miércoles, 19 de enero de 2011

El superávit de la Seguridad Social española cae un 72% en 2010

MADRID.- El superávit de la Seguridad Social cayó un 71,97% en 2010 y cerró el año en 2.382,97 millones de euros, lo que supone el 0,2% del PIB, tal y como estaba previsto en el plan de reducción del déficit, según ha anunciado el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, en una rueda de prensa.

   Sin embargo, Granado ha explicado que a esta cifra habrá que sumar el resultado del Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE) y el Fogasa, por lo que los datos en términos de Contabilidad Nacional no coincidirán totalmente y podrán arrojar un superávit ligeramente menor, aunque espera que siga siendo positivo.
   Los 2.382,97 millones son consecuencia de unos ingresos de 122.484,55 millones de euros, lo que supone un descenso del 0,97%, mientras que las obligaciones reconocidas (los pagos) se situaron en 120.101,58 millones de euros, un 4,55% más. 
   Según Granado, estas cifras constatan que se han cumplido las previsiones en materia de gastos e ingresos y que sólo una inflación mayor de la prevista al cierre del año ha desviado en 400 millones la previsión inicial de superávit para el sistema de Seguridad Social (unos 2.800 millones).
   Esta desviación de la inflación no sólo afecta al nivel de gastos del sistema, sino que también provocará cierto incremento en las bases de cotización en 2011 si se traslada a los salarios, lo que permitirá aumentar ligeramente los ingresos.
   Preguntado por si los datos de cierre son buenos o malos, Granado ha admitido que le hubiera gustado un balance "mejor", aunque si se compara la situación española con las administraciones de Seguridad Social de otros países, los resultados son buenos.
   "Si me analizo, no, pero si me comparo..", ha dicho el secretario de Estado citando a San Agustín y después de asegurar que sería "perfectamente explicable" un déficit moderado en el actual contexto económico. "Hemos sido hormigas y no cigarras y esto permite que la situación sea mejor", ha subrayado.
   Al analizar los datos más concretos, las cotizaciones sociales han ascendido a 105.682,72 millones de euros, lo que representa una disminución interanual de 0,82 puntos respecto a 2009.
   Además, en estos momentos, el Gobierno ha aplazado a las empresas el pago de cotizaciones por valor de 8.000 millones para evitar que ninguna de ellas caiga, ya que, como sostiene Granado, si las empresas van bien, la Seguridad Social también va bien.
   Los ingresos patrimoniales, por su parte, alcanzaron un importe de 2.792,42 millones de euros derivado, fundamentalmente, de los intereses generados por la cartera de valores del Fondo de Reserva de la Seguridad Social.
   Las tasas y otros ingresos reflejan la cantidad de 1.275,51 millones de euros, lo que significa una subida de 3,26% respecto al ejercicio anterior por el incremento de los recargos de apremio e intereses de demora en la recaudación de cuotas.
   Por otro lado, Granado ha destacado el incremento en 5.000 millones de las dos principales reservas de la Seguridad Social, el fondo de reserva en 4.350 millones y el fondo de prevención de las mutuas y accidentes de trabajo en 580 millones.
   De los 4.350 millones adicionales del fondo, unos 1.700 millones provienen de la dotación adicional del Gobierno y 2.600 millones de los intereses, ya que la rentabilidad se ha situado cerca del 4% y sigue creciendo en paralelo al aumento de la rentabilidad de los tipos de interés de la deuda española.
   En este sentido, el secretario de Estado ha aclarado que el 88% del fondo, que cuenta actualmente con 64.375 millones de euros, está invertido en deuda española, algo que la Seguridad Social pretende seguir haciendo en el futuro.
   En el apartado de gastos no financieros, la mayor partida, 95.714 millones, se corresponde con pensiones contributivas que incorporan la paga por la desviación del IPC, con un crecimiento del 6,38%. El gasto por incapacidad temporal se situó en 6.839,44 millones, un 4,69% menos por la intensificación de las medidas de control.
   Las transferencias corrientes a comunidades autónomas, que incluyen atención a personas en situación de dependencia, experimentaron un incremento superior al 18%, hasta los 2.198,89 millones. Los gastos corrientes en bienes y servicios y las inversiones experimentaron una disminución cercana al 3% en comparación con el año anterior.

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