MADRID.- El Banco de España dirá probablemente en la recta final de esta semana que la economía creció ligeramente en el último trimestre de 2010 ayudada por el empuje de las exportaciones, aunque las previsiones apuntan a que el crecimiento permanecerá lento en 2011.
El banco central facilitará un pronóstico preciso del Producto Interior Bruto (PIB) del cuarto trimestre de 2010 en su boletín mensual. A partir de ese dato, analistas llevan a cabo sus propios pronósticos poco antes de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) divulgue el dato, el próximo 11 de febrero.
La economía española abandonó una dura recesión de 18 meses en el primer trimestre de 2010, pero desde entonces se ha mostrado débil, con señales de que una sólida recuperación aún está lejos. En el tercer trimestre, la economía se estancó.
El Gobierno ha dicho que la economía se contrajo en 2010 menos de lo que apuntaban los pronósticos.
Un sondeo realizado entre seis analistas mostró que cuatro de ellos predijeron un crecimiento del PIB del 0,1 por ciento intertrimestral, mientras dos señalaron que la economía se estancó en el cuatro trimestre de 2010.
"La economía española todavía está luchando. La consolidación fiscal va a ser dolorosa y el mercado laboral está frenando la demanda nacional", dijo Silvio Peruzzo, economista de RBS.
No obstante, este experto reconoció los esfuerzos que está haciendo el gobierno en materia de reformas estructurales lo que tendrá un efecto beneficioso en los próximos años, pero hasta entonces, indicó que la economía española continuará en el furgón de cola de las economías de la zona del euro.
Entre otras, España ha realizado reformas en su mercado laboral, planteando un retraso de la jubilación en dos años hasta los 67 años.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, apuntó la pasada semana la probabilidad de que el PIB haya experimentado una contracción de entre el 0,1 y el 0,2 por ciento en 2010 frente a unas previsiones oficiales que apuntan a una contracción del 0,3 por ciento.
En 2011 el gobierno espera que la economía crezca un 1,3 por ciento, lo que será esencial para que el Ejecutivo pueda alcanzar su objetivo de reducir el déficit público a un 6 por ciento del PIB. Este objetivo se ha sido calificado de incondicional por el gobierno.
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