuales y se esperan más avances para 2011, aunque las preocupaciones sobre la economía de Estados Unidos y la crisis de deuda en Europa mantendrán a los inversores en alerta el año próximo. 

Mientras los datos muestran que la recuperación de la economía estadounidense está finalmente tomando impulso, el desempleo sigue obstinadamente alto y no hay señales de que la Reserva Federal comenzará a revertir su política de relajación monetaria en el corto plazo.
Las iniciativas de la Fed para apuntalar la economía este año y los bajos tipos de interés en muchos países occidentales han lanzado una ola de dinero barato sobre activos de más riesgo gracias a que los inversores buscan mayores rendimientos, una tendencia que se espera continúe el próximo año.
Esos flujos de dinero se han dirigido mayormente a los mercados emergentes de crecimiento rápido, como los asiáticos, impulsando los precios de las acciones locales y perjudicando al dólar, a la vez que elevaron los precios del petróleo, el oro, y otras materias primas.
El sentimiento optimista se extendería el próximo año, aunque se espera que las ganancias sean más modestas.
"Definitivamente, Europa será un gran foco de atención y no me sorprendería ver a un país europeo en cese de pagos en 2011", dijo un operador de un banco de inversión de Estados Unidos.
"Creo que la economía estadounidense mostrará también más señales convincentes de recuperación el año que viene, por lo que buscaría comprar dólares, posiblemente después de marzo", agregó.
El índice MSCI de acciones asiáticas no japonesas subían ligeramente el viernes en una sesión con poco volumen y en la que la mayoría de los mercados de la región no operaban o sólo lo hacían medio día.
Pese a un retroceso a comienzos de año por temores sobre Europa y otro susto en noviembre, cuando Irlanda fue obligada a aceptar un paquete de rescate, el índice parecía encaminarse a ganar un 15 por ciento en 2010, impulsado mayormente por el fuerte crecimiento económico de la región.
La ganancia del referencial asiático superaría a la del índice MSCI mundial, que sería del 10 por ciento.
Sin embargo, el índice asiático sigue alrededor de un 19 por ciento de sus máximos históricos registrados en el 2007, antes de que se desatara la crisis financiera global.
Las acciones de las compañías de consumo masivo lideraron las ganancias en 2010, con un alza del 32 por ciento, reflejando la confianza en las perspectivas de Asia pese a las persistentes preocupaciones sobre la anémica demanda en Occidente.
Las ganancias en la región estuvieron lideradas por los países del sudeste asiático, donde el principal índice bursátil de Indonesia ganó un 46 por ciento por su favoritismo entre los inversores extranjeros. En el este el líder fue Corea del Sur, donde el KOSPI ganó casi un 22 por ciento pese a las tensiones políticas con Corea del Norte.
Curiosamente, mientras la voraz demanda de China impulsó las perspectivas de crecimiento global y los precios de las materias primas, las acciones en Shanghái no acompañaron la recuperación de los mercados en 2010. El referencial local cayó un 15 por ciento por temores a que el Gobierno pueda tomar más medidas agresivas para evitar que la economía y los precios de los bienes raíces se sobrecalienten.
El retroceso en Shanghái pesó sobre Hong Kong, limitando las ganancias en el índice Hang Seng a un 5,3 por ciento, por debajo de su ganancia promedio en los últimos 10 años del 7,6 por ciento.
Japón y Australia también decepcionaron. El Nikkei cayó un tres por ciento en el año, lastimado por una apreciación del yen del 12 por ciento contra el dólar que amenaza hacer a sus exportaciones menos competitivas.
El principal índice bursátil australiano cerró el año con un descenso del dos por ciento, aunque las acciones de las compañías mineras treparon más de un 10 por ciento por las exportaciones a China.
Las encuestas de Reuters muestran que los inversores son relativamente optimistas sobre 2011, aumentando las tenencias de acciones por expectativas de robustas ganancias corporativas y recortando su exposición en deuda soberana.
El oro al contado registraba pocos cambios el viernes y se negociaba a 1.407 dólares la onza, en camino a una ganancia anual del 28 por ciento. Los analistas dicen que la subida del metal precioso aún podría prolongarse, trepando a 1.500 dólares o más el año próximo.
El cobre para entrega en tres meses en la Bolsa de Metales de Londres se disparó a un máximo histórico a 9.631,75 dólares la tonelada.
"Los metales han tenido un año extraordinario. Si yo fuera un jefe de cartera de inversión, probablemente no estaría enormemente cargado de metales al empezar el nuevo año", dijo un operador con base en Singapur.
"Todos están pensando que (los metales) van a explotar. Pero cuidado, pienso que sólo tendrán un buen inicio de año, los metales han subido mucho en los últimos dos años", agregó.
Los futuros del petróleo se mantenían cerca de 90 dólares por barril y se encaminan a terminar 2010 con una ganancia del 12 por ciento. Algunos analistas calculan que los precios del crudo podrían volver a tocar los 100 dólares en 2011.

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