lunes, 10 de enero de 2011

España es el enorme problema que todos conocen pero nadie quiere ver, según Barclays Capital


LONDRES.- Barclays Capital ha calificado a España como "un gorila de 800 libras proverbial", término que hace referencia a un asunto importante que todo el mundo conoce pero que nadie quiere admitir su existencia, dado que representa el 10% del PIB de la eurozona, frente al sólo el 6% de Irlanda, Grecia y Portugal juntos.

   En un informe sobre previsiones para 2011, Barclays Capital considera, sin embargo, que, a día de hoy, los niveles actuales de la prima de riesgo española no parecen "terminales" mientras no sigan aumentado, dado que el ratio de endeudamiento respecto a al PIB del 70% previsto para 2011 y que la rentabilidad absoluta de los bonos ha aumentado sólo hasta niveles ligeramente superiores a los alcanzados a mediados de 2008.
   Asimismo, cree que, aunque España sigue siendo el principal temor de los mercados de deuda europeos, la capitalización de sus bancos y sus emisiones de financiación soberana son "manejables, siempre y cuando el Gobierno español se atenga a su programa de austeridad".
   Por otro lado, el informe resalta que también es "alentadora" la perspectiva de nuevas reformas estructurales en España, centrada en el retraso de la edad de jubilación a los 67 años, lo que reduce la carga que supondrán las pensiones a las cuentas del Estado español.
   En su opinión, el lado positivo de esta "particular nube financiera" es que Europa, que tiene la mala costumbre de no poner en marcha reformas estructurales hasta que está sumida en una crisis, se está viendo obligada a hacer frente a problemas estructurales, como el "insostenible" sistema de pensiones en un entorno de envejecimiento de la población o el excesivo peso del sector público en la economía.
   "Con el tiempo, estas reformas fundamentales deberían ayudar a aumentar la productividad europea, lo que a su vez mejorará tanto las tasas potenciales de crecimiento económico como la rentabilidad de las empresas", agrega.
   Barclays Capital señala también que la fragilidad del mercado de la vivienda residencial en España, y el consiguiente riesgo que esto supone para el sistema bancario del país, sigue "pesando mucho en la mente de los inversores", dado que existen "legítimas preocupaciones" ante la posibilidad de que los bancos españoles mantengan una baja capitalización debido a las crecientes pérdidas relacionadas con el sector inmobiliario y los duros requisitos de capital recogidos en Basilea III.
   Sin embargo, incide en que en términos relativos el sector inmobiliario residencial en España no es tan caro en términos de asequibilidad, dado que la mayoría de las hipotecas se basan en tipos de interés variables, o en comparación con otros países, como por ejemplo Francia.
   En este sentido, recalca que España "no es Irlanda" y recuerda que en el 'tigre celta', aunque los precios de la vivienda han caído un 39% desde los sus máximos, siguen probablemente estando sobrevalorados en términos de asequibilidad. 
Sin embargo, la situación en España, donde los precios han caído un 22%, no es igual ya que los precios son más asequibles que en Irlanda. Además, subraya que el ratio de préstamos morosos en España es del 5,5%, el mismo nivel que el de los bancos estadounidenses y muy inferior al 10,4% del sector bancario irlandés.
   Por otro lado, Barclays capital señala que el reflejo más claro de esta situación está en los mercados de los seguro de impago (CDS) de la deuda a cinco años, que en el caso de España está en torno a los 350 puntos básicos, cerca de su máximo histórico. Sin embargo, su influencia en los mercados de renta variable es menor.  
   Así, advierte de que lo más "preocupante" es el efecto contagio en el mercado de los CDS, donde los franceses también marcaron máximos recientemente a pesar de que el país está considerado como un "miembro principal y financieramente sólido de la eurozona". 
"Esto podría reflejar que la creación del mecanismo de estabilidad permanente está llevando en los mercados de deuda a una "socialización" de los problemas de financiación a todos los miembros de la zona euro", añade.
   El informe también señala que la etapa actual de la crisis de deuda soberana en la eurozona se manifiesta más como un riesgo de liquidez que como un riesgo de solvencia fundamental, como indican las necesidades de refinanciación deuda por valor de 73.000 millones de euros del Estado y los bancos españoles hasta abril de 2011.
  "Después de todo, a cierto nivel de tipos de interés, ningún soberano puede refinanciarse a si mismo hasta el infinito sin no poder pagar en algún momento", reconoce.

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