domingo, 23 de enero de 2011

El rescate a España es "poco probable" pero no se puede descartar el de Portugal

BRUSELAS.- La hipótesis de un rescate a España es "poco probable", pero no se puede descartar que haya que salvar a Portugal con un paquete similar al de Grecia o Irlanda, según se desprende del informe 'Estrategia Europa' elaborado por Norbolsa.

La firma de análisis cree que el principal problema del país luso es la competitividad a largo plazo de sus empresas en un entorno exigente, ya que sus finanzas públicas no están en una situación tan grave con lo estaban las helenas ni su banca está "especialmente lastrada" por una enorme burbuja inmobiliaria, como en Irlanda.
   Por el contrario, es poco probable que España tenga que ser rescatada porque su nivel de endeudamiento está "claramente" por debajo de la media europea, porque el Gobierno está adelantando la fecha de algunas reformas demandadas desde hace tiempo y porque es un país "difícilmente rescatable" por el elevado tamaño de su economía.
   En este sentido, Norbolsa aclara que es difícil de rescatar a España en los actuales términos definidos por los socios europeos, lo que haría necesaria una nueva "vuelta de tuerca" en los planteamientos de rescate y podría poner en riesgo la propia supervivencia de la moneda única.
   De hecho, asegura que un contagio a España llevaría consigo un previsible contagio a Italia, que es uno de los mayores emisores de deuda pública de Europa por el alto endeudamiento público del país, en el entorno del 120% de su PIB frente al 65% de España.
   Ante la posibilidad de una hipótesis "tan dañina" para la supervivencia de la zona euro, la firma de análisis cree que los socios europeos más relevantes (Alemania y Francia) podrían influir para que se abogue por una extensión del actual programa de compra de bonos periféricos por parte del Banco Central Europeo (BCE).
   Aún así, Norbolsa espera que España siga su "lenta recuperación" en 2011, con un crecimiento del 0,7%, bastante inferior al 1,3% que prevé el Gobierno, gracias a la contribución de la demanda externa, que compensará la debilidad del consumo privado y el drenaje del gasto público.
   Sin embargo, admite que hay riesgos a la baja en el crecimiento por el proceso de ajuste fiscal del país y de Europa en general, así como por el desapalancamiento del sector privado. El consumo privado, además, crecerá menos en 2011 por la situación del mercado laboral, por el impacto del ajuste fiscal en los ingresos disponibles, la restricción al crédito y la menor riqueza inmobiliaria.
   De hecho, la firma cree que el déficit acabará el año en el 6,4% del PIB, incumpliendo así el programa de reducción del saldo negativo de las cuentas públicas que España envió a Bruselas. En este contexto, la deuda pública se seguirá manteniendo por debajo de la media europea y la carga de intereses se situará en el 2% del PIB.
   En los meses de abril, julio y octubre el Tesoro se enfrentará a las mayores necesidades de refinanciación (por un total cercano a los 70.000 millones), por lo que será "importante" que el Gobierno continúe con las reformas anunciadas y no se relaje en sus compromisos con el objeto de evitar un tensionamiento en los mercados financieros que dificulte la refinanciación de sus deudas.
   Además, el débil crecimiento no será suficiente para impulsar la creación de empleo, po lo que la tasa de paro se mantendrá por encima del 20% este año y se situará en el 20,7%. Al mismo tiempo, el precio de la vivienda continuará experimentando caídas, mientras que la inversión mejorará de una forma global, aunque se mantendrá en signo negativo.

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