lunes, 17 de enero de 2011

Los productores inician un paro en el comercio de soja y cereales en Argentina

BUENOS AIRES.- Los productores rurales iniciaron este lunes un paro de una semana en el comercio de soja y cereales en Argentina, uno de los mayores exportadores agrícolas del mundo, para reclamar precios "justos" para el trigo, aunque la protesta tendrá escaso impacto internacional, según analistas. 

Las cuatro mayores entidades rurales realizan el paro a menos de diez meses de las elecciones generales, tras una prolongada protesta en 2008 por un alza de impuestos a las exportaciones de soja, la principal riqueza del país, que le causó al oficialismo una dura derrota en las legislativas del año siguiente.
Argentina, una de las potencias en producción de alimentos, es el tercer exportador mundial de soja, el segundo de maíz y el cuarto de trigo.
El cese de comercialización de granos, también convocado para reclamar la liberalización total de las exportaciones del trigo, "no tendrá un impacto al menos inmediato en el mercado internacional", dijo Lorena D'Angelo, jefa de estudios económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, donde se sitúa el mayor puerto de granos de Argentina.
"En esta época, sólo hay actividad exportadora de trigo, pero ya casi nada de soja y maíz. Por ello, el impacto en el mercado no es importante por la época, pero también porque fue anunciado hace una semana y se tomaron las previsiones para que las plantas puedan abastecer los pedidos", agregó.
La experta señaló que "el paro empezó sin actividad en el puerto (de Rosario), y además en Estados Unidos, que tiene a Chicago como mercado de referencia, este lunes es feriado, lo que minimiza un eventual impacto". No obstante, señaló que "habría que esperar el desarrollo" en los próximos días de la protesta, prevista hasta el domingo, para establecer si finalmente tendrá incidencia en el mercado internacional.
Los productores llamaron al paro al considerar insuficiente la ampliación del cupo a las exportaciones de trigo anunciada por el gobierno la semana pasada, que pasó de tres millones a siete millones de toneladas, equivalente a la mitad de la cosecha prevista para el cereal, la mayor de los últimos años.
Además, piden un "precio justo" para 30.000 pequeños productores de trigo al señalar que estos deberían vender la tonelada a 900 pesos (225 dólares), pero los grandes molinos productores de harina y los exportadores se la compran a 650 o 700 pesos (175 dólares).
Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria Argentina, que nuclea a los productores más pequeños, denunció con ironía "la transferencia de recursos por acción del gobierno nacional, popular y progresista, del bolsillo de los medianos y pequeños productores a las multinacionales de exportación".
A su vez, Hugo Biolcatti, titular de la Sociedad Rural, que agrupa a los más poderosos hacendados, expresó su deseo de que el paro "haga tomar conciencia al gobierno, para que se flexibilice y liberalice la comercialización (de trigo)". "Si no, seguiremos actuando en consecuencia", advirtió el dirigente de la Sociedad Rural, una de las cuatro organizaciones rurales que convocaron a la protesta.
En cambio, el ministro argentino de Agricultura, Julián Domínguez, dijo no entender "el sentido de la protesta" porque "el cese de comercialización perjudica al productor que necesita vender" sus granos y señaló que los agricultores tuvieron "una alta rentabilidad" en 2010.
Las cuatro entidades organizadoras de la protesta desestimaron que el paro afecte el abasto interno de trigo para la elaboración del pan, el alimento más popular de Argentina.
El trigo, el cultivo emblema del otrora 'granero del mundo', como se conocía Argentina a comienzos del siglo XX, ha cedido terreno frente a la soja, que se ha convertido en el principal producto de exportación del país sudamericano en los últimos años, al que le reporta unos 6.000 millones de dólares anuales.

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