sábado, 29 de mayo de 2010

¿Dónde está la gente? / Daniel Guerra *

Hace unos días tuve una interesante conversación con un alumno, un estudiante de Filosofía inteligente, que razona sus argumentos y analiza cabalmente el entorno sociopolítico. Se preguntaba cómo acabaría la crisis del capitalismo, y esperaba una reacción popular, la aparición de una nueva izquierda y la extensión de la democracia participativa. Yo le mostré mi escepticismo.

La mayoría de ciudadanos estamos de acuerdo en el análisis: los agentes que han provocado la crisis han sido ayudados por los Estados con fondos públicos, mantienen sus posiciones de dominio y condicionan la recuperación económica a su favor con ataques especulativos contra focos de debilidad como la zona euro. Desde la caída de Lehman Brothers, llevamos dos años escuchando por parte de los gobernantes cantinelas sobre la refundación del capitalismo y la regulación de los mercados, pero al cabo de ese tiempo seguimos igual, si no peor. No cabe esperar grandes regulaciones del mercado por parte de políticos liberales, conservadores, socialdemócratas y democratacristianos que volverán al sector privado tras su paso por la política. El aplazamiento de la regulación europea de los hedge funds a petición de Brown fue muy sintomático: el líder laborista, supuestamente de izquierdas, temía los efectos electorales de una medida de izquierdas. El líder laborista no quería molestar a los sindicatos, sino a los financieros de la City: el mundo al revés, o ya no tanto.

Paradójicamente, las únicas intervenciones activas de los gobiernos han sido para ayudar a los bancos y recortar derechos sociales. Las ayudas a los bancos se han justificado por el temor a su falso chantaje: si caen ellos, caemos todos. No es cierto: si caen ellos, caen los accionistas y los directivos, pero no los depositantes, cuyas cuentas están cubiertas por los Fondos de Garantía de Depósitos. Y si de crédito a familias y PYMES se trataba, lo propio era que el Estado, mediante un banco público, lo facilitara directamente. Al final, los fondos públicos han sido utilizados por la banca para equilibrar sus balances, pedir préstamos al BCE al 1% y comprar deuda del Estado al 4%: negocio redondo. En el caso español, habría sido más lógico que un Gobierno supuestamente socialdemócrata prestara dinero público a los bancos a cambio de acciones antes que de activos financieros. Así, el Estado ha perdido la oportunidad de entrar en el capital social de los mismos y de poder controlar el destino del dinero facilitado.

El capitalismo no está en crisis, sino en reestructuración. Una cierta izquierda lo plantea como derrota del neoliberalismo por sus devastadores efectos: todo lo contrario, pues para el neoliberalismo tales efectos no son intrínsecamente indeseables, sino contingentes. La mano invisible descrita por Adam Smith (*), esa mano que está detrás de todas las operaciones y que acaba ajustando los factores económicos, actúa en clave de selección natural, en la que los fuertes se están comiendo a los débiles. No estamos, pues, ante una crisis DEL capitalismo, sino EN EL capitalismo; no una crisis del sistema, sino de algunos de sus componentes, que otros no sólo no la sufren sino que se benefician de ella. El sistema se está adaptando, y tras los necesarios ajustes -con la agradecida ayuda de los Estados- resurgirá con más fuerza que antes. Para el marxista, el capitalismo ha fallado; para el neoliberal, han fallado los débiles y los chapuceros, pero el sistema tiene larga vida porque no hay otro. Algún día, esa mano invisible hará encajar las grandes cifras macroeconómicas y todos volveremos a vivir por encima de nuestras posibilidades, que son cuatro días.

En este contexto, ¿dónde quedan los ciudadanos, la democracia, la izquierda? Ni están, ni se les espera. En el combate entre Estado y Mercado, claramente vence el segundo. Constatamos que los bancos y los especuladores se aprovechan de la situación y consolidan sus posiciones de dominio económico y político. El abuso es manifiesto y provoca más desempleo, más desigualdad, más recortes sociales y mayor dependencia de los Estados, cuya soberanía se ve limitada. Todos lo vemos. ¿Reaccionamos? No. Algo en Grecia, la primera víctima propiciatoria, pero poco más. El sentido internacionalista de una verdadera izquierda se tomaría las revueltas griegas como el anticipo del fantasma que va a recorrer Europa. Presentaría a los ciudadanos griegos como la vanguardia del movimiento popular europeo que se alzaría contra este capitalismo arbitrario y salvaje. Sin embargo, las revueltas griegas se ven como eso, específicamente griegas, lejanas, televisivas. De momento, parece que no hay riesgo de contagio y los capitalistas siguen tranquilos.

En el caso español, ni los sindicatos se atreven a convocar la Huelga General. Su dependencia de las subvenciones estatales les ha llevado a una identificación excesiva con un gobierno débilmente socialdemócrata, y en este momento no gozan de la credibilidad necesaria para provocar la contestación popular. Por otra parte, el sindicalismo de clase se ha convertido en un sindicalismo de empresa: se movilizan los empleados de un centro de trabajo ante un cierre o un ERE, pero eso no provoca la solidaridad automática de los demás trabajadores. En una sociedad tan estratificada como la actual, el concepto de clase se ha diluido. La dualidad creciente entre obreros empleados y desempleados identifica a las centrales sindicales con la defensa de los primeros y el olvido de los segundos.

Por ello, observamos cómo las respuestas a la crisis son mucho más individuales que colectivas: cada uno se busca su salida, lo que detrae energías para una contestación masiva. La escasa asistencia al reciente Primero de Mayo es un ejemplo de la apatía y del desinterés de muchos ciudadanos por articular una respuesta de clase o cívica contra la crisis. Ni los sindicatos ni las izquierdas están en condiciones de movilizar a la sociedad. La supuesta izquierda gobernante es la que, con todo el dolor de su corazón, recorta los derechos sociales como les mandan los mercados y la UE; y la izquierda alternativa no encuentra ni su espacio ni su discurso, envuelta en interminables refundaciones y peleas internas. A falta de líderes y de un discurso coherente, el juez Garzón se erige en icono de una izquierda que se moviliza por causas del pasado más que del presente.

El alumno de Filosofía, impecable en su discurso cívico, confía en las posibilidades de Internet y de la democracia participativa. Cuidado: la red abre espacios de democracia de opinión, pero no necesariamente de movilización. En términos de Manin (**), amplía los márgenes de la democracia de audiencia, pero no de la participativa. Podemos expresar abiertamente nuestra opinión más radical e intransigente en los numerosos foros abiertos en la red, pero no está claro que eso inquiete a los poderes financieros si no se traslada a la calle.

En cuanto al desarrollo de la democracia participativa y deliberativa, la Ciencia Política sigue analizando más o menos los mismos casos desde hace años: los ensayos de democracia local en Porto Alegre y el Suroeste de Brasil, el voto electrónico y las listas independientes de los caucus norteamericanos, la elaboración social y abierta de los presupuestos en algunos ayuntamientos, y las consultas que de vez en cuando se convocan en diversos municipios. La democracia participativa se mantiene en un contexto local y en una fase experimental. La representativa, por su parte, sigue mediatizada por las élites de unos partidos cerrados, poco flexibles al debate interno y reacios a las listas abiertas y desbloqueadas. Mediante las redes clientelares que extienden en los territorios que gobiernan, estrechan sus relaciones con los poderes económicos. Los sistemas de partidos nacionales están bien encauzados por las élites dirigentes, y mientras tanto la Unión Europea sigue con su déficit democrático. La ofensiva actual del neoliberalismo contra el poder político hace que el mercado condicione al Estado y la economía a la política, cuando debería ser al revés. La democracia liberal acaba siendo una quimera. En esto, no le faltaba razón a Marx.

Por lo tanto, muchos ciudadanos conocemos el problema y acordamos el diagnóstico: el capitalismo no funciona, es injusto y socava la democracia: hace falta una alternativa. Pero ¿quién la define, quién la defiende y quién la aplica? El comunismo fracasó y la socialdemocracia se ha vendido. ¿Quién le pone el cascabel al gato, y cómo ha de ser este cascabel? Sinceramente: no lo sé. Hay activistas, políticos y un pensamiento económico de izquierdas. Pero no hay líderes ni organización. No falta la alternativa teórica, sino la práctica. Falta el referente. Y falta lo básico, el agente protagonista: el pueblo, cuya soberanía está en discusión y no hace gran cosa por evitarlo. Por desidia, por desengaño, por cansancio o por individualismo, no se prevé una contestación social en un país con casi cinco millones de parados. Con la que está cayendo, la pasividad es la nota dominante. La actitud de la clase política no es modélica, el desencanto derrumba la esperanza, la educación se resiente y la televisión nos inunda con programas en los que los modelos sociales son personajillos que triunfan sin estudiar ni trabajar. Programas deleznables que son vistos diariamente por millones de personas.

Nuestro entorno cultural no es cívico, crítico y social, como en el norte de Europa. Nuestro entorno cultural es consumista, materialista, individualista y, en cierta medida, comprensivo con la corrupción. La corrupción económica, la política y la cultural es la que define en buen grado esa mano invisible de la que antes hablaba, y que penetra en todos los resortes del poder. Este es el entorno que nos envuelve, en el que vivimos y respiramos. Es un entorno cultural capitalista, y no es fácil impedir que nos contamine. La izquierda alternativa juega, voluntariosamente, en terreno visitante. El resultado es una encrucijada pirandelliana: o la izquierda no encuentra a su pueblo, o el pueblo no encuentra a su izquierda. Económicamente, el pueblo no se plantea otro sistema, y políticamente vota a una izquierda de mentirijillas para que no gane la derecha de verdad. Las diferencias políticas cada vez son más inapreciables, pero aún nos creemos que sirve de algo votar a Sagasta para que no gane Cánovas.

Hace más de treinta años, Lluís Llach nos contaba, en Damunt d´una terra, que la gente lo tenía más claro: “en Maurici sap molt bé / que si només dubta poca cosa té / En Maurici sap què fer/ trobarà els companys i sortirà al carrer” (“Mauricio sabe muy bien / que si sólo duda poca cosa tiene / Mauricio sabe qué hacer / encontrará a los compañeros y saldrá a la calle”).

Mauricio sabía qué hacer: no dudar y salir al encuentro de la gente. Entonces la gente, los compañeros, estaban ahí. Hoy están viendo la tele, tomando unas cañas, preparando las próximas vacaciones o buscándose la vida como pueden, que no es poco. La gente está demasiado ocupada para pensar en revueltas contra el sistema. Por favor, no molesten.

Nota:

(*) Smith, Adam (1776, ed. 2009), Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, Madrid, Alianza Editorial.

(**) Manin, Bernard (1998), Los principios del gobierno representativo, Madrid, Alianza Editorial.

(*) Politólogo

El Gobierno español apurado ante la crisis

MADRID.- El gobierno socialista español ha visto mermar paulatinamente su poderío político a medida que intenta capear la profunda crisis económica, sin haber logrado reducir el déficit presupuestario o estimular la creación de empleo.

Y los próximos meses podrían ser incluso mucho más difíciles para el presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, conminado a reformar la legislación laboral pese a la amenaza de una huelga general planteada por los sindicatos, incluyendo el de su partido, la UGT.

Aunque por ahora no parece que corra peligro su gobierno minoritario, Zapatero ha encarado ya graves obstáculos.

Su plan de austeridad fue aprobado el jueves en el parlamento por un solo voto y la agencia de clasificación de riesgos Fitch Ratings redujo el viernes la calidad de la deuda soberana española un escalón, de AAA a AA plus.

Un sondeo publicado el sábado por el barcelonés Periódico de Catalunya indicó que el opositor Partido Popular ganaría 42 escaños más que los socialistas en el parlamento de 350 -muy cerca de la mayoría absoluta- si las elecciones tuvieran lugar hoy.

El plan de austeridad que aspira a reducir el gasto público en 15.000 millones de euros (18.400 millones de dólares) en dos años congeló las pensiones de los jubilados y redujo el sueldo de los funcionarios públicos.

Empero, los inversionistas e instituciones crediticias, incluyendo el Fondo Monetario Internacional, insisten en que Zapatero reforme el rígido mercado laboral como forma de fomentar el empleo y atajar el paro, que con un 20% largo es el mayor de la eurozona.

Los sindicatos, no obstante, advirtieron que si el gobierno insiste en reformar el mercado laboral sin la aquiescencia gremial, pedirán a sus miembros que autoricen una huelga general que podría paralizar el país y afectar la estabilidad de los mercados internacionales.

El diario madrileño El Mundo dijo el sábado que el gobierno se encuentra atrapado entre su creciente impopularidad y sus limitados recursos financieros, que le han obligado a reducir el gasto público.

"El gobierno se encuentra acorralado", insistió el diario.

Tras obtener un segundo mandato en el 2008, Zapatero intentó paliar la crisis mediante gastos masivos del erario, pero la magnitud de la recesión internacional ha producido 8 trimestres de contracción económica.

España, que hace dos años era la mayor potencia europea en la creación de empleo, cuenta ahora con un paro superior al 20%.

El desempleo ha pasado de 1,76 millones de personas en el segundo trimestre del 2007 a 4,6 millones en el primero del 2010, y más del 40% de los españoles menores de 25 años están en el paro.

A fines de abril, la agencia de clasificación de riesgos Standard & Poor's redujo la calidad de la deuda española a AA, por considerar que al gobierno socialista le resultará muy difícil reducir el déficit que el año pasado equivalió al 11,2% del producto interno bruto.

Ante este golpe de la realidad, el gobierno modificó el viernes su pronóstico del PIB y reconoció que aunque la economía se contraerá un 0,3% en el 2010, sólo alcanzaría un 1,3% en el 2011 frente al 1,8% previamente pronosticado, siendo en el 2013 del 2,7% en lugar del 3,1%.

"El ajuste perjudicará la creación de empleo y el ritmo del crecimiento", reconoció el diario madrileño El País.

Se podría reabrir el mercado del dólar paralelo en Venezuela

CARACAS.- El mercado del dólar paralelo o permuta, una forma legar de obtener dólares en el país mediante la venta de títulos y bonos, se podría reabrir la próxima semana.

Este mercado permaneció cerrado 15 días a raíz de una nueva Ley sobre Ilícitos Cambiarios que restringió el mercado de divisas. El nuevo sistema "debe estar listo en un 90% para el lunes", aseguró el economista Armando León, director del Banco Central de Venezuela (BCV).

"La semana que viene ya debe estar concluida toda la parte funcional operativa, el sustento legal que va llevar ese sistema y debemos estarlo operando", añadió. El mercado del dólar paralelo fue cerrado después que las autoridades denunciaran supuestas irregularidades en las operaciones cambiarias detectadas últimamente.

Desde que fue aprobada la ley la semana pasada se han realizado decenas de allanamientos a casas de bolsa y sociedades de corretaje, mientras se somete a proceso a sus responsables. El gobierno venezolano ha acusado de especulación a las casas de bolsa. El valor del dólar paralelo ha subido, informó El Nacional.

Papaconstantinou: "No habrá una reestructuración de la deuda pública griega"

ATENAS.- El ministro de Finanzas griego, George Papaconstantinou, aseguró este sábado que el Gobierno no se plantea reestructurar la deuda pública y que no serán necesarios más recortes para cumplir con los estrictos criterios impuestos por el programa de ayuda del Eurogrupo y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Grecia no necesitará medidas adicionales, en especial ninguna medida 'dolorosa'. Ahora sólo veo una opción: alcanzar nuestros objetivos con coherencia", afirmó Papaconstantinou en declaraciones al diario 'Eleftherotypia' que serán publicadas en la edición del domingo.

"La recesión será mayor en 2010 y después habrá una recuperación gradual (...). Soy optimista y creo que nos recuperaremos rápidamente", dijo.

Sin embargo, insistió en que el Gobierno no se plantea reestructurar la deuda pública como opción, ni ahora ni en el futuro.

"Una reestructuración de la deuda sería desastrosa para la credibilidad del país. Provocaría su marginación en los mercados y un ajuste del cinturón de calado aún mayor, además de una recesión muy profunda", explicó.

El Eurogrupo y el FMI alcanzaron un acuerdo para ofrecer 110.000 millones en créditos de rescate a Grecia, que, a cambio, se ha comprometido a reducir once puntos porcentuales el déficit con respecto al PIB y cumplir con el Pacto de Estabilidad (3 por ciento) para 2013.

Papaconstantinou aseguró que el plan Eurogrupo/FMI es suficiente para cubrir las necesidades de financiación sin recurrir a los mercados para adquirir deuda al menos hasta el primer trimestre de 2012.

"El Gobierno ha demostrado que no tiene en cuenta el coste político cuando se trata de lo que se ha de hacer por el bien del país", apostilló.

La Alianza de las Civilizaciones debate un nuevo orden mundial

RÍO DE JANEIRO.- La reorganización del orden mundial como camino para solucionar problemas socioeconómicos centró los debates en la mañana de este sábado en el segundo y último día del Foro de la Alianza de las Civilizaciones, en Río de Janeiro.

En uno de los paneles de debate organizadas con motivo del III Foro que se celebra en Río hasta este sábado, los participantes abordaron temas que fueron desde un nuevo mapa global de poderes hasta el aprovechamiento de las crisis como factores de cambio.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, alertó de que la comunidad internacional perdió una oportunidad de reorganizarse después de la crisis suscitada por el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001.

"El 2001 fue una crisis. Y al principio existió la idea de una oportunidad. (...) Desgraciadamente eso no ocurrió, eso quedó en las palabras solamente. La respuesta fue más bien contraria. Hubo la guerra de Irak. Hubo un recrudecimiento de las tensiones en todas las partes del mundo. Y no hubo ninguna solución a la crisis del Medio Oriente y al conflicto árabe israelí. Y, por lo tanto, la oportunidad no fue aprovechada", opinó Insulza.

"Tampoco se consideró necesario modificar la estructura política mundial. Yo estoy muy de acuerdo en que es completamente obsoleta", añadió.

"Algunos años después, hemos tenido una segunda oportunidad, una segunda crisis, la crisis económica, la crisis financiera. (...) Y hasta cierto punto ha parecido que algo más se ha aprovechado. Por lo menos pasamos del G-8 al G-24", dijo el secretario general de la OEA. Sin embargo, la estructura financiera permanece igual, constató.

No obstante, Insulza indicó que tras estas crisis surgió una "nueva realidad mundial", ilustrada por la existencia de nuevos polos de poder como el grupo BRIC, formado por Brasil, Rusia, India y China.

La rusa Alla Glinchikova, vicedirectora del Instituto Ruso de Estudios sobre Globalización y Movimientos Sociales, criticó la existencia de una "multiplicidad de monólogos y no un diálogo, (situación) en la que las partes más fuertes acaban venciendo".

Por su lado, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Ahmet Davutoglu, pidió nuevas instituciones que eviten grandes crisis, citando como ejemplo el tema que robó la atención del Foro, la cuestión nuclear iraní.

"Tenemos que ser proactivos para prevenir el surgimiento de crisis", consideró. Davutoglu resaltó que las "instituciones económicas, políticas y culturales existentes no son suficientes para crear nuevos horizontes".

Irán estuvo en el centro de los debates de los líderes que participaron de este Foro, toda vez que se reunieron algunos de los principales protagonistas de un acuerdo para intercambio de uranio iraní por combustible nuclear que desató fuertes tensiones entre Brasil y Turquía -promotores del pacto- con Estados Unidos y las potencias nucleares europeas, que desconfían que Teherán busque la bomba atómica.

Miguel Ángel Moratinos, el ministro de Asuntos Exteriores español, cerró los debates del evento, creado a instancias del presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, señalando que "la Alianza es una iniciativa plena que vale la pena".

El próximo Foro de la Alianza de las Civilizaciones tendrá lugar el año que viene en Qatar.

El Arzobispo de Granada aboga por una economía más humana

TOLEDO.- El arzobispo de Granada, Javier Martínez, ha asegurado hoy que una economía construida sobre el interés propio, "aunque hace progresar momentáneamente, genera un déficit de humanidad que termina haciendo esa economía inviable".

Y ha apostillado que "una economía basada en la gratuidad y la generosidad, sobre una justicia que no sea dar a cada uno lo que uno aporta, sino dar a cada uno según lo que cada uno necesite, sería también una economía más estable y más sólida, con una estructura muy diferente de la actual".

Así se ha pronunciado monseñor Martínez, en una rueda de prensa ofrecida esta tarde en Toledo, en el marco del X Congreso Eucarístico Nacional, que desde el pasado jueves y hasta mañana, domingo, reúne en dicha ciudad a medio centenar de obispos y 800 congresistas.

El arzobispo de Granada, autor de la ponencia de este congreso "La Eucaristía, escuela para la vida", se ha referido también a que el concepto de bien común "se ha perdido en nuestros esquemas políticos actuales" y, en este sentido, ha afirmado que "una sociedad que coopere para el bien, en lugar de competir por el poder, sería también una sociedad infinitamente más humana".

Preguntado sobre la incidencia del plan de ajuste del Gobierno sobre sectores vulnerables de la sociedad como los mayores, Martínez, sin querer entrar a valorarlo, ha dicho que "un pueblo que se alimente realmente del amor de Cristo generaría una sociedad en la que el Gobierno sería muy poco decisivo para la vida económica".

Y ha agregado que "el hecho de que tengamos que depender tanto de medidas que toman otros significa que, como sujetos sociales, estamos muy deteriorados", pues "ser objeto de un amor infinito le hace a cada uno ser protagonista de su propia vida de una manera que ni la sociedad más liberal del mundo sería capaz de imaginar".

También ha llamado la atención el arzobispo de Granada sobre el hecho de que "en todas las facultades de economía se ha estado enseñando que el único modo racional y humano de obrar es que cada uno siga su propio interés, bueno, pues éste es el resultado", ha sentenciado.

Y tras admitir que "todos somos responsables de la crisis porque todos tendemos a entendernos a nosotros mismos en clave de producir y consumir", ha insistido en que este planteamiento le parece "tremendamente inhumano".

Sobre la Eucaristía como escuela de vida, tema de su ponencia, monseñor Martínez ha indicado que, en la tradición cristiana, "la misa es algo más que un acto de piedad o una práctica religiosa, representa el misterio profundo de la realidad de Dios, de la realidad de lo que somos nosotros para Dios y de lo que somos los unos para los otros".

Y en este sentido, ha indicado que "la Eucaristía nos abre el camino para comprendernos a nosotros mismos, para comprender el significado de la vida (...), que los bienes para los que nuestro corazón está hecho son todos expresión de un bien infinito e inagotable y, por lo tanto, no son bienes escasos por los que uno tiene que pelearse para lograr, sino que son bienes para dar".

Se ha preguntado también por qué si "somos tantos millones de personas las que participamos de la eucaristía semanal o diariamente, se nos nota tan poco" y se ha contestado a sí mismo: porque existe una división entre nuestra vida cristiana y nuestra vida real que hace que la Eucaristía sea un acto de piedad, pero no una escuela para vivir".

Canadá evalúa matar 200.000 focas grises en cinco años para proteger el bacalao

HALIFAX.- Las autoridades canadienses evalúan matar unas 220.000 focas grises o esterilizar a 16.000 hembras en un período de cinco años en la isla Sable Island, en la costa este, para proteger el bacalao, de acuerdo con un documento oficial divulgado por la prensa.

Según ese texto, el Ministerio de Pesca y Océanos de Canadá estima que 300.000 focas grises que viven en la región diezmaron las poblaciones de bacalao.

Un argumento que no comprende Mark Butler, del Centro de Acción Ecológica de Halifax, quien dijo que esta no es una solución a largo plazo.

"Si comenzamos a matar a las focas para proteger el bacalao, deberemos continuar durante siglos porque la pesca ha diezmado a sus depredadores naturales (como los tiburones). Es un círculo vicioso", dijo.

La isla Sable Island es un paraíso para los animales. Según el informe, el 80% de las focas de la región se reproducen y conviven con 400 caballos salvajes y más de 300 especies de aves dentro de un ecosistema frágil.

El propio ministro canadiense de Medio Ambiente, Jim Prentice, anunció la semana pasada su intención de hacer un parque nacional en la zona.

Tanto la matanza como la esterilización, una decisiones que no han sido tomadas aún por el gobierno, costarían entre 20 y 35 millones de dólares y requeriría el envío de vehículos, combustible, y trabajadores y refugios.

La presidenta argentina descarta restringir el ingreso de alimentos brasileños

RÍO DE JANEIRO.- La presidenta argentina, Cristina Kirchner, descartó que su país vaya a restringir la importación de alimentos brasileños, tras mantener una reunión bilateral con su par Luiz Inacio Lula da Silva en Río de Janeiro.

"No habrá restricción y sí una profundización de las relaciones comerciales, un aumento del intercambio" entre ambos países, declaró.

Según informaciones de prensa, Argentina podría estar dispuesta a aplicar restricciones a la importación de alimentos que esté en capacidad de producir.

El miércoles, el director brasileño de Comercio Exterior, Welber Barral, declaró que Brasil adoptará represalias de reciprocidad si Argentina impone esas medidas.

Según Kirchner, Lula enviará una misión conformada por los ministros de Economía, Guido Mantega, y de Desarrollo, Miguel Jorge, para discutir medidas para ampliar el comercio entre ambos países.

La información no pudo ser confirmada en fuentes brasileñas.

En 2009, el intercambio comercial entre Brasil y Argentina fue de 24.066 millones de dólares, sensiblemente menor al de 2008, cuando se elevó a 30.864 millones.

Los presidentes se reunieron el viernes al margen del III Foro de la Alianza de las Civilizaciones, instancia diplomática para aproximar culturas, civilizaciones y religiones.

La crisis europea domina la Reunión de ministros de Hacienda latinoamericanos

LIMA.- La III reunión de ministros de Hacienda de América y el Caribe concluyó en Lima con un llamamiento a una mayor coordinación para impedir que la crisis en Europa golpee la región tras sortear el descalabro estadounidense.

"Ha sido una reunión muy exitosa, con aportes que han contribuido a afianzar la perspectiva de una región sólida en crecimiento y capaz de reaccionar ante los procesos globales", dijo la ministra peruana de Economía y Finanzas, Mercedes Aráoz, anfitriona del evento.

El ministro canadiense de Finanzas, James Flaherty, cuyo país acogerá la siguiente reunión del foro, destacó como "excelente y útil" la cita. "Es importante que la comunidad internacional actúe en conjunto en tiempos de crisis", declaró.

"No nos gustaría que se vea mermado el crecimiento (en la región) debido a los problemas que se producen en Europa con medidas que afecten el desarrollo", acotó Flaherty.

El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, había resaltado la estabilidad de la región frente a la crisis y aplaudió los esfuerzos y coordinaciones llevadas a cabo para sortear el temporal desde el 2009.

"La estrategia aplicada por los países de esta región ha sido justificada por la crisis. Ustedes estaban en lo correcto, los otros estaban equivocados", dijo Strauus-Kahn al analizar la forma en la que América Latina afronta la crisis global desde que colapsó el mercado inmobiliario en Estados Unidos.

"La lección que ello arroja es que la estabilidad macroeconómica debe ser defendida" para que la región esté preparada ante futuros temporales, indicó el jefe del FMI a los representantes de 21 países, 14 ministros de Finanzas entre ellos.

Strauss-Kahn destacó la fortaleza de la economía regional en relación a la crisis europea en 2010, aunque subrayó que no se pueden comparar ni aplicar recetas semejantes porque se trata de economías diferentes, unas emergentes y otras desarrolladas.

Por su lado, la ministra peruana de Economía declaró que la estabilidad del tipo de cambio es uno de los mayores retos que la crisis económica plantea a América Latina y el Caribe. "El tipo de cambio es uno de los retos que estamos analizando (...) es nuestra mayor preocupación", dijo la ministra Mercedes Aráoz en conferencia de prensa.

A su vez, el ministro guatemalteco de Finanzas, Juan Alberto Fuentes, señaló que "la política cambiaria es el tema más polémico de la reunión". Fuentes resumió las discusiones señalando que "ha sido más fácil ponerse de acuerdo en los aspectos negativos que lograr un acuerdo sobre lo positivo" del tipo de cambio.

El ministro uruguayo de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, advirtió de que el tipo de cambio plantea un desafío a las políticas de competitividad y productividad. Lorenzo demandó coordinar esfuerzos para resistir favorablemente las presiones sobre las monedas nacionales y la apreciación cambiaria, las cuales tienen una influencia en el crecimiento económico.

El presidente peruano, Alan García, al inaugurar la reunión de ministros, subrayó que América Latina estuvo mejor preparada para hacer frente a la crisis. "Una crisis como la que vivimos se explica por políticas irresponsables a la cual los yuppies de los bancos americanos (estadounidenses) no estaban preparados", dijo García.

García instó a un manejo ordenado de políticas similares en la región para hacer frente a la crisis "sobre cuyo desarrollo nadie debe decir que terminó o que ha sido superada". "La inflación será inexorable. Las tendencias inflacionarias para los próximos años son un peligro que nos puede llevar a otros problemas", alertó.

Almunia urge a las cajas de ahorro españolas a decidir sus sistemas de capitalización

SITGES.- El vicepresidente y comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, urgió este sábado a las cajas de ahorros a decidir sus nuevos sistemas de capitalización, para que los tengan previstos "antes de que entre en vigor Basilea III".

Esta cuestión --dentro de la reforma del sector de las cajas-- fue una de las tres que repasó para que España recupere prestigio internacional, junto con la consolidación presupuestaria y la necesidad de la reforma laboral.

En la clausura de las XXVI Jornadas del Círculo de Economía en Sitges, Almunia reconoció que estas cuestiones a abordar "ya están en la agenda en los próximos meses" en España, pero que se deben materializar, ya que "la confianza se basa en decisiones concretas".

En esta línea, ejemplificó: "Hay medidas concretas que refuerzan la credibilidad, como el decreto ley del jueves y la subida del IVA, pero todavía quedan dudas por delante, como el sistema de pensiones".

"El Gobierno anunció a finales de enero una medida --la prolongación de la edad de jubilación--, que se pidió que se debatiese en el Pacto de Toledo, pero la credibilidad consiste en que si se anuncia una medida se adopte, porque si no se crea desconfianza", argumentó.

Respecto al sistema financiero, quiso matizar que las cajas son "lo que más preocupa ahora", pero que "puede haber un banco que un día pueda tener un problema".

'The Economist' cree que España "ha perdido un tiempo precioso"

LONDRES.- El semanario británico 'The Economist' critica esta semana, a raíz de la intervención de CajaSur por parte del Banco de España, que España "ha perdido un tiempo precioso" para reestructurar su sistema financiero después de que estallara la crisis económica hace dos años.

En un artículo en el que aborda la situación de las cajas de ahorro españolas, 'The Economist' advierte de cómo está afectando la crisis en nuestro país, donde recuerda que el paro está casi en el 20 por ciento y hay "temores" sobre el aumento de su deuda pública. También avisa de las dificultades por las que atravesarán los bancos este año por la "contracción del crédito".

Por todo ello, el semanario británico considera que si finalmente no se produce una nueva "oleada" de operaciones en el sector financiero en la que "las entidades fuertes se harán con las más débiles", será un "milagro".

El artículo, titulado "Un desorden profano", comienza señalando que "al final, CajaSur creyó en Dios" tras la intervención del Banco de España, pero advierte de que el proceso de fusiones de cajas iniciado en nuestro país y la intervención de dos, como son CajaSur y Caja Castilla-La Mancha, es el inicio de un "proceso más largo".

Tras explicar el proceso por el que la entidad financiera cordobesa ha llegado a su actual situación, 'The Economist' destaca que los motivos que llevaron a CajaSur a rechazar la fusión con Unicaja son "un misterio". Aunque indica que la caja acusó a Unicaja de no asegurar salarios y puestos de trabajo, el semanario considera "absurdo" este razonamiento.

En cualquier caso, afirma que la falta de acuerdo entre Unicaja y CajaSur y la posterior intervención de ésta última ha hecho que se eleven los temores sobre la verdadera situación del sistema financiero de España. De hecho, opina que todo este proceso ha demostrado que la situación de los bancos es peor de lo previsto.

Además, opina que "la política se impone a la razón" en la mayoría de las ocasiones, por lo que recomienda que para atraer capital privado se requieren cambios como "la reducción de la influencia de los políticos" en bancos y cajas.

El Frankfurter Allgemeine Zeitung hace un diagnóstico muy pesimista sobre España

FRANCFORT.- El prestigioso diario alemán 'Frankfurter Allgemeine Zeitung' ha hecho un diagnóstico muy pesimista sobre España en su número de ayer y carga sobre el primer ministro Zapatero la responsabilidad de la situación en la que ahora se encuentra el país.

"Durante sus seis años de Gobierno nunca antes Zapatero estuvo más solo.

Así se presentó ante el Parlamento: él solo junto a su Gobierno en minoría. Aunque su programa de austeridad pasó el filtro de la cámara con la aprobación del grupo socialista, lo cierto es que no contó con apoyos. La oposición votó en contra.

Los nacionalistas se abstuvieron. Con esta votación Zapatero no puede ni siquiera enviar a sus socios europeos un mensaje de unidad entre las fuerzas políticas españolas.

Ésta es la forma de actuar de un presidente, progresista para los "buenos tiempos", que sustituyó a un jefe de Gobierno que le había dejado la caja llena. Y ahora, a regañadientes y precipitadamente, ha tomado la decisión de realizar recortes.

Zapatero ha esperado durante dos semanas para ver cuál era la manera más delicada de hacer los recortes. Viajó a Bruselas donde los socios europeos Merkel y Sarkozy le dijeron que no podía seguir en el club med de los países de alto déficit.

El siguiente mandatario en movilizarse, aunque lo hizo de forma discreta, fue Obama. Le dijo que tenía "un problema" y tenía que "hacer algo".

Después del shock griego, los Estados de la Unión Europea empezaron a vigilar con más nerviosismo a la Península Ibérica. En Lisboa, José Sócrates ya había anunciado la subida de impuestos y los recorte públicos.

Pero el caso de España es distinto: su economía es casi cinco veces mayor que la griega y seis veces más que la de Portugal, aproximadamente el 12% de la eurozona. España es demasiado grande como para protagonizar un salvamento a la "griega", tal y como se recalcó desde Bruselas: "Demasiado grande como para hundirse".

Hasta ahora, las medidas de Zapatero han consistido en repartir millones de euros a su clientela (entre los que se encuentran los nacionalismos recalcitrantes), además de un evaporado plan de empleo estatal (Plan E). Primero ha anunciado un ahorro de 15.000 millones de euros en los próximos dos años.

De esta forma, el déficit del Estado debería ir reduciéndose gradualmente hasta 2013, para situarse en los criterios de Maastricht que establecen un límite del 3%.

Ahora llega la prueba social más importante a la que se enfrenta la sociedad española en los últimos 35 años: recorte del 5% en el sueldo de los funcionarios, la congelación de las pensiones, la supresión del cheque-bebé, la reducción de las ayudas al tercer mundo, el descenso de las inversiones en infraestructuras... Zapatero había retenido esa información, pero desde el pasado fin de semana ya se puede consultar.

Estas crueldades sólo pueden ser el primer paso. Ahora son esenciales, dada la elevada tasa de desempleo -superior al 20% de la población activa-, una reforma del mercado de trabajo y, dado el envejecimiento de la sociedad, también una reforma de las pensiones.

Hace ya unos meses el Gobierno habló de retrasar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, pero nunca más. Ahora ya no hay tiempo. Si los interlocutores sociales no se ponen de acuerdo a finales de mayo, Zapatero hará la reforma "por decreto".

Los sindicatos mayoritarios, antes los mejores aliados del Gobierno, están también en dificultades. Ya han amenazado, en caso de decreto, con una huelga general y para el próximo 2 de junio ya está convocada la huelga de los servicios públicos.

Puede que la decisión de convocar una huelga general no sea demasiado sensata cuando una buena porción de la opinión pública considera que las medidas económicas del Gobierno son necesarias y razonables. (...)

Rajoy se presenta ahora como representante de los trabajadores y exige a Zapatero que suprima el gasto de algunos ministerios innecesarios.

El periódico El Mundo ha calculado que la congelación de las pensiones ahorra tanto dinero como podría ahorrar la supresión de una televisión pública. Estos canales son un pozo sin fondo, donde trabajan periodistas "funcionarios" que se dedican a silenciar los escándalos del partido en el poder de la región de turno. (...)

Ahora un Zapatero descolocado, que había prometido el pleno empleo, intenta salvar su cara socialista con la promesa de un impuesto "para los ricos".

Evidentemente, el presidente está bajo una gran presión psicológica.

Su popularidad ha caído por debajo de la de los niveles de Aznar en los tiempos previos a la guerra de Irak".

La deuda pública en España ocultó el verdadero problema, la deuda privada

MADRID.- A pesar de que los mercados estén presionando a España por su deuda pública, ésta no es tan alta, y es su enorme deuda privada la que amenaza en realidad al crecimiento y podría convertirse en un problema mucho más grave, según algunos expertos.

"La deuda del Gobierno es baja, pero el país tiene una deuda de las empresas y de los hogares muy alta", relacionada sobre todo con los bienes raíces, señala el gabinete de análisis británico Variant Perception.

"Hay que decirlo claramente, tenemos un endeudamiento del sector privado aproximadamente del 178% del PIB, que triplica el del sector público, por tanto, el reto es garantizar que el coste de la financiación, fundamentalmente, la del sector privado que es el más endeudado, no ahogue la economía española", dijo ante el Congreso de los Diputados el portavoz del grupo socialista, José Antonio Alonso.

Para el Fondo Monetario Internacional (FMI), "el gran endeudamiento del sector privado" es un "desafío" para España, que lucha por tener nuevamente crecimiento positivo (logró un modesto +0,1% del PIB en el primer trimestre).

Sin embargo, estas últimas semanas, los déficits públicos y sus consecuencias sobre la deuda pública eran los que asustaban a los mercados, obligando al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero a imponer medidas de austeridad.

El fondo del problema de la deuda privada reside en lo que fue el cuerno de la abundancia de España durante sus años de fuerte crecimiento y se convirtió en su mayor problema desde la recesión en 2008: el sector inmobiliario.

"El fuerte endeudamiento de las empresas y de los hogares se concentró en el sector de la vivienda", señala la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En plena burbuja inmobiliaria, en un país en que la tradición es convertirse en propietario de su vivienda, los hogares se endeudaron cada vez más, los promotores lanzaron proyectos faraónicos y los bancos prestaron sin mirar. Pero la burbuja estalló, el desempleo alcanzó el 20%, las empresas terminaron ahogadas por la recesión y los bancos recuperaron edificios sobrevaluados.

Para Albino Prada, profesor de economía en la Universidad de Vigo, "con una tasa del 20% de paro y con un ajuste fiscal (menos gastos públicos, más impuestos), la morosidad en sus pagos es imparable". Y las empresas y los pequeños bancos también están siendo presionados.

El ministro del Fomento, José Blanco, designaba hace poco en el diario El País cuál era la raíz del problema: "Si me pregunta cuál es la autocrítica mayor que puedo hacer de este periodo, es no haber combatido con más determinación la burbuja porque eso sí que probablemente nos hubiese podido evitar algunos problemas que tenemos, sobre todo el endeudamiento privado".

"El problema es que una parte de la deuda privada está en manos extranjeras", subraya Rafael Pampillón, economista en el IE Business School en Madrid.

Según el McKinsey Global Institute, el 71% de la deuda total española se encontraba en el extranjero en 2008, es decir, entre prestamistas potencialmente asustados por las dudas que los mercados tienen sobre la deuda española y que podrían vacilar en volver a prestar.

Fitch rebaja la nota de España por sus malas perspectivas de crecimiento

PARÍS.- La agencia calificadora Fitch rebajó el viernes la nota de la deuda española de 'AAA' a 'AA+', debido a las malas perspectivas para el crecimiento por el fuerte endeudamiento privado del país, arrastrando a la baja los mercados bursátiles americanos y el euro.

La Bolsa de Nueva York terminó en neta bajada, afectada principalmente por la decisión de la calificadora de deuda: el Dow Jones perdió un 1,19% y el Nasdaq un 0,91%.

"El mercado recibió un shock cuando Fitch bajó la nota de España" después del cierre de las bolsas europeas, observó Mace Blicksilver, de Marblehead Asset Management.

La decisión de Fitch también abatió el euro, que hacia las 21.00 GMT se cotizaba a 1,2266 dólares, contra 1,2354 dólares en la noche del jueves.

"La degradación refleja la opinión de que el proceso de ajuste a un nivel más bajo del endeudamiento privado y exterior reducirá materialmente la tasa de crecimiento de la economía española a medio plazo", según la agencia que privó a España de la mejor nota posible, 'AAA', rebajándola a 'AA+'. La deuda privada española engloba las de los hogares, las empresas y los bancos.

La agencia mantiene la perspectiva de la economía en "estable".

"A pesar de que la deuda del gobierno y su costo siguen en los estándares 'AAA', Fitch anticipa que el proceso de ajuste económico será más difícil y prolongado que para otras economías notadas 'AAA'. Por eso la agencia ha rebajado la nota de España", añade Fitch.

España, golpeada de pleno por el estallido de la burbuja inmobiliaria, entró en recesión a finales de 2008 y le cuesta reanudar con el crecimiento.

Algunos observadores estiman que son necesarias varias reformas para cambiar el modelo económico español, que hasta ahora se basaba en gran parte en el sector de la construcción.

El PIB creció apenas un 0,1% en el primer trimestre respecto al cuarto de 2009 y el Gobierno prevé una contracción del 0,3% de la actividad en el conjunto del año.

La noticia supone un nuevo golpe para el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que en las últimas semanas se vio presionado por los mercados y sus socios europeos debido al déficit público del país. Algunos temían que España entrara en una crisis presupuestaria parecida a la de Grecia.

La agencia de calificación Standard & Poor's ya redujo la nota de España de 'AA+' a 'AA' el 28 de abril, cuando estimó que las malas perspectivas de crecimiento a medio plazo iban a frenar la reducción del déficit público.

Zapatero se decidió a anunciar el 12 de mayo unas medidas de austeridad impopulares para reducir el déficit del 11,2% del PIB en 2009 al 6% en 2011 y el 3% en 2013.

Pero pese a este "fuerte compromiso para reducir el déficit presupuestario" aplaudido por Fitch, el servicio de la deuda exterior y la necesaria reducción de la deuda privada justifican la rebaja de calificación.

"El servicio de los intereses" de la deuda controlada por los extranjeros "va a reducir los ingresos disponibles" y Fitch "cree que la reactivación económica será menor a la prevista por el gobierno".

La ministra de Economía, Elena Salgado, revisó sin embargo a la baja sus perspectivas de crecimiento para los años 2012 y 2013, al 2,5% y el 2,7%, frente al 2,9% y 3,1% previsto en un primer momento.

Si la deuda pública española es inferior a la de numerosos países de la zona euro, que se sitúa en los alrededores del 55% del PIB, la del sector privado, familias, empresas, bancos, se elevan al 176% del PIB, según Standard & Poor's.

La decisión de Fitch refleja la opinión de algunos observadores que estiman que las medidas de austeridad no son más que un primer paso hacia un cambio de modelo económico, que debe pasar por una reforma del mercado del trabajo y la reestructuración bancaria.

"La rigidez del mercado del trabajo y la reestructuración de las cajas de ahorro locales y regionales van a frenar el ritmo del reajuste", estima Fitch.

Twitter devuelve a Chávez a la realidad de Venezuela

CARACAS.- No es raro escuchar a los fieles seguidores de Hugo Chávez justificar sus fallos tras más de una década en el poder en Venezuela asegurando que "al presidente lo tienen engañado" sus ministros y colaboradores.

Más habitual aún es que sus opositores critiquen que el mandatario está desconectado de la realidad y los problemas del venezolano porque se ha endiosado y "ya no patea barrio".

Y aunque Chávez niega molesto ambos extremos, reconoce haber descubierto en Twitter un poderoso e inesperado aliado para conocer, de primera mano, las peticiones, demandas, quejas y denuncias de los ciudadanos que se cuentan por miles cada hora. Eso sí, resumidas en 140 caracteres.

"Este teléfono casi se va a fundir. Ahora me estoy enterando de muchas cosas por aquí", dijo Chávez la semana pasada en un acto con la nueva policía nacional.

Espoleado por la creciente influencia de Twitter en el convulso panorama informativo venezolano e irritado por la avasalladora presencia de sus opositores frente al poco eco de los "revolucionarios", Chávez armó su teléfono BlackBerry con el popular servicio de microblogging para ponerse al frente de la batalla mediática online.

El mandatario pasó de reprobar esta red social a ser un fanático declarado y se ha convertido en un fenómeno Twitter: en apenas cinco semanas su cuenta @chavezcandanga rebasó los 450.000 seguidores y lidera holgadamente la clasificación que antes encabezaban algunos de sus más enconados detractores.

De hecho, la entrada del "Soldado Bolivariano, Socialista y Antiimperialista", como se define en su perfil, ha contribuido a dar más visibilidad, impacto y usuarios a Twitter y ha agregado un medio de comunicación más para conectar con sus adeptos y enfrentarse a sus enemigos.

"Chávez se ha convertido en un legitimador del poder de las plataformas digitales, lo que me parece un movimiento político interesante. En vez de combatirlas, se unió", dijo Andrea Hoare, profesora de Tendencias Digitales en la Universidad Central de Venezuela (UCV).

Desde su llegada al poder en 1999, aupado por su mensaje de justicia social y lucha contra la corrupción, el mandatario recibe miles de cartas al año en las que los venezolanos le piden ayuda, ya sea para un costoso tratamiento médico, una nueva casa familiar o un empleo para un cabeza de familia.

Ahora, los papelitos que sus seguidores trataban de hacerle llegar en actos públicos con sus ruegos se están digitalizado.

"Mira este mensaje: @chavezcandanga, somos egresados de la Unefa Zulia, desempleado el 90 por ciento. Por favor, ayuda comandante", leyó mientras revisaba las entradas de su cuenta durante un consejo de ministro en la madrugada del lunes.

"Vamos a llamarlo. Nosotros no podemos desoír esto, sería una gran irresponsabilidad. Hay que oír, llamar y buscar soluciones", agregó.

El informe "Verdades y mentiras de Chavezcandanga", compilado por Arnaldo Espinoza (@naldoxx), mostró tras analizar 12.000 mensajes a su cuenta entre el 7 y 8 de mayo que un 43 por ciento fue "peticiones y denuncias", un 31 por ciento de "mensajes positivos" y un 17,6 por ciento "negativos".

Para sus adversarios, esta es evidencia irrefutable del fracaso de sus políticas socialistas de nacionalizaciones y controles estatales y le reclaman por ese mismo medio que reconozca sus errores y rectifique.

"Hace poco me escribía alguien, a lo mejor un escuálido (opositor), me decía: bueno, Chávezcandanga ¿qué opinas tú? ¿no te dice nada tantas solicitudes? Esto parece el muro de los lamentos", comentó el mandatario esta semana.

Lejos de considerarlo algo negativo, Chávez sintetizó las tres lecciones que le deja este contacto con la realidad: que Venezuela sigue viviendo en el "reino de la injusticia" que es el capitalismo, que el socialismo está lejos de cumplir las metas y - más importante - que la gente todavía cree en él.

"Porque triste es que un pueblo no crea en nadie, no tenga a quién escribirle, no tenga a dónde dirigirse para criticar, para quejarse, para solicitar ayuda", aseguró.

Enfebrecido con su nuevo juguete, Chávez ahora lee decenas de mensajes en casi todos sus actos públicos, sacando el teléfonos en un consejo de ministros transmitido por la televisión estatal, durante su programa "Aló, Presidente" o en una reunión del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Su reacción va de la carcajada explosiva a la más inflamada indignación. Y no por los mensajes ofensivos, que suele responder sonriente y de buen humor, sino por los miles de venezolanos que le piden trabajo, vivienda, salud o que actúe por la corrupción o incompetencia en la administración pública.

A cada súplica que lee en público, Chávez responde ordenando ardorosamente a los ministros que busquen una solución, mientras sus colaboradores se afanan en anotar los nombres y detalles del problema que les dicta el mandatario.

"Mira este mensaje: 'mi comandante sufro de una terrible enfermedad pulmonar'. ¿Te das cuenta? Estas cosas pegan, yo a veces no duermo porque empiezo aquí ¡Dios mío! Y empiezo a responder y a llamar a los ministros, ayúdenme aquí, ubiquen a esta persona", relató iracundo esta semana.

Aunque el Twitter le permite a Chávez reforzar el nexo personal con sus correligionarios, los analistas advierten de que podría convertirse en un arma de doble filo para el mandatario, en momentos en que su popularidad está debilitada por la crisis económica y eléctrica poco antes de los comicios legislativos.

"Para sus seguidores está claro que él es el único que resuelve y que el problema es los que están alrededor. ¿Cómo va a salir de eso ahora que la gente está convencida de que sus mensajes le llegan al que resuelve?", dijo Billy Vaisberg, del directorio Twitter Venezuela (http://twitter-venezuela.com).

La avalancha ha llegado a tal punto que el mandatario anunció la creación la Misión Chávezcandanga, en la que un grupo de 200 funcionarios trabajará 24 horas al día para contestar su cuenta. Y aún así, podría ser insuficiente.

La página Trendistic (http://trendistic.com) calcula que Chávez puede llegar a ser mencionado hasta en unos 250.000 'tweets' diarios y el propio líder venezolano asegura recibir centenares de twitts cada hora, reconociendo que le es imposible dar respuesta a todos.

"Extrapolando estos números, el presidente podría llegar a recibir más de 68.000 peticiones y casi 39.000 denuncias", explicó Espinoza en su reporte. "¿Un equipo de 200 personas para procesar, cada uno, unas 500 peticiones/denuncias al día? Creo que se quedan cortos", concluyó.

El Ibex salva la semana con un repunte del 0,19%

MADRID.- El parqué madrileño volvió a cerrar una semana marcada por la volatilidad y las dudas, pero logró sobreponerse a la incertidumbre y se anotó un leve repunte del 0,19% que le permitió encadenar tres semanas consecutivas de avances y moderar su caída anual hasta el 21%.

La semana en que el Gobierno logró la luz verde del Parlamento para su plan de recortes para reducir el déficit público, la volatilidad e inestabilidad del mercado dejaron de nuevo cifras históricas y grandes oscilaciones entre un día y otro.

Así, el selectivo se hundió el martes hasta niveles mínimos de hace un año y se quedó a tan sólo cuatro puntos de perder la cota de los 9.000 enteros, mientras que el jueves se anotó el tercer mayor repunte del año (+3,23%).

Los inversores continuaron centrados en la evolución del sistema financiero y del mercado de deuda y obviaron los buenos datos macro, como que el Estado español redujo su déficit en un 18% en abril y que el número de hipotecas constituidas sobre viviendas aumentó un 2,4% en marzo en relación a 2009.

En el plano internacional, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) consideró que la recuperación económica se produce con mayor rapidez de lo previsto, por lo que espera crecer un 2,7% este año y un 2,8% en 2011.

Sin embargo, las advertencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la necesidad de reformas amplias y de largo alcance en la economía española y la intervención de CajaSur hicieron saltar de nuevo las alarmas sobre la debilidad y la capacidad de recuperación de España.

Los analistas consultados aseguran que mientras las cajas de ahorros no concluyan su proceso de reestructuración y no se disipen los temores sobre el sistema financiero, el mercado continuará descontando esta situación como un factor a tener en cuenta a la hora de tomar sus decisiones de inversión.

Precismante el el Ibex se despide de la semana después del acelerón en las fusiones de cajas de ahorros registrado hoy, con operaciones que implican a las grandes, La Caixa y Caja Madrid, después de que el comisario de Competencia, Joaquín Almunia, instara a estas entidades a no dejar para mañana lo que pueden hacer hoy.

Iberia, que avanza progresivamente en la resolución de sus conflictos laborales con la tripulación de cabina y los pilotos, lideró las subidas semanales con un alza del 10,28%, seguida a gran distancia por Inditex (+3,72%) y Técnicas Reunidas (+3,10%).

Entre los pesos pesados del índice, Iberdrola suma una ganancia semanal del 3% que coloca a la eléctrica en el cuarto puesto del podio de mayores ganancias, mientras que, a bastante distancia, Endesa se anota un 1,38%.

Las acciones de Telefónica, que mantiene abierta la opción de lanzar una OPA hostil sobre la operadora portuguesa Portugal Telecom (PT) en el caso de no lograr persuadir a su homóloga lusa para que le venda su participación en Vivo, subió un 0,77% en los últimos cinco días.

Repsol también terminó la semana con saldo positivo en igual proporción que Gas Natural (+0,42%), mientras que la banca no logró escapar del terreno negativo en una semana marcada por el endurecimiento de las exigencias del Banco de España sobre las provisiones.

BBVA fue el valor financiero menos mal parado (-1,17%) junto a Santander (-2,38%), mientras que el retroceso de la banca mediana fue más acusado- Bankinter, Sabadell y Banesto perdieron un 2,65%, un 2,69% y un 2,93%. Popular experimentó el peor comportamiento semanal (+6,28%).

El Banco de España defiende una regulación financiera más estricta

SITGES.- El director general de regulación del Banco de España, José María Roldán, defendió este sábado la reforma financiera internacional en materia de banca en manos del comité de Basilea porque tiene un objetivo a largo plazo y trata de buscar un nuevo equilibrio regulatorio del sector bancario para tener un sistema más resistente a futuras crisis.

"Queremos estar seguros de que van a sobrevivir al peor escenario", aseguró.

En su intervención en la XXVI Reunión del Círculo de Economía, Roldán explicó que se exigirá a las entidades más capital y de más calidad, se va a poner un límite al apalancamiento y habrá una regulación de liquidez, como existe en el capital. "No tratamos de arreglar esta crisis financiera, si no de prevenir las siguientes".

"Queremos que la entidades tengan un colchón de liquidez a corto plazo para sobrevivir a situaciones a extremas", afirmó. "Si el mercado se vuelve loco que tenga capacidad para sobrevivir un mes".

Para Roldán, el mensaje de la reforma financiera internacional es muy claro y se va a ir a regulaciones mucho más estrictas sobre la actividad bancaria. Recordó que la lección a extraer de esta crisis es que todas las entidades españolas deben ser capaces de tener flexibilidad para lograr capital de "primera categoría".

A su juicio, el futuro de la banca pasa por ser más tradicional, ser menos de mercados, y se exigirá a las entidades más capital y más liquidez, por lo que también será más cauta. Abogó por contrarrestar una eventual posición conservadora con el desarrollo del mercado del capital riesgo.

El director de regulación del Banco de España insistió en la necesidad de una regulación bancaria porque el sistema financiero juega un papel vital en la economía y en su crecimiento. "Queremos bancos, cajas y cooperativas que sean capaces de sobrevivir a pérdidas esperadas e inesperadas", sostuvo.

Por último, también reconoció que tanto las entidades como el organismo supervisor deben mejorar en transparencia y comunicar de forma más eficiente a los mercados lo que están haciendo para evitar incertidumbres.

€uro: la hipótesis de lo peor /Jean-Michel Vernochet*

El ataque financiero del que Grecia ha sido objeto debido a su deuda soberana y a su potencial insolvencia ha resultado ser, en realidad, una ofensiva contra el euro y no tener más que una lejana vinculación con las taras y carencias estructurales de la propia economía helénica.

Se trata por cierto de «vicios» de los que también adolecen además la mayoría de los países post-industriales, que han adquirido la mala costumbre de vivir por encima de sus posibilidades reales y de depender del crédito, dando así lugar a una inflación galopante de la deuda, a una «burbuja» condenada –como cualquier otra– a terminar rompiéndose.

Todo parece indicar, sin embargo, que tras la brutalidad del ataque y más allá de una simple ansia por saquear las economías europeas se perfilan además otros objetivos, esencialmente de orden geopolítico, objetivos que han sido trazados de forma especialmente deliberada ya que los apetitos de anónimos depredadores financieros no justifican, por acentuados que sean, la intensidad y la duración de una ofensiva que, a corto plazo, amenaza con hacer volar en pedazos la eurozona, la Unión de los 27, e incluso mucho más...

La repetición de las crisis que han caracterizado las dos últimas décadas y una rápida interpretación del desplazamiento de los peones sobre el Gran Juego del «Tablero euroasiático» permiten apreciar que Europa se ha convertido en escenario de una verdadera guerra geoeconómica (que es al fin y al cabo una guerra en toda la extensión de la palabra), de una batalla que por cierto ya tiene potencialmente perdida.

En efecto, la adopción — ante los insistentes reclamos de la Casa Blanca — de un plan europeo destinado a poner a flote la deuda pública de los Estados miembros de la Unión Europea, no sólo no constituye ninguna panacea, o sea que no es una solución duradera para la crisis presupuestaria de carácter estructural que está afectando a «todos» los Estados occidentales, sino que va en el sentido deseado por el mentor estadounidense de una rápida integración de la Unión Europea, condición obligatoria para la constitución de un verdadero bloque occidental.

Este plan europeo responde a una crisis de confianza, de solvencia (ampliamente artificial al principio, pero que se ha hecho contagiosa y que está teniendo un efecto de bola de nieve), a través de una recapitalización de los Estados, como si se tratara de una simple crisis de liquidez. Se trata de un plan europeo de 750 000 millones de euros, superior por lo tanto al plan Paulson –de 700 000 millones de dólares– destinado, después de la debacle de los establecimientos financieros estadounidenses de septiembre del año 2008, a ponerlos a flote recurriendo a los fondos públicos.


Una solución cuyos efectos estamos viendo en este momento al comprobar que la recapitalización del sector financiero privado ha tenido como aberrante consecuencia un tremendo crecimiento de la deuda de los Estados a ambos lados del Atlántico.

Después de haber desatado la recesión, o sea luego de haber inutilizado el motor económico, la crisis financiera nacida en Estados Unidos ha agotado por lo tanto los recursos fiscales de los Estados, haciendo así más difícil aún el servicio de una deuda cada vez más considerable.


Pero la Unión Europea acaba de poner más deuda dentro de la deuda con estos 750 000 millones de euros que gravarán aún más sus presupuestos nacionales (ya que la tasa media de endeudamiento de la eurozona es actualmente de un 78%), y lo hace supuestamente para «restaurar la confianza de los mercados»…

En aras de obtener ese resultado, la Unión Europea acaba de ponerse –voluntariamente– a la merced del Fondo Monetario Internacional, que va a concederle préstamos por unos 250 000 millones de euros. Y se trata del mismo FMI cuyo papel parecía consistir, hasta ahora, en apoyar a las tambaleantes economías del Tercer Mundo a golpe de planes de llamados ajustes estructurales. Es por lo tanto una entidad supranacional con vocación «mundialista» la que va a encargarse, de cierta manera, de supervisar más o menos directamente las estructuras de gobernanza económica de las que la Unión Europea seguramente se dotará si la eurozona no explota antes espontáneamente.

Se trata de estructuras de carácter integrativo que ya viene reclamando gritos Paul Volcker, el director del Consejo para el Redespegue Económico (de Estados Unidos) en la Casa Blanca, quien desde Londres critica duramente a los dirigentes europeos exigiendo un nuevo fortalecimiento del euro, algo que estadounidenses y británicos necesitan tremendamente para mantener a flote sus propias economías.

Hay señalar de paso que fue posiblemente muy a su pesar que la canciller alemana se resignó a suscribir este gigantesco plan de apoyo a los países de la eurozona que están enfrentando dificultades, mientras que su homólogo francés –según un persistente rumor– la amenazaba con volver al franco si ella no se plegaba. Si bien es cierto que «a la hormiga no le gusta prestar lo que tiene», un regresp al Deutsch Mark equivaldría a firmar la sentencia de muerte de la economía alemana ya que, al tener una moneda demasiado fuerte, Alemania no podría seguir exportando su producción industrial, que constituye la base de su economía. Bastó ese chantaje para obligar a Berlín a que aceptara, contra su voluntad, someterse a las condiciones que imponía la administración Obama.

Dictados estadounidenses que conducen a una enorme trampa: ¡los capitales obtenidos como préstamo en el mercado o prestados por el FMI para el salvamento de los «PIIGS» en peligro de caer en la cesación de pagos deben apoyarse en estructuras que garanticen en definitiva la solvencia del euro! Moneda cuya solidez sólo podrá verse asegurada por las instituciones federales que Jacques Attali viene promoviendo incansablemente a través de nuestros medios de difusión cuando reclama «la creación de una Agencia Europea del Tesoro, inmediatamente autorizada a obtener préstamos en nombre de la Unión, y de un Fondo Presupuestario Europeo, que inmediatamente recibiría un mandato para controlar los gastos presupuestarios de los países cuya deuda sea superior al 80% del PIB».

A fin de cuentas, se trata ni más ni menos de poner a los Estados bajo un tutelaje económico con el pretexto de salvar la eurozona, al parecer condenada a una inevitable bancarrota… ya que el abandono de la moneda única constituye un tabú que nadie parece dispuesto a tratar de modificar.

Algunos proyectos van más lejos aun y ya tienen previsto que los presupuestos de los Estados de la eurozona estén totalmente sometidos al control y a las decisiones de un triunvirato conformado por la Comisión de Bruselas, el Banco Central Europeo y el Eurogrupo.
¿Qué pasaría entonces con la voluntad popular y con el Parlamento de Estrasburgo?

Pero nadie se preocupa por denunciar el sofisma o el paralogismo que constituye esa fórmula de integración económica y de regreso a la confianza en los mercados. En primer lugar, ¿por qué habría que permitir que sean los mercados los que impongan su propia ley?
¿No sería además el momento adecuado para cuestionar el capitalismo accionarial, anónimo y voluble, que ha demostrado ser capaz de arruinar a las naciones en función de sus antojos o de sus cálculos?

La gobernanza económica europea no es, en ese sentido, la solución adecuada, como tampoco lo es la inundación de liquidez como respuesta a la actual crisis. El excesivo endeudamiento provocado por el «plan» es sin dudas una solución falsa impuesta desde el exterior con el objetivo de encadenarnos más aun, a nosotros los europeos, a los mercados de capitales y a su indescriptible dictadura.

La idea de la gobernanza económica nace del mismo principio ya que se trata, para decirlo con claramente, de algo insensato en la medida en que esa idea no tiene en cuenta las diferencias que existen entre las diversas sociedades implicadas en todas las etapas de la construcción europea: tipos o modelos de crecimiento, regímenes fiscales y sociales, etc. Se trata de una «idea» que no es tal, y no lo es porque tiene un carácter extremadamente ideológico… se trata en realidad de un proyecto tras el cual se esconden un gran número de segundas intenciones que no tienen nada que ver con la prosperidad económica ni con el bienestar de los pueblos de la Unión Europea.

Algunos se han dado cuenta, muy acertadamente, de que la crisis no era más que el medio y el pretexto para precipitar la imposición de un férreo sistema federal a los 27 [Estados miembros de la Unión Europea], a despecho de las voluntades populares a las que ya se impuso el Tratado de Lisboa de la manera más solapada. Una crisis que es y que sigue siendo –no perdamos de vista este importante factor– artificial, fabricada, en una palabra, es lo contrario de una «fatalidad» inherente a lo que supuestamente sería una vida autónoma y desencarnada de los mercados dirigidos por una «mano invisible».

Un proceso que tiene la reputación de ser «infernal» pero que, para ser anónimo, no deja de estar muy estar vinculado a las figuras de carne y hueso de los grandes manipuladores de dinero y de otros personajes que dan órdenes y que hacen con las bolsas lo que les viene en ganas. Es por eso que Estados Unidos mantiene un doble discurso a través de dos voces diferentes. La de los «mercados» y la de su presidente, quien interviene para sermonear a los europeos y exigirles que estabilicen su moneda o, en otras palabras, las políticas económicas europeas indisolublemente vinculadas a la salud, buena o mala, de su moneda.

Sin embargo, ¡no vayan a creer ustedes ni por instante que eso puede ser una forma de injerencia en los asuntos de la Europa continental!
¿Se imaginan ustedes a Angela Merkel o a Nicolas Sarkozy intimando a la Casa Blanca a hacer una buena limpieza en Manhattan?

La otra voz es la de quienes hacen lo que les da la gana con los mercados… o sea, los que dan las órdenes desde el anonimato, aquellos que ni los propios gobiernos pueden identificar, como confesó tan lastimeramente la ministra de Finanzas de Francia, Christine Lagarde.
Los que hacen subir y bajar las bolsas a su antojo, como el gato juega con el ratón, anticipando las altas y bajas que ellos mismos provocan artificialmente.

El reclutamiento de esos oligarcas se desarrolla, en primer lugar, entre los representantes de la alta finanza, de los complejos militaro-industriales, de los megagrupos del petróleo y de la química o de la ingeniería genética, pero también se reclutan entre los ideólogos y teóricos que se dedican a legitimar el «sistema», nuevos sacerdotes de la religión de la ganancia como nuevo monoteísmo, el del mercado. Pero esa gente tiene en realidad un discurso muy diferente.

¿Qué otra explicación puede tener si no la evidente contradicción entre las inquietudes expresadas por el presidente Obama –por lo demás legítimas ya que Estados Unidos necesita un euro fuerte, que penalice las exportaciones europeas dando así cierta ventaja a las industrias estadounidenses, útil regalo debido a sus déficits abismales (1 400 millones de dólares) y sobre todo para apoyar el esfuerzo de guerra actualmente en marcha en Irak, Afganistán y Pakistán– y la continuación de la desestabilización a fondo de las economías occidentales mediante reiterados ataques de los mercados contra el euro?

Por muy voraces, inconsecuentes e incluso irracionales que puedan ser los «operadores», estos están concientes de que la continuación de la ofensiva contra el euro está poniendo en peligro a todo el sistema y puede precipitar a la economía mundial en una nueva fase de caos.
¿Por qué prosigue entonces este baile al borde del abismo? Nadie podrá hacernos creer esa estupidez de que los mercados viven su propia vida, que son incontrolables y que todo esto sólo se debe a un acelerón de la máquina económica… En pocas palabras, que todo esto «no es culpa de nadie» sino la simple consecuencia de una imposibilidad de manejar los actores y los irracionales patinazos de los mercados.

Digamos entonces claramente que el riesgo de derrumbe de todo el sistema es parte esencial de la partida que se está jugando en este momento. Los grandes jugadores, fríos y calculadores, son adeptos declarados de la «teoría de los juegos» (de Neumann y Morgenstem), concepción probabilista que sirvió de basamento a lo que fue la doctrina de la disuasión nuclear… El ganador es aquel que sea capaz de ir más lejos en la mortal apuesta. Un ejemplo que reviste un enorme parecido con lo que actualmente estamos viviendo: una creciente desestabilización de las economías europeas, con consecuencias nada despreciables del otro lado del Atlántico.

Agreguemos a eso que el caos financiero, monetario y económico, de ambos lados del Atlántico, representa una oportunidad extremadamente favorable para quienes, digámoslo una vez más, se benefician con la resaca de los números de la Bolsa, provocando y anticipando los accesos de pánico y de euforia para jugar indistintamente con las tendencias al alza o la baja en mercados que se han vuelto histéricamente erráticos.
A principios del siglo 20, el economista Werner Zombart teorizaba sobre la «destrucción creadora» (posteriormente retomada por Joseph Schumpeter).

Desde entonces, esa idea ha venido abriéndose paso a través, entre otras, de la teoría matemática del francés René Tom (la llamada teoría de las «catástrofes»). Revisada y corregida por Benoit Mandelbrot, esta última se aplicará, a través de la geometría de los fractales, a la vida de los mercados, vistos desde entonces como una entidad sometida a la teoría del caos, decididamente muy de moda.

Mientras tanto, el economista Friedrich Von Hayek, uno de los teóricos del neoliberalismo, pretendió promover la economía liberal a la categoría de ciencia exacta. De esa manera, según su biógrafo Guy Sorman, «el liberalismo converge con las más recientes teorías físicas, químicas y biológicas, en particular la ciencia del caos formalmente enunciada por Ilya Prigogine. En la economía de mercado, al igual que en la Naturaleza, el orden nace del caos: la espontánea combinación de millones de decisiones y de informaciones no conduce al desorden sino a un orden superior»… No hay mejor imagen que esa ya que nos entrega la clave que permite interpretar la crisis.

A fines de los años 1990, los neoconservadores adeptos de Leo Strauss llevan a su lógico paroxismo el nuevo dogma del desorden superior convirtiéndose en apologistas del caos constructor como supuesta legitimación de todas las guerras de conquista del siglo 19. Desde ese punto de vista, es posible ver el caos en pleno trabajo en el Gran Medio Oriente, al igual que en este mismo instante en Europa.

Podemos tener la certeza de que el nuevo orden regional que los grandes organizadores del caos pretenden hacer surgir de la actual crisis será una Europa unificada, centralizada y federativa, bajo la tutela directa de Estados Unidos a través de la Reserva Federal estadounidense, que hará del Banco Central Europeo una simple sucursal, y bajo la mirada vigilante del FMI, representante o emanación de un poder mundial emergente, tan desterritorializado como tentacular.

Resulta bastante evidente que el endiosamiento del mercado asociado a la idea de un «caos constructor», completada a su vez por un uso intensivo de la teoría de los juegos manipulada por adeptos de la demolición, constituye una mezcla bastante explosiva que está a punto de explotarnos en la cara. Y es importante señalar aquí que el «caos» (intencional) es hoy en día una forma de gobernar, de transformar la sociedad y de conquistar sin lucha, una versión dura del conocido divide y vencerás, al que se recurre aunque sea a costa de la supervivencia de las naciones y los pueblos.

A fin de cuentas, lo importante es poner a Europa de rodillas. Grecia –que es ciertamente uno de los países más débiles de la eurozona, aunque no mucho más que Italia, España, Irlanda o Portugal– ha sido hasta ahora una especie de electrón suelto que obstaculiza una plena integración de los Balcanes a la trama geoestratégica estadounidense.

A modo de conclusión temporal, si la Unión Europea, en el marco de la crisis, avanza a marcha forzada hacia una gobernanza económica federativa, entrará entonces en una fase que la llevará hacia la atribución de un poder prácticamente discrecional a la Comisión Europea, que se compone esencialmente de tecnócratas no electos y reclutados en función de una indestructible obediencia atlantista. Dicho claramente, ello significaría la desaparición de los Estados-Naciones europeos.

De hecho, ya nada se opondrá a que Europa sea integrada a un Bloque Transatlántico. Con el tiempo, la fusión del euro y del dólar sellará la unión del Viejo Mundo y del Nuevo Mundo. Es evidente que no se trata de simples especulaciones sino de una real proyección de las tendencias arquitectónicas que visiblemente se están aplicando en el marco de un proceso de redistribución o de recomposición geopolítica del mapa mundial. Lo cual equivale a decir que, si no se desintegra la eurozona, el destino de los pueblos europeos parece definitivamente sellado, o sea encadenado para bien y para mal al «Destino manifiesto» de Estados Unidos, independientemente de una reforma del sistema económico mundial.

Los financieros perderán quizás algunas plumas en ese proceso si la comunidad internacional se pone de acuerdo para fijar límites a sus apetitos mediante la reglamentación de los mercados. En todo caso, lo cierto es que los promotores del caos constructor habrán ganado la partida al crear las condiciones para nuevos incendios.

Ya que «lo peor», que a menudo han mencionado en Francia individuos tan influyentes como Bernard Kouchner y Jacques Attali, resulta ser sin embargo lo menos improbable cuando los gobiernos, al verse con la espalda contra la pared, no tienen otra posibilidad que «huir hacia delante». En Kuwait, en 1991, y en Irak, en 2003, entre los objetivos apenas ocultos de la guerra, ocupaban un lugar importante la reactivación del motor económico a través de los proyectos privados de reconstrucción… por no mencionar otros intereses más evidentes y más inmediatos, como los combustibles fósiles, las ventas de armas y todos los mercados que de ellos se derivan.

Cualesquiera que sean los acuerdos entre Turquía e Irán sobre el enriquecimiento de uranio con fines médicos, cualesquiera que sean las contrariedades diplomáticas que esos acercamientos entre aliados y enemigos de Estados Unidos impliquen para el Departamento de Estado, basta con releer las fábulas de Jean de La Fontaine para saber que... ¡la retórica del lobo siempre prevalece ante la del cordero!

En el actual contexto de extrema fragilidad de la economía mundial, tenemos que prever que la salida de la crisis tendrá que pasar por la dolorosa puerta del caos constructor.

(*) Ex periodista de la publicación francesa Figaro Magazine y profesor de la Escuela Superior de Periodismo (ESJ-Paris). Su obra de más reciente publicación se titula Europe, chronique d’une mort annoncée (Europa, crónica de una muerte anunciada) ediciones de l’Infini, 2009.