LA PAZ.- El vicepresidente Álvaro García reiteró hoy la urgencia de frenar el desangramiento de la economía boliviana, provocada por la subvención estatal a la gasolina y el diesel y por el contrabando de estos.
García citó a Vladimir Ilich Lenin, quien enseñó que "a veces es necesario dar un paso atrás, para dar luego dos pasos adelante" y adelantó que seguirá el diálogo con los movimientos sociales para definir cómo acabar con estos males, sin atentar contra el bienestar de la familia boliviana.
En comparecencia televisiva, ante el programa dominical El Pueblo es Noticia, García resalto la valentía y humildad del presidente Evo Morales por su determinación sostenida de escuchar al pueblo y más en medio de la coyuntura creada por la aplicación del Decreto Supremo 748 al respecto.
"Nunca hemos tomado una decisión importante sin oír a los movimientos sociales. De allí venimos. Allí nos hemos formado y siempre estaremos trabajando, consultando, oyendo el mandato de ellos", puntualizó.
Seguiremos gobernando siguiendo el interés del pueblo, añadió y recordó que Morales tomó una medida con el afán de servir al pueblo, pero al comprender hasta que punto afectaba a éste, decidió derogarla.
García admitió los efectos colaterales que implicó el decreto del 26 de diciembre y lamentó lo acaecido luego, pese a la comprensión de muchos de la necesidad de acabar con la fuga de capitales por lo bajo de los precios de los carburantes respecto a los países vecinos.
En Bolivia "dos botellitas de agua cuestan menos que un litro de gasolina, incluso menos que una botella de cerveza", ilustró y detalló las razones que llevaron a adoptar una disposición tan dura para la familia, porque subieron los precios de los combustibles.
No obstante, acotó, tarde o temprano tendremos que acabar con esa medida neoliberal, adoptada por el Gobierno de Hugo Banzer (1997) y sostenida por sus sucesores entre 1985-2005.
Los planes de industrialización impulsados por el Gobierno del cambio redoblarán el gasto de combustibles y de continuar la subvención, perderemos cada día más recursos, agregó y recordó que este año el monto por ese concepto subió a 660 millones de dólares.
García citó a Vladimir Ilich Lenin, quien enseñó que "a veces es necesario dar un paso atrás, para dar luego dos pasos adelante" y adelantó que seguirá el diálogo con los movimientos sociales para definir cómo acabar con estos males, sin atentar contra el bienestar de la familia boliviana.
En comparecencia televisiva, ante el programa dominical El Pueblo es Noticia, García resalto la valentía y humildad del presidente Evo Morales por su determinación sostenida de escuchar al pueblo y más en medio de la coyuntura creada por la aplicación del Decreto Supremo 748 al respecto.
"Nunca hemos tomado una decisión importante sin oír a los movimientos sociales. De allí venimos. Allí nos hemos formado y siempre estaremos trabajando, consultando, oyendo el mandato de ellos", puntualizó.
Seguiremos gobernando siguiendo el interés del pueblo, añadió y recordó que Morales tomó una medida con el afán de servir al pueblo, pero al comprender hasta que punto afectaba a éste, decidió derogarla.
García admitió los efectos colaterales que implicó el decreto del 26 de diciembre y lamentó lo acaecido luego, pese a la comprensión de muchos de la necesidad de acabar con la fuga de capitales por lo bajo de los precios de los carburantes respecto a los países vecinos.
En Bolivia "dos botellitas de agua cuestan menos que un litro de gasolina, incluso menos que una botella de cerveza", ilustró y detalló las razones que llevaron a adoptar una disposición tan dura para la familia, porque subieron los precios de los combustibles.
No obstante, acotó, tarde o temprano tendremos que acabar con esa medida neoliberal, adoptada por el Gobierno de Hugo Banzer (1997) y sostenida por sus sucesores entre 1985-2005.
Los planes de industrialización impulsados por el Gobierno del cambio redoblarán el gasto de combustibles y de continuar la subvención, perderemos cada día más recursos, agregó y recordó que este año el monto por ese concepto subió a 660 millones de dólares.
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