lunes, 3 de enero de 2011

En Bolivia, los precios de los alimentos vuelven lentamente a la normalidad

LA PAZ.- Los precios de los alimentos retornaban lentamente a la normalidad luego de dispararse a causa del alza de los carburantes decretada por el gobierno del presidente Evo Morales, que fue anulada tras cinco días de protestas. 

Pero los panaderos se resistían a bajar los precios. Según el dirigente del sector Dandy Mallea hay otros insumos que aún están caros, por lo que se subirá un mínimo el precio del pan.
El ministro de la presidencia, Oscar Coca, pidió que se retorne a la normalidad lo antes posible y calificó de "arbitrario y abuso" el comportamiento de los comerciantes, que continúan vendiendo los alimentos con altos precios.
La estatal Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA), informó que los precios de los productos de la canasta familiar que comercializa bajaron 15%, el porcentaje en que se habían incrementado desde el decreto de alza de las gasolinas.
En tanto, el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Daniel Sánchez, señaló que el sector está preocupado por que ve una "deficiencia en el manejo... de las políticas económicas del país".
Varios sectores y movimientos sociales pidieron la renuncia de los ministros de Economía e Hidrocarburos. Coca anunció que el gabinete ministerial realizará una evaluación de la gestión de gobierno el viernes pero aclaró que la decisión de cambiar o no a los ministros es del presidente.
El 26 de diciembre el gobierno incrementó un 73% el precio de la gasolina, 83% el del diesel y 99% el de jet fuel. El gobierno justificó los aumentos por un "declive" en la producción de petróleo y aseguró que los carburantes eran vendidos en las fronteras con Brasil, Argentina, Chile y Perú a un mayor precio. La medida se conoció popularmente como "gasolinazo".
Pero el sábado, a una hora de recibir el 2011, Morales retrocedió en la medida y anuló el decreto. El precio de la gasolina retornó a la normalidad en las nueve regiones bolivianas.
Ahora, la peripecia es percibida como una derrota política del presidente boliviano y los platos rotos podrían pagarlos algunos de sus ministros. 
 Morales firmó un decreto hace 9 días para subir los carburantes hasta en un 83%, el más alto de la historia, y 5 días después tuvo que derogarlo tras violentas protestas sociales en sus bastiones electorales, como las ciudades de La Paz y su vecina El Alto y Cochabamba, que se saldaron con 15 heridos y 21 detenidos.
Un proceso inflacionario activó las protestas aunque tras la anulación de la norma los precios de los alimentos comenzaron a estabilizarse lentamente.
En una nueva muestra de la incertidumbre de la situación, el Gobierno señaló el domingo que sí subiría el precio de los combustibles pero esta vez "en consulta con el pueblo", dijo el vicepresidente del país, Álvaro García Linera.
Las críticas a la labor de varios ministros del presidente Morales afloraron este lunes, tras las primeras evaluaciones de lo que ocurrió en la última semana.
"Hubo un mal asesoramiento de parte de algunos ministros, su Gabinete le falló al presidente", afirmó la investigadora y docente universitaria Helena Argirakis, quien resaltó la equivocación que supuso hacer ese anuncio al día siguiente de Navidad y sin calcular la reacción popular.
"Hay la percepción de que ha habido una deficiencia en el manejo económico, de las políticas económicas del país, ha habido una animadversión innecesaria por parte del ministro que maneja el gabinete económico (Luis Arce) hacia el sector productivo", señaló el presidente del poderoso gremio de empresarios privados, Daniel Sánchez.
Desde la oposición las críticas se concentra en Arce y en el ministro de Hidrocarburos, Fernando Vincentti.
"Por ética, los ministros de Hidrocarburos y de Economía en las próximas 24 horas deberían renunciar porque se ha confirmado el fracaso en el manejo de estos dos sectores", dijo el diputado opositor Adrián Oliva.
La analista Argirakis, cercana al oficialismo, también dijo que "tiene que haber cambios fuertes en el gabinete. Es un gabinete que lo acompaña hace 5 años, creo que es un buen momento para hacer cambios".
Agregó que algunas autoridades "están con una actitud muy soberbia frente a la realidad".
Juan Del Granado, líder del opositor partido de centro, Movimiento Sin Miedo, pidió al presidente Morales "una verdadera reconducción política para revalorizar, restablecer y recuperar un verdadero proceso de transformación en el país", con "tolerancia y pluralismo democrático".
Del Granado, ex alcalde de la Paz, ha sido señalado por el Gobierno como promotor de las protestas y él ha sido un crítico de la política oficial de confrontación con regiones opositoras.
En respuesta a la demanda de cambio en el gabinete, el ministro de la Presidencia, Oscar Coca, brazo derecho de Morales, señaló en conferencia de prensa que "es una atribución constitucional del señor presidente, quien en su momento verá respecto a las decisiones de cada uno de los ministros y ministras".
El oficialismo, intentando limitar el daño por todo este caótico episodio, está manejando un discurso en el cual señala que lo importante es que el mandatario escuchó al pueblo y por eso revirtió la medida.
"Creo que la imagen del presidente ha salido fortalecida porque ha mostrado al pueblo el fundamento del Gobierno que es el gobernar junto a los ciudadanos y no adoptar medidas que vayan a perjudicarlos", señaló el ministro de Gobierno (Interior), Sacha Llorenti.
El viernes Morales dijo que escuchaba al pueblo y le obedecía y que por esa razón derogaba el decreto de alza en los combustibles.

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