domingo, 23 de enero de 2011

Presión en Túnez, donde los manifestantes sitian el palacio del primer ministro


TÚNEZ.- La presión popular en Túnez para exigir la dimisión del gobierno de transición y de los ministros procedentes del régimen de Ben Alí adquirió este domingo una nueva dimensión, con el sitio del palacio del primer ministro por un millar de jóvenes llegados del centro del país. 

Las manifestaciones durante todo el fin de semana en Túnez dieron fuerza a los interrogantes sobre la capacidad del gobierno provisional para resistir a la presión popular, cuando un llamamiento a una huelga ilimitada de los docentes fue lanzado para el lunes.
Miles de manifestantes sindicalistas, opositores de izquierda, islamistas, ciudadanos ordinarios, mujeres y niños sitiaron durante toda la jornada el palacio de la Kasba, en el centro de la capital, donde trabaja el primer ministro Mohamed Ghanuchi.
Los participantes de la "Caravana de la liberación" que partió el sábado del centro oeste pobre y rural del país, a los que se unió una masa de manifestantes en Túnez, fueron los primeros en poner sitio a la sede. Los integrantes de la caravana habían partido sobre todo de Menzel Buzaian, Sidi Buzid y Regueb, las ciudades donde se inició la revuelta popular y al comienzo estrictamente social, que el 14 de enero culminó en una primera etapa con la caída del presidente Ben Alí.
Pero la protesta también viene de las filas de los islamistas, una vez más discretamente presentes en las manifestaciones de este domingo.
El gobierno parece contar con un agotamiento del movimiento en los próximos días y ha redoblado sus esfuerzos para hacer funcionar de nuevo el país, sobre todo la actividad económica.
El lunes será una jornada clave para medir la evolución de la correlación de fuerzas entre los manifestantes y el gobierno. Alumnos de las escuelas, colegios y parte de los liceos deben teóricamente volver a clases, después que éstas fueron suspendidas el 10 de enero, cuatro días antes de la fuga de Ben Alí a Arabia Saudí. Pero el sindicato de los docentes de primaria llamó a una "huelga general ilimitada" a partir del lunes para exigir un nuevo gobierno liberado de la presencia de todos los dirigentes de la era de Ben Alí.
El ministro de la Enseñanza Superior, el opositor Ahmed Ibrahim, que justificó su participación en el gobierno provisional "para evitar el vacío total", llamó a los docentes a renunciar a esta "huelga irresponsable".
Las autoridades anunciaron el domingo el arresto y la asignación a domicilio de dos de los más cercanos colaboradores de Ben Alí, el presidente del Senado y ex ministro del Interior Abdala Kalel, y de su consejero especial y ex portavoz de la presidencia, Abdelaziz Ben Dhia.
La Agencia Tunecina de Prensa, citando una fuente autorizada, anunció también el arresto de Larbi Nasra, propietario de la cadena de televisión privada Hannibal, que cesó sus emisiones. Nasra está acusado de "alta traición y complot contra la seguridad del Estado" por haber querido "favorecer el retorno del ex dictador Ben Alí". Larbi Nasra fue detenido al mismo tiempo que su hijo Mahdi, casado con una mujer perteneciente a la deshonrada familia de la esposa del ex presidente, Leila Trabelsi, y que también trabajaba en la cadena Hannibal.
Por otra parte, Arabia Saudí afirmó este domingo haber querido "contribuir a desactivar la crisis y detener el derramamiento de sangre del pueblo tunecino" al otorgar el asilo a Ben Alí.

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