LONDRES.- Estados Unidos se comprometió de manera secreta a contar los secretos nucleares de Reino Unido a Rusia, entre ellos algunas informaciones acerca de las armas nucleares disuasorias para convencer a Moscú de la firma de un tratado clave, según ha informado el diario británico 'The Daily Telegraph'.
Las informaciones acerca de los misiles Trident que Estados Unidos suministra a Reino Unido eran parte de los datos que serían facilitados a Rusia la semana que viene como parte de un acuerdo de control de armamento firmado por el presidente estadounidense, Barack Obama.
Una serie de mensajes clasificados enviados a Washington por los negociadores estadounidenses muestran cómo la información sobre la capacidad nuclear de Reino Unido fue crucial para asegurar el apoyo de Rusia para el nuevo tratado START.
Aunque el tratado no iba a tener ningún impacto en Reino Unido, los cables filtrados demuestran que Rusia utiliza las conversaciones para exigir más información sobre los misiles Trident, que son fabricados y mantenidos en Estados Unidos.
Washington presionó a Londres en 2009 con el objeto de conseguir la autorización para ofertar a Moscú datos detallados sobre el rendimiento de los misiles británicos. Reino Unido se negó, pero Estados Unidos accedió a entregar los números de serie de los misiles Trident transferidos a Gran Bretaña.
Analistas de defensa británicos señalan que este acuerdo secreto amenaza con socavar la política británica de negarse a confirmar el tamaño exacto de su arsenal nuclear.
Mientras que Estados Unidos y Rusia hace mucho tiempo permiten las inspecciones de sus armamentos nucleares, Reino Unido ha tratado de mantener cierto secretismo para compensar el relativamente pequeño tamaño de su arsenal.
El secretario de Relaciones Exteriores, William Hague, reveló el año pasado que "hasta 160" ojivas nucleares están en funcionamiento, pero no confirmó el número de misiles.
Los detalles de las conversaciones secretas se encuentran reflejados en más de 1.400 cables, incluyendo casi 800 enviados desde la embajada estadounidense en Londres. Estos documentos muestran además que Estados Unidos espió a los ministros de Asuntos Exteriores británicos en asuntos de su vidas privada y relaciones profesionales.
El hecho de que los estadounidenses utilizaran los secretos nucleares británicos como moneda de cambio también arroja nueva luz sobre la llamada 'relación especial', que se muestra a menudo a ser un asunto de con un solo beneficiario según las comunicaciones diplomáticas estadounidenses obtenidas por Wikileaks.
Los acuerdos de inteligencia con Estados Unidos se tensaron después de la controversia alrededor de Binyam Mohamed, ex detenido en Guantánamo que denunció al Gobierno estadounidense por presuntas torturas. Asimismo, los cables señalan que decenas de millones de euros de ayuda internacional fueron robados y gastados en la compra de televisores de plasma y bienes de lujo por regimenes corruptos.
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