sábado, 5 de febrero de 2011

EEUU implementa el programa 'Primero vivienda' para los sin techo

WASHINGTON.- Miles de sin techo de la costa este de Estados Unidos fueron realojados el último año en el marco de un plan bautizado 'Primero vivienda' ('Housing first'), emprendido por asociaciones particulares con el apoyo del gobierno federal.
 
El objetivo es sacar de las calles a las personas más vulnerables -adictos a las drogas, enfermos, minusválidos- e instalarlos en sus propios apartamentos. Sólo una parte del alquiler debe ser pagado por ellos y no puede superar un tercio de sus ingresos, por lo general constituidos por subsidios.
El programa permite acortar los largos procedimientos y listas de espera a los que debían enfrentarse los sin techo. Un antecedente penal, el alcoholismo o el consumo de drogas los excluían de oficio de los programas federales.
Sin embargo, realojar a los sin techo sin condiciones previas es menos caro, según las organizaciones que participan del proyecto, que tratarlos de urgencia y en la calle. Tener una vivienda les permite cuidarse mejor a sí mismos, por ejemplo.
La campaña más ambiciosa se desarolla en Nueva York, donde las asociaciones esperan realojar a 100.000 personas sin vivienda antes de 2013. Desde su lanzamiento, en julio, 7.200 personas se han beneficiado del programa en todo el país, 1.000 de ellas en Washington.
"Quienes obtienen viviendas sociales subvencionadas por el gobierno federal en Washington son personas que pueden llegar a esperar cinco, seis, siete años... y es necesario tener un domicilio", explica la coordinadora de la Campaña por cien mil viviendas, Linda Kaufman.
El gobierno federal apoya el enfoque e incorporó 'Primero vivienda' a su programa de lucha en favor de una vivienda digna, de 1.400 millones de dólares.
"Sabemos que hay estrategias que funcionan. Hay que comprometerse con esas estrategias y asegurarse de que la dinámica perdure", dice Anthony Love, director adjunto del Consejo sobre los Sin Techo, que agrupa a 19 organismos federales.
Pero el aumento del déficit público en Estados Unidos podría acabar con la financiación de esta política recién estrenada. "Hay menos dinero disponible para vivienda, ya que se están reduciendo los presupuestos de los estados y las ciudades", lamenta el director del Centro Jurídico Nacional sobre la Pobreza y los Sin Techo, Jeremy Rosen, para quien "reducir a cero el número de los sin techo no tiene nada de misterioso (...) es simplemente un problema de recursos".
Otras organizaciones militan para que la financiación de esas viviendas permanentes no se realice en detrimento de los alojamientos de emergencia, como lo ilustra el ejemplo de Washington: según una asociación, la ciudad cerró un centro de alojamiento de 400 camas en 2008 tras adoptar la estrategia 'Primero vivienda', lo que no hizo más que desplazar a decenas de sin techo a un parque cercano a la Casa Blanca.

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