viernes, 21 de enero de 2011

Hu asegura al Congreso de EEUU que China no es amenaza

WASHINGTON.- El presidente de China escuchó a legisladores estadounidenses hablar sobre Corea del Norte y derechos humanos, pero trató de dejar en claro que las políticas militares y comerciales de China no representan una amenaza. 

Hu Jintao cerró la escala en Washington de una visita de estado de cuatro días a Estados Unidos con un discurso a los líderes del Congreso y a empresarios que resaltó la colaboración y minimizó las disputas entre las dos mayores economías del mundo.
"Nosotros no estamos comprometidos en una carrera armamentista ni representamos una amenaza militar para ningún país. China nunca buscará ser hegemónica ni perseguirá una política expansionista", dijo ante un auditorio reunido por el Consejo Económico EEUU-China.
Respecto al comercio, Hu resaltó las cifras que muestran que las exportaciones baratas chinas han ahorrado a los consumidores estadounidenses 600.000 millones de dólares en la última década, y dijo que su país se ha convertido en la mayor fuente de ingresos para muchas firmas estadounidenses.
"Incluso en el 2008 y en el 2009, cuando la crisis financiera internacional fue más grave, más del 70 por ciento de las compañías estadounidenses en China siguieron siendo rentables", dijo un día después de que ambos países firmaron acuerdos por valor de unos 45.000 millones de dólares.
El presidente Barack Obama instó a Hu durante su reunión el miércoles en la Casa Blanca a que deje que el yuan se aprecie contra el dólar.
El vicepresidente Joe Biden dijo que "discusiones significativas" en privado acerca del yuan con la delegación de Hu le demostraron que los chinos entienden que deben trabajar sobre la disputa cambiaria, que es una gran causa de irritación entre Estados Unidos y China.
"Ellos dieron indicios de que entienden que tienen que trabajar sobre ello", dijo. Preguntado si Hu había hecho alguna promesa, Biden respondió: "Nada específico".
Hu llegó el jueves por la noche a Chicago, donde asistió a una cena ofrecida por el alcalde Richard Daley. Los líderes de algunas de las mayores compañías estadounidenses, como Caterpillar, Boeing, JP Morgan Chase, Motorola Solutions y Hyatt Hotels, estuvieron entre los 500 asistentes de la cena.
En un discurso centralizado en la creciente relación comercial, Hu exhortó a Estados Unidos a "relajar sus controles sobre las exportaciones de tecnología" a China y pidió igualdad de condiciones para las compañías chinas que compiten en el mercado estadounidense.
Chicago fue la única escala de Hu fuera de Washington. Más de 300 compañías con sede en Chicago tienen presencia en China, mientras que China es un gran comprador de granos, automóviles, acero, equipo aeroespacial y productos farmacéuticos provenientes del Medio Oeste estadounidense.
Durante la mañana, el líder chino escuchó a miembros del Congreso que concentraron su discurso en derechos humanos y comercio para recalcar las enormes brechas entre Pekín y Washington.
"Los líderes chinos tienen una responsabilidad de hacer mejor las cosas y Estados Unidos tiene la responsabilidad de hacerlo cumplir", declaró John Boehner, el nuevo presidente republicano de la Cámara de Representantes, en un comunicado tras la reunión.
Los analistas han definido la visita de Hu a Washington como la más significativa de un líder chino en 30 años, dada la creciente fortaleza militar y diplomática del país.
Pero se produce en momentos en que ambos países tienen diferencias en diversos ámbitos, desde política económica y cambio climático hasta las ambiciones nucleares de Corea del Norte e Irán.
Dos semanas antes de la visita de Hu, el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, advirtió sobre los avances militares chinos en tecnología bélica cibernética y anti satélites que podría amenazar a las fuerzas estadounidenses en el Pacífico.
China también realizó ensayos con un nuevo avión "invisible" y misiles balísticos.
Subrayando su importancia para la economía mundial, el jueves se publicaron datos que muestran que su crecimiento anual se aceleró en el cuarto trimestre del año pasado a un 9,8 por ciento, desafiando las expectativas de una ralentización.
Legisladores estadounidenses dijeron que instaron a Hu a tomar una postura más firme con Corea del Norte, esperanzados en usar la influencia de Pekín sobre Pyongyang para suavizar las tensiones en la Península Coreana y reiniciar las negociaciones de asistencia a cambio del desarme norcoreano.

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