viernes, 28 de enero de 2011

La deuda de la Eurozona es un problema sin solución inmediata

DAVOS.- La Eurozona volvió a agitar las aguas en el Foro de Davos, donde más que nunca apareció tironeada por divergencias sobre el mejor modo de terminar de una vez por todas con la crisis de la deuda pública que afecta a varios de sus países miembros. 

¿La Eurozona debe recuperar su salud a través de una integración europea más fuerte con transferencia de dinero a sus países más pobres o tiene que orientarse más bien hacia una reestructuración de las deudas, empezando por la de Grecia?
Ese es en sustancia el dilema presentado por un alto responsable de la zona euro ante un grupo de ministros europeos, otros responsables y empresarios reunidos en un desayuno informal en el marco del Foro Económico Mundial (WEF) de Davos.
Si Europa duda entre estas dos opciones, "el tiempo apremia" según ciertos dirigentes del Viejo Continente que no revelaron su identidad, a pesar de la calma relativa que evidencian los mercados desde hace unos días.
La primera opción, defendida por los países denominados periféricos -principales interesados-, como Grecia, Portugal o España, es claramente rechazada por Alemania, principal proveedor de fondos de Europa.
Berlín propone en cambio el respeto de las reglas y condiciona su ayuda a medidas drásticas de saneamiento presupuestario.
En cuanto a la segunda alternativa, una reestructuración de la deuda es defendida por muchos economistas, que estiman que ciertos países de la Eurozona, empezando por Grecia, no tienen otra salida a raíz de su inmenso endeudamiento.
Este tema sigue siendo un tabú en Europa y todos los rumores o informaciones de prensa evocando esta posibilidad son rechazadas de inmediato.
"Esto provocaría un traumatismo horrible", juzgó este viernes un alto responsable europeo. El primer ministro griego, Giorgos Papandreou, volvió a rechazar esta alternativa el viernes en Davos.
"No estamos dirigiéndonos hacia una reestructuración. Tenemos un camino muy claro, una hoja de ruta para salir de nuestro problema de deuda", declaró Papandreou.
Grecia, recordó su primer ministro, ha hecho lo que era necesario a través de un durísimo ajuste y ahora cuenta con la solidaridad de sus socios.
"No se trata solo de Grecia, ni siquiera incluso de solidaridad. Esto concierne a las condiciones para la estabilidad" en Europa, señaló sobre este tema un alto responsable europeo.
Mientras tanto, la solidaridad se organiza en torno al Fondo Europeo de Estabilización Financiera, creado en 2010 y que se convertirá en un instrumento permanente a partir de 2013.
Pero tampoco en este punto hay consenso, ya que ciertos responsables europeos recomiendan en privado duplicar su monto y otros se resisten.
El fondo está dotado hoy en día de 440.000 millones de euros en garantías de préstamos. El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, confirmó el viernes en una entrevista al diario Wall Street Journal que esta capacidad de préstamos será aumentada, aunque no se refirió al monto.
A la espera de una decisión al respecto, quizás en la próxima cumbre europea de marzo, los europeos discuten también la posibilidad de comprar deuda soberana de países como Grecia a través de una ayuda del Fondo de Estabilización Financiera, como lo confirmó el viernes la Comisión Europea.
Esto permitiría a los países en dificultades aliviar el peso de su deuda, una forma de reestructuración sin admitirlo abiertamente.

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