viernes, 25 de febrero de 2011

Los hijos de la crisis irlandesa retoman el camino de la emigración

DUBLÍN.- Un millar de personas dejan Irlanda cada semana, según el Instituto de Investigación Económica y Social (ESRI). Muchos son inmigrantes de Europa central y oriental que fueron atraídos por el espectacular crecimiento que forjó la reputación del 'Tigre Celta' y a los que ahora la crisis fuerza a regresar a casa. Pero otros son irlandeses de pura cepa que se marchan a Nueva Zelanda, Australia o Canadá, entre otros destinos.

Irlanda creía haber superado la época en que sus hijos debían huir de la miseria, como durante la trágica hambruna de mediados del siglo XIX. Entonces, un millón de irlandeses se embarcaron en los 'coffin ships' ('barcos ataúd'), llamados así por la tasa de mortalidad del 30% que se registraba a bordo.

El fuerte crecimiento de la década de 1990 invirtió la tendencia. Irlanda pasó a ser un país de inmigración. Pero la recesión histórica que sufrió el país en 2008 disparó el desempleo (casi al 14%).

En Cork (sur), uno de los últimos seminarios sobre emigración atrajo a 97 electricistas. "No hay trabajo en Irlanda. Es así de sencillo", explicó Jason Greene, director de la agencia Skill Shortage Solutions, que organizó el seminario.

"No hemos parado desde enero", confirmó Kathleen Lucey, una consultora que ayuda a la gente a buscar trabajo en Australia. "Creo que todo el mundo se despertó después de Año Nuevo y decidió escapar".

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