domingo, 21 de noviembre de 2010

El FMI está dispuesto a iniciar unas negociaciones "rápidas" con Irlanda


WASHINGTON.- El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, ha manifestado la disposición de este organismo a negociar "rápidamente" negociaciones para concretar un programa para Irlanda enmarcado en el paquete de ayuda solicitado por Dublín.
 
   "Un equipo del FMI que se encuentra en estos momentos en Irlanda para contactos técnicos iniciará ahora una discusión sobre un programa económico con las autoridades irlandesas, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo", ha indicado Strauss-Kahn en un comunicado.

   En el comunicado anterior, el director gerente manifiesta su satisfacción por la "respuesta" de UE y los miembros de la eurozona ante la petición de ayuda financiera de Irlanda. 
"A petición de las autoridades irlandeses, el FMI está dispuesto a sumarse a este esfuerzo, incluido un préstamo multilateral", continúa.

El primer ministro confirma que Irlanda solicitará el plan de rescate

 DUBLÍN.- El primer ministro de Irlanda, Brian Cowen, ha confirmado a última hora del domingo que el país solicitará los fondos de rescate de la Unión Europea (UE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) con el objetivo de garantizar la solvencia del sector bancario irlandés.

   En una rueda de prensa, Cowen confirmó lo anunciado hace unas horas por su ministro de finanzas, Brian Lehinan, quien adelantó que Irlanda solicitará la ayuda de la UE, el FMI y el BCE, tras ratificar un plan de austeridad con el que se pretende reducir el déficit nacional en 15.000 millones de euros para finales de 2014, según informó la cadena estatal RTE.

   El dirigente señaló que el objetivo de esta ayuda, cuyos detalles se concretarán en reuniones posteriores, es devolver la solidez al sistema bancario del país, así como situar el déficit público en niveles similares a los de 2006. No obstante, descartó que esta medida fuera a suponer variación alguna en el impuesto de sociedades, lo que ha tranquilizado a las empresas asentadas en el país.

   En este contexto, Cowen aseguró que la solidaridad que ha mostrado Europa al tender la mano a Irlanda será recompensada por Dublín. En la misma línea se manifestó Lenihan, quien destacó la fortaleza de las relaciones entre el país y sus socios comunitarios.

   Por su parte, el gobernador del Banco Central de Irlanda, Patrick Honohan, aplaudió la decisión del Gobierno de solicitar los fondos de rescate --paquete estimado en unos 100.000 millones de dólares (unos 73.000 millones de euros)--, al considerar que las ayudas al sector bancario aportarán mayor seguridad a las políticas económicas y financieras.

Contribución del Reino Unido 

Reino Unido va a aportar unos 11.000 millones de euros (7.000 millones de libras) al rescate acordado entre varias instituciones internacionales para ayudar a Irlanda, según ha informado la BBC.
    La suma incluye las contribuciones bilaterales británicas a Irlanda y contribuciones al paquete de rescate coordinado por el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea.
   Según la BBC, el Gobierno británico pretende con su aportación ayudar a un "amigo en un momento de necesidad".

Por otra parte, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha mostrado su satisfacción por la petición de ayuda realizada por Irlanda al Fondo Monetario Internacional (FMI), la UE y el propio BCE.

   "El BCE coincide con la Comisión, los ministros del Ecofin y el Eurogrupo en que se preste la ayuda a Irlanda para salvaguardar la estabilidad financiera de la Unión Europea y de la eurozona", explica el BCE en un comunicado.

   "Confiamos en que este programa contribuya a garantizar la estabilidad del sistema bancario irlandés y le permita desempeñar su cometido en el funcionamiento de la economía", señala el banco.

Los ministros de Economía de la Unión Europea acuerdan acudir al rescate de Irlanda

BRUSELAS.-  Los ministros de Economía de la Unión Europea han acordado este domingo responder positivamente a la solicitud de asistencia presentada por Irlanda para hacer frente a la crisis de deuda provocada por los graves problemas de su sector financiero.

   El ministro de Economía belga, Didier Reynders, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE, ha asegurado en declaraciones a la agencia belga que la ayuda será de "menos de 100.000 millones de euros". Los fondos se concentrarán especialmente en el sector bancario. En la operación participarán también Reino Unido y Suecia pese a que no forman parte de la eurozona, ha explicado.
   La decisión se ha adoptado durante una conferencia telefónica convocada de forma extraordinaria después de que el ministro de Finanzas irlandés, Brian Lenihan, confirmara que Irlanda pedirá ayuda del fondo de 750.000 millones de euros de la UE y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
   El importe final del plan de rescate y las condiciones que se impondrán a Irlanda para acceder a los fondos serán ultimados los próximos días por la misión de la Comisión, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI que se encuentra en Dublín desde el pasado jueves en cooperación con las autoridades irlandesas.
   El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, se ha mostrado convencido de que con este rescate se podrá frenar el contagio de la crisis de deuda a otros países como Portugal o España.
   "Si encontramos ahora la respuesta adecuada al problema irlandés, habrá grandes posibilidades de que no se produzcan efectos de contagio", ha dicho.
   El de Irlanda será el segundo rescate que realiza la UE este año. El pasado mes de mayo, los ministros de Economía ya aprobaron una ayuda de 110.000 millones de euros para Grecia, cuyo tercer tramo se pagará en enero.
   El Gobierno irlandés ha elaborado un plan de austeridad para los próximos cuatro años que busca reducir el déficit público en 15.000 millones de euros para volver a situarlo por debajo del 3% en 2014. El programa prevé un esfuerzo inicial de consolidación fiscal de 6.000 millones para 2011.
   Dublín se había resistido hasta ahora a aceptar la ayuda de la UE para no perder soberanía fiscal. Las autoridades irlandesas rechazan aumentar su impuesto de sociedades del 12,5%, uno de los más bajos de la UE, y que ha utilizado para atraer a las multinacionales a su territorio. Francia, Alemania o Austria han sugerido que este tipo debería incrementarse, pero han aclarado que no lo exigirán como condición para el rescate.
   También el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha dicho que Irlanda dejará de ser un país de impuestos bajos tras esta crisis, aunque no se ha referido específicamente al impuesto de sociedades. Rehn ha explicado además que el objetivo prioritario del plan de rescate será que "el sector bancario irlandés se haga viable y sostenible, lo que requerirá bastante reorganización y reestructuración".
   Los problemas de los bancos irlandeses han obligado a Dublín a comprometer 50.000 millones de euros en su rescate, lo que disparará el déficit público de este año hasta el 32% del PIB.

Irlanda acepta la oferta de rescate financiero internacional

DUBLÍN.- Irlanda solicitará un rescate de prestamistas internacionales, dijo el domingo el ministro de Finanzas, Brian Lenihan, terminando con semanas de especulación respecto a si necesitaría ayuda financiera para apuntalar su alicaído sector bancario.

Lenihan dijo el domingo por la noche que apoyó una iniciativa para que su gobierno solicite a  prestamistas internacionales decenas de miles de millones de euros en préstamos y garantías para mantener a flote las finanzas de su país, afectadas por la crisis. Y para aprobar un programa de austeridad de cuatro años.

Brian Lenihan dijo que Irlanda tiene un déficit de 19 millones de euros que no puede financiar con las tasas actuales del mercado y que acudirá a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional para pedirles ayuda.
"Recomendé al Gobierno que debería solicitar un programa e iniciar negociaciones formales", dijo el responsable a la cadena pública RTE, y agregó que un plan para reestructurar a los bancos de Irlanda posiblemente sería clave en el proceso.
Sin embargo, el tema de elevar los impuestos sobre las empresas no estaba en la agenda, dado que la medida inhibiría la capacidad de la economía para expandirse, dijo Lenihan.

El montante que Irlanda planea solicitar no sería una "suma de tres cifras", manifestó el ministro, desmintiendo una información el domingo que sugería que Irlanda podría necesitar hasta 120.000 millones de euros.

Irlanda podría necesitar entre 45.000 y 90.000 millones de euros, dependiendo de si sólo pretende apuntalar a su sector bancario o si requiere ayuda con su deuda pública.

Los ministros de Finanzas de la zona euro discutieron la solicitud de Irlanda en una teleconferencia el domingo, pero aún no se ha hablado de cifras concretas, indicó una fuente europea.

Responsables del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea han estado en Dublín desde el jueves para definir un paquete financiero que ayudará al país a impulsar su sector bancario, cuyas enormes obligaciones de deuda han disparado los costes de crédito irlandeses.

Además de un plan de cuatro años, el Gobierno presentará un programa para salvar a los bancos del país que implicará la reestructuración de sus balances generales.

"Los bancos están financiados como parte del Eurosistema pero no podemos permanecer en este estado para siempre", dijo Lenihan. "Tiene que haber cambios estructurales en los bancos para ponernos de nuevo en el buen camino", sostuvo.

El sector bancario de Irlanda, al borde del colapso por su exposición al sector de la construcción y propiedades tras su derrumbe durante la crisis financiera global, se ha vuelto dependiente de los fondos del BCE y ha visto un éxodo de los depósitos en los últimos seis meses.

Los llamamientos para que el Gobierno renuncie se han incrementado en Irlanda debido a su gestión de la crisis financiera y económica.

Políticos dentro de las propias filas del gobernante partido Fianna Fail criticaron el domingo al Gobierno, mientras comentaristas destacaron el enfado público que según los sindicatos podrían desatar disturbios civiles.

"Ustedes mintieron, nos defraudaron. Por el bien de Irlanda, váyanse", demandó el diario Sunday Independent en su portada, bajo una fotografía del Gabinete.

El enfado público, que ya era alto ante el sombrío prospecto laboral y de recortes de beneficios sociales, alcanzó su punto álgido cuando quedó claro que el Gobierno buscaría ayuda del exterior.

El Gobierno insistió públicamente que no estaba en negociaciones cuando en realidad las discusiones informales ya se estaban llevando a cabo.

"(...) Las acciones del Gobierno y sus comentarios durante los últimos 10 días han socavado en lo fundamental la confianza pública", escribió el político de Fianna Fail y ex ministro de Defensa, Willie O'Dea, en el Sunday Independent.

Otros colegas fueron más allá. "Fianna Fail como partido debe cambiar, y debe convocar elecciones, aunque eso signifique que perderemos el poder", escribió el domingo el legislador de Fianna Fail, John McGuinness, en The Irish Mail. "(El primer ministro) Brian Cowen debe renunciar", agregó.

Cowen, ministro de Finanzas al final de los años de auge económico de Irlanda, se reunirá con colegas del Gabinete más adelante el domingo para finalizar planes para medidas de austeridad destinadas a ahorrar 15.000 millones de euros para el Estado en el 2014.

Medios locales dijeron que el paquete, que se espera sea dado a conocer a inicios de la semana próxima, incluirá un nuevo impuesto a la propiedad y recortes al salario mínimo, a los beneficios para niños y las asignaciones para quienes están buscando empleo. Las exenciones impositivas a quienes tienen mayores rentas también serían suspendidas.

La oposición portuguesa dice que el déficit está subestimado

LISBOA.- El déficit presupuestario y la deuda pública de Portugal son más altos de lo que reconoce el Gobierno, que está tratando de recuperar la confianza de los inversores en medio de una crisis de deuda, dijo el domingo el líder del principal partido opositor. 

Pedro Passos Coelho indicó en una reunión de su formación, el Partido Socialdemócrata, que elementos como la deuda de las compañías estatales no estaban incluidas en la deuda pública general, que el Gobierno establece en el 82% del Producto Interior Bruto este año.
El político dijo que la deuda pública total "verdadera" estaba situada en el 112 por ciento del PIB, mientras que el déficit presupuestario debería estar en el 9,5% del PIB, por encima del objetivo del Ejecutivo socialista, que gobierna en minoría, del 7,3 para el final de 2010.
"El Estado durante muchos años ha estado retirando del presupuesto una serie de actividades, lo que hace que parte de nuestras cifras sean ficticias", dijo en unas declaraciones emitidas por televisión.
Responsables del Gobierno no estuvieron disponibles inmediatamente para realizar comentarios. Previamente han negado acusaciones del mismo calibre realizadas por partidos políticos de menor envergadura, diciendo que los datos estadísticos y presupuestarios eran supervisados regularmente por Bruselas.
La semana pasada, Passos Coelho confirmó el compromiso de su partido de permitir que el Gobierno apruebe un presupuesto de austeridad en una votación definitiva en el Congreso el 26 de noviembre, añadiendo que esperaba que la luz verde ayudara al sentimiento inversor, después de que la prima de riesgo de la deuda portuguesa alcanzara máximos de la historia del euro este mes.
Los inversores consideran a Portugal el próximo eslabón débil de la zona euro después de Irlanda, y otro candidato potencial para un rescate al estilo griego.
El Ejecutivo ha negado que tenga planes de solicitar ayuda exterior y dijo que la situación de Portugal era muy diferente de la irlandesa, ya que el déficit y la deuda lusa son menores, mientras que sus bancos no afrontan los mismos problemas.
La deuda pública irlandesa está proyectada en alrededor del 100% del PIB y el déficit fiscal subyacente está cerca del 12%.
Portugal pretende recortar su déficit presupuestario al 4,6 del PIB el próximo año y ha previsto dolorosos recortes del gasto y subidas de impuestos para ahuyentar los temores de los inversores.

Opinión de Cavaco Silva

"Espero que no sea necesario" pedir ayuda a la Unión Europea (UE) ni al Fondo Monetario Internacional (FMI), aseguró el presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, que enumeró con énfasis las diferencias entre su país e Irlanda: "No tiene crisis del sistema bancario, no ha padecido una burbuja inmobiliaria, y el nivel de endeudamiento público está dentro de la media europea".
 Así se lo explicó el mandatario portugués al presidente estadounidense, Barack Obama, durante la reciente visita de este a Lisboa con motivo de la cumbre de la Alianza Atlántica. Y dicho así, parece claro que la situación de Portugal no es comparable a la de Irlanda y Grecia. Pero las diferencias no eliminan el riesgo de contagio, sobre todo si los tipos de interés de la deuda soberana a 10 años se mantienen en porcentajes cercanos o superiores al 7% actual.
El Parlamento portugués está en la recta final del debate de los Presupuestos Generales del Estado para 2011, que ya fueron aprobados en sus líneas generales y serán sometidos a la votación definitiva el próximo 26 de noviembre. La propuesta del Gobierno dirigido por el socialista José Sócrates, que contempla un recorte de salarios y pensiones de los empleados públicos y un aumento del IVA, obtendrá luz verde merced al acuerdo alcanzado con el principal grupo de la oposición, el conservador Partido Social Demócrata (PSD).
Será un respiro momentáneo, que no garantizará en cualquier caso que Portugal no necesite en el futuro más oxígeno. La consejera de las instituciones europeas Maria João Rodrigues ha descrito al semanario Expresso cuatro escenarios posibles, que se mueven entre la consolidación presupuestaria y la mejora del desequilibrio interno hasta la salida de Portugal de la Eurozona. Como otros tantos analistas, Rodrigues no descarta que el Gobierno portugués no pueda ejecutar esos presupuestos y sea vea obligado a pedir ayuda internacional.
Aunque el escenario económico portugués no es tan desesperado como el irlandés, la falta de consenso político es una pésima señal para los mercados, que examinan al país cada día con lupa. El PSD va a permitir la aprobación de las cuentas públicas, pero su líder, Pedro Passos Coelho, hizo unas declaraciones que no le hacen ningún favor al Gobierno en estos tiempos de desconfianza.
Passos Coelho aseguró que el déficit y la deuda pública de su país son más elevados de lo que reconoce el Ejecutivo socialista. "Durante muchos años, el Estado ha estado retirando de los Presupuestos Generales del Estado una serie de actividades, lo que hace que nuestras cifras sean ficticias", declaró el político conservador.

China quiere frenar el alza de las materias primas y la inflación

PEKÍN.- China anunció este domingo nuevas medidas para frenar el alza de las materias primas y luchar contra una inflación que se acelera y preocupa cada vez más al Gobierno, según los medios oficiales. 

El Ejecutivo chino pidió a los gobiernos provinciales que aumenten la producción agrícola, para estabilizar la oferta y los precios, informó la agencia oficial Xinhua, citando un documento de siete páginas.
El alza de los precios se aceleró en octubre para alcanzar el 4,4% interanual, llegando a su nivel más alto desde septiembre de 2008. Los precios de algunas verduras han aumentado más de 60% en un año, provocando descontento entre la población.
En el pasado, la disparada de los precios ya provocó disturbios sociales en China. Las últimas medidas de control en este terreno datan de 2007. El viernes, el banco central chino había anunciado un aumento de las reservas obligatorias de los bancos, el quinto desde comienzos de año, para reducir la cantidad de dinero en circulación y combatir la inflación.

En Chile sigue huelga en la gigante privada del cobre 'Collahuasi'

SANTIAGO.- La gigante del cobre Collahuasi cumplió este domingo 17 días en huelga por el rechazo de los trabajadores a la oferta definitiva de reajustes de un 2 a un 5,3% y regalías por 29.000 dólares. 

La portavoz de la empresa, Bernardita Fernández, dijo el domingo que la producción sigue adelante con personal externo. Afirmó que a pesar de la prolongada huelga, "vamos a cumplir todos los compromisos comerciales de la compañía este mes", dijo Fernández. La producción mensual se acerca a las 44.580 toneladas.
Los 1.551 mineros de Collahuasi, responsable del 3,3% de la producción mundial de cobre, con 535.000 toneladas de cobre fino el 2009, aprobaron la huelga, y demandan un 10% de reajuste y la extensión de algunos beneficios a familiares.
La oferta final de la compañía incluye un bono de 14 millones de pesos, 29.000 dólares, un incremento de entre un 2 y un 5,3% del sueldo base y reajustes que van del 16,4 al 23,7% de remuneraciones anexas.
A partir del jueves, cuando se cumplieron dos semanas de paralizaciones, algunos mineros empezaron a "descolgarse" del movimiento y regresaron a sus labores. Según la legislación chilena, se requiere el 50% más uno de los trabajadores para quebrar la huelga.
La compañía dijo a la AP que hasta el viernes último habían retornado a sus trabajos 80 personas y que el reintegro prosiguió el sábado. Los trabajadores dicen que sólo seis abandonaron la huelga.
Los dirigentes sindicales afirman que en el yacimiento hay una correa transportadora sin funcionar porque fue sobrecargada, que tienen problemas para movilizar las reservas de cobre hasta su puerto y que con los trabajadores externos sólo se produce cerca de un 20% del cobre de Collahuasi.
Otras fuentes indican que el yacimiento estaría trabajando a sólo un 40% de su capacidad.
"Todo está funcionando normalmente de acuerdo con el plan de continuidad operacional", afirmó Fernández.
La empresa demandó al sindicato por "prácticas desleales" porque habría obligado a los mineros a firmar un pagaré por 5 millones de pesos, unos 10.000 dólares, si se descuelgan y vuelven a las faenas.
El precio internacional del cobre se elevó a cuatro dólares por libra durante algunos días de la primera quincena de noviembre. La gran demanda de China y la baja en las reservas mundiales presionan su valor.
"Doña Inés de Collahuasi" se ubica a unos 150 kilómetros al este de Iquique, 1.800 kilómetros al norte de Santiago, a 4.450 metros de altura sobre el nivel del mar, y es de propiedad de los consorcios Xstrata y Anglo American, con un 44% de acciones cada una, y de la japonesa Mitsui & Co Lda, con el restante 12%.
La mina enfrentó una huelga de contratistas en mayo, pero cumplió con su producción.

EEUU y la UE piden evitar una devaluación competitiva de las principales divisas

LISBOA.- Estados Unidos y la Unión Europea (UE) exhortaron a evitar una carrera de devaluaciones de las principales divisas mundiales, durante una cumbre entre ambas potencias en Lisboa. 

El presidente estadounidense, Barack Obama, y los líderes europeos se comprometieron en nombre de sus países y a la vez llamaron a sus socios del G20 a "evitar una devaluación competitiva o políticas de tasas de cambio que no reflejen" la situación económica real, en un comunicado conjunto.
"Hemos reafirmado la necesidad de que las divisas se correspondan con los mercados, y de que los países con amplios excedentes favorezcan la demanda interna", declaró Obama en una rueda de prensa, tras unas conversaciones que duraron menos de 90 minutos.
Obama dijo también que lo mejor que podía hacer por Europa era garantizar el crecimiento de la economía estadounidense, reconociendo que será una "tarea difícil".
La semana pasada, en la cumbre del G20 en Seúl, Obama desplegó una ofensiva diplomática sobre el yuan chino. Washington acusa regularmente a Pekín de mantener el yuan artificialmente bajo para favorecer sus exportaciones e inflar aún más su excedente comercial, en detrimento de la industria estadounidense.
En respuesta, China, y otros grandes países exportadores como Alemania, además de los países emergentes, criticaron a la Reserva Federal estadounidense por su reciente decisión de inyectar 600.000 millones de dólares en la economía norteamericana, para estimular su crecimiento.
Según ellos, la medida del banco central estadounidense contribuirá a deprimir el dólar, encareciendo así sus divisas, y a favorecer la entrada en los países emergentes de capitales especulativos, susceptibles de crear burbujas.
No obstante, las 20 principales economías industrializadas y emergentes del planeta se comprometieron a abstenerse de devaluaciones competitivas de divisas como medida para favorecer las propias exportaciones y la salida de la crisis actual.
La ambición de la cumbre de este sábado era recuperar el tiempo perdido tras la anulación de una cita precedente, a finales de mayo en Madrid, con el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, y el de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
La reciente crisis bancaria irlandesa estuvo de telón de fondo de la reunión, dado que los estadounidenses se mostraron abiertamente preocupados en los últimos días por sus consecuencias en el sistema financiero internacional.

Otra dura prueba para España / Carolina Gutiérrez-Cortines

España tiene que superar otra dura prueba ante los mercados este martes. El Tesoro trata de colocar en las mejores condiciones una emisión de obligaciones a 12 y 18 meses. Pero no es el mejor momento. A la crisis propia se le añaden dos acontecimientos excepcionales. La fase aguda de tensiones en la que ha entrado Irlanda, y el sorprendente anuncio este fin de semana del ministro de Exteriores Portugués, Luis Amado, de que si Portugal no logra superar sus actuales dificultades presupuestarias y políticas podría verse obligada a abandonar el euro.

Aunque el espectro de la suspensión de pagos de irlanda se ha alejado, las turbulencias reincidentes que llevaron el pasado viernes a fijar un nuevo récord en la prima de riesgo que paga la República de Irlanda desde el nacimiento del euro, evidencian que las dificultades no han desaparecido. También Portugal ha aclarado que no acudirá al rescate de la UE, pero el hecho de que la Comisión Europea asegure que están preparados para ayudar a los dos países, ha permitido un momento de calma en los mercados, pero no garantiza nada.

Los analistas vuelven a señalar a Angela Merkel como responsable del caos que se generó la semana pasada cuando la canciller alemana dijo que si un nuevo Estado tenía dificultades, los inversores tendrían que asumir también su alícuota parte de las pérdidas. Esta forma de advertir otra vez de que Alemania quiere dejar de ser la caja de “reasistencia” de la Unión Europea, además de inoportuna era innecesaria. Bruselas cuenta ya con sus recursos y no es Alemania el país que más paga en porcentaje, aunque si lo haga en términos absolutos.

La aclaración posterior de Berlín fue todavía peor que la primera declaración de Merkel. El Gobierno alemán estimaba que los 440.000 millones de euros de que se ha dotado Europa no serían suficientes para sacar de sus dificultades a los países periféricos de la Unión, incluyendo Irlanda, Portugal y España, si todos ellos tuvieran que recurrir al unísono a Bruselas.

Pese a la diferente situación que atraviesa España frente a la crisis de Grecia, Irlanda o Portugal, todo el mundo teme el efecto simpatía que podría afectar a nuestro país.

Por eso las declaraciones de este fin de semana del ministro de Exteriores, Luis Amado, al semanario Expresso, en las que dice que Portugal podría tener que renunciar al euro si no consigue alcanzar un acuerdo para formar un gobierno de coalición con la mayoría de los partidos que sea capaz de solucionar la crisis financiera, cayeron como un jarro de agua fría en las filas de los responsables de economía del gobierno español.

Lo que deja claro el titular de exteriores de Portugal es que el país se encuentra en una situación extrema. La salida del euro podrían imponérselo los mercados. Pese a haber vivido tantos años de espaldas a España, la economía de ambos países tiene en la actualidad una gran interconexión tanto por las importantes inversiones realizadas por las grandes empresas y bancos españoles en Lisboa, como por el crecimiento de los intercambios comerciales.

Pese a la debilidad del gobierno socialista luso, que necesita para sacar adelante sus presupuestos el apoyo de la oposición, la solución no pasa por una convocatoria de elecciones. La actual legislatura llega hasta el 2013, pero la Constitución no permite convocar elecciones antes de mayo del año próximo. La inestabilidad podría suponer un hándicap adicional para el país vecino.

Con estos antecedentes se comprende el nerviosismo del Ejecutivo de cara a la prueba que afronta hoy España de nuevo ante los mercados. Se ha cedido tanto ante su amenaza de no invertir, que no caben ya más medidas adicionales por nuestra parte que la de pagar un alto diferencial sobre la deuda respecto de nuestros socios comunitarios.

Las medidas de austeridad que impuso el Gobierno por imposición del Fondo Monetario Internacional y de los propios mercados, han agravado nuestro estancamiento. Y claro, ha llevado a la paradoja de que estos mismos mercados ahora duden de nuestra capacidad para devolver la deuda por nuestra atonía en el crecimiento. Habrá que estar atentos al castigo que nos imponen hoy ante la emisión del Tesoro y a la nueva explicación que den para hacérnoslo creer.

El Gobierno irlandés se reúne para ratificar el plan de austeridad

DUBLÍN.- El Ejecutivo irlandés está reunido de urgencia este domingo para ratificar el programa para la reducción de déficit y modificación de impuestos en un momento en el que la desconfianza popular hacia su gestión ha alcanzado niveles prácticamente históricos, y el país se prepara ante la inminente llegada de un plan de rescate internacional.

   El plan, que contempla la reducción del déficit público en 15.000 millones de euros para 2014, será publicado el próximo martes. No obstante, los estados miembros de la euro zona piden además un aumento del impuesto sobre empresas, una medida rechazada por Dublín, que consideraría que este incremento afectaría negativamente a la inversión extranjera.
   A pesar de que el Gobierno irlandés intenta presentarse como el emprendedor de esta iniciativa, el plan ha sido redactado bajo la estrecha supervisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Central Europeo (BCE), que temen que la crisis irlandesa arrastre a países como España y Portugal. Las instituciones europeas trabajan sobre la base de que el Gobierno irlandés pedirá finalmente la ayuda económica tras la publicación de la nueva estrategia de austeridad.
   A la espera de que el Ejecutivo confirme la aprobación del plan, las últimas encuestas destacan un descenso histórico de confianza por parte de la población. El respaldo al partido del primer ministro Brian Cowen, el Fianna Fail, ha descendido al 17%, según el sondeo publicado por Sunday Business Post/Red C. Este resultado, traducido en las elecciones generales, costaría al partido la mitad de sus escaños.
   Aún más encendidos son los titulares de los periódicos irlandeses, en particular el del 'Sunday Independent', que exige la dimisión en pleno del Gobierno. "Habéis mentido. Nos habéis decepcionado. Por el amor de Irlanda, largaos ya", rezaba el texto bajo la imagen de la totalidad del gabinete de Cowen.
   Otros, como el 'Irish Times', llamaban al optimismo a pesar de la gravedad de la situación, que de todos modos califica de "humillante". "Es comprensible la vergüenza que siente mucha gente ante el abyecto fracaso del Gobierno que ha puesto el país en esta situación, pero cuanto antes lo superemos y nos centremos en limpiar este desastre, mejor".

Presión de las multinacionales

El problema del crecimiento económico casi perpetuo radica justo en esa palabra: casi. Irlanda combinó con éxito durante años un modelo basado en flexibilidad, privatizaciones y bajos impuestos. Funcionó como la seda.
La joya de la corona era un impuesto de sociedades del 12,5% (y ese es el tipo máximo, del que hay que descontar deducciones y demás), que actuó como un imán para las multinacionales extranjeras, y en especial por las estadounidenses, atraídas por el alto nivel de formación, el idioma inglés nativo y la afamada hospitalidad local.Google, Intel, Facebook y muchas otras se instalaron en suelo irlandés y dan trabajo ahora a más de 100.000 personas.
Ahora queda claro sin embargo que la característica más apreciada de esa hospitalidad era precisamente el impuesto del 12,5%, alrededor de la mitad del que pagan las empresas en la Eurozona. Una delegación de la Cámara de Comercio de Estados Unidos se ha reunido en los últimos días con funcionarios del Ministerio de Finanzas irlandés para transmitir su preocupación porque se incluya una subida de ese impuesto dentro de las condiciones para el rescate financiero.
"Todo lo que pueda afectar a la competitividad de Irlanda tiene una gran importancia, incluido el impuesto de sociedades", aseguró hace unos días el responsable de Google en Irlanda, John Herlihy. Ejecutivos de Microsoft, Intel, Hewlett-Packard y Bank of America han lanzado advertencias parecidas sobre las "repercusiones negativas" en la "capacidad [del país] para ganar y retener inversiones extranjeras".
El Ejecutivo irlandés lleva días avisando de que la tasa del 12,5%- uno de los símbolos nacionales, junto con el trébol, el arpa y la cerveza Guinness- "no es negociable". Pero varios países europeos ya han avisado de que el rescate puede ser el catalizador que acabe con un modelo de competencia fiscal desleal que la Comisión Europea siempre ha criticado.
"Puede que sea justo que tarde o temprano Irlanda tenga que subir su fiscalidad a las empresas. El problema es de tiempos: si eso se hace ahora, se condena a la economía irlandesa a una recesión profunda", ha explicado el economista jefe del banco KBC, Austin Hughes.

El número de extranjeros que en España cobra el paro cayó un 20% hasta agosto

MADRID.- El número de extranjeros que cobran la prestación contributiva por desempleo se ha reducido un 20% entre enero y agosto de este año, pasando de los 230.079 beneficiarios a los 183.783, si bien los perceptores de subsidios se han incrementado un 2,8%, pasando de las 166.845 a los 184.074 personas.

   Según explica el Gobierno en una respuesta parlamentaria al diputado del PP Rafael Hernando acerca del número de extranjeros que han recibido prestaciones por desempleo, esta cifra se ha reducido en un 10% en lo que va de año, pasando de 408.909 personas en enero a las 367.852 en agosto.
   La respuesta, fechada el pasado 21 de octubre, no facilita datos a septiembre de este año, pero sí los correspondientes a septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2009, que indican que el último mes del pasado ejercicio cuando se alcanzó el nivel más alto de perceptores de prestaciones contributivas, con 232.882 beneficiarios, si bien los subsidios sólo llegaron a 166.845.
   En cualquier caso, el número de parados extranjeros que reciben subsidios se ha reducido desde abril de este año, cuando se alcanzaron los 194.991 perceptores.
   Asimismo, los perceptores de prestaciones contributivas se ha moderado a partir en la franja de los 184.000 beneficiarios desde el pasado mes de julio, cuando se situó en los 183.064 beneficiarios, llegando a anotarse un leve repunte en julio (184.864 desempleados) que no se corrigió por completo en el mes siguiente.

Cómo reducir el déficit sin dañar el Estado del bienestar

MADRID.- Un recorte ordenado y equilibrado del déficit presupuestario es posible sin dañar el núcleo duro del Estado del bienestar. Es una de las principales conclusiones que se derivan del estudio que acaba de realizar KPMG a través de las experiencias de académicos y responsables del área pública de cinco grandes economías desarrolladas (EE UU, Reino Unido, España, Canadá y Alemania). 

El estudio, al que ha tenido acceso CincoDías, recoge también las experiencias vividas en las últimas tres décadas en varios países desarrollados, en donde fue posible salir de la espiral de bajo crecimiento y elevado déficit y endeudamiento público. 

Una de las principales recomendaciones que se derivan del estudio es que para reducir el déficit presupuestario se consigue mucho más por la vía del gasto corriente que por la del aumento de impuestos. 

“Los incrementos tributarios suelen incidir directamente en la inversión productiva y el consumo privado con lo que se reducen las posibilidades de crecimiento económico a corto plazo”, destaca Cándido Pérez Serrano, socio responsable de Infraestructuras, Gobierno y Sanidad de KPMG en España. 

En cambio la vía del gasto ejerce un “efecto ejemplarizante”. En el caso de España los principales partidas de gasto son las pensiones, las prestaciones por desempleo y la nómina de funcionarios, en el Estado central, y la sanidad y la educación, en las comunidades. 

En un principio parece difícil efectuar reducciones en estas partidas sin recortar derechos sociales como ya ha ocurrido con el decreto aprobado por el Gobierno en mayo. Pero hay vías para conseguirlo o al menos de limitar su efecto. En el caso de la sanidad y la educación, Pérez Serrano propone un ejercicio de evaluación del gasto.

“Debemos ver quién presta estos servicios y cómo se financian y si se pueden prestar de otras formas, como compartiendo gastos entre administraciones o incluyendo las prácticas de gestión privada en ellos o, incluso su externalización, si se comprueba que es más eficiente”, añade. 

En el caso de los funcionarios se puede recortar el conjunto de su masa salarial por vías alternativas al tradicional recorte retributivo, como la eliminación de duplicidades. “La asunción de competencias exclusivas por cada nivel de administración ayudará a evitar gastos superfluos y repetición de ventanillas”, indica. 

También se debería primar con más recursos a los centros públicos más productivos. “La eficiencia en la administración es un incentivo al ahorro”. Como también lo es la utilización de nuevas tecnologías en la prestación de servicios. 

Todas estas posibilidades son mucho más fáciles, a su juicio, si existe un consenso entre los partidos políticos, al menos entre los que cuentan con capacidad de gobernar, algo que no se ha producido. Hoy por hoy, “la atmósfera de crisis puede ayudar a salvar las reticencias” de grupos de presión, se añade en el informe.

-Gasto. Primar el recorte de gasto público, especialmente el corriente, frente al aumento de impuestos sobre la renta.
-Tributos. Serán inevitables alzas parciales y temporales de impuestos. Utilizar también vías no convencionales, como tasas ecológicos y las ligadas a la energía.
-Productividad. Introducir en los servicios públicos el “modus operandi” del sector privado (flexibilización horaria y contractual y salarios variables en función de la productividad).
-Calidad. Análisis de eficiencia de todas las partidas del gasto público. Recorte en las que no han alcanzado los objetivos.
-Copago. Potenciación de esta fórmula para evitar abusos en el consumo de bienes y servicios.
-Ahorro. Vías de economías de escala como centrales de compra de bienes y financiación compartida entre Administraciones, en educación y sanidad.
-Infraestructuras. Privatización parcial de la red y utilización de fórmulas público-privadas para la construcción de nuevas vías.

Irlanda (1987-89). En los ochenta Irlanda tuvo un doble problema, con el déficit y la deuda pública en dos dígitos en términos de PIB. Tras un intento de elevar los ingresos vía subida de impuestos, decidió en 1987 recortar el consumo público (excluyendo la educación) y congelar los salarios de los funcionarios. Pese a los recortes, el PIB siguió creciendo al 5% y la deuda cayó al 90%. 

Suecia (1994-98). La crisis bancaria y bursátil sueca de los 90 fue atajada también con recortes del gasto corriente (el 9% anual en cuatro años). Se logró reducir el déficit desde el 11% del PIB en 1993 al 1% en 1998. La deuda se estabilizó en el 70% del PIB. El crecimiento económico se desaceleró pero se mantuvo en el 3% de media en el periodo. 

Canadá (1994-97). El déficit fiscal canadiense era del 9,2% en 1992. El Gobierno decidió en 1994 un fuerte recorte del presupuesto federal del 20% acumulado en cuatro años. Excluyó, eso sí, la inversión (solo cayó un 0,5%). Se ayudó también de la depreciación del tipo de cambio. El resultado fue un aumento del PIB del 3,4% en el periodo, similar a la media de la OCDE. 

Italia (1989-93). El Ejecutivo intentó el ajuste por la vía del alza tributaria en los 80. La subida impositiva fue tal que dañó la inversión y el consumo. La deuda siguió elevándose hasta 1994. El caso argentino es más dramático. El aumento de impuestos aprobado para equilibrar las cuentas (1999) condujo a una falta de credibilidad tal de los mercados que provocó la quiebra del Estado y el consabido corralito (inmovilización del ahorro privado) para obtener recursos.