viernes, 4 de febrero de 2011

Los países de la eurozona se resisten a las reformas económicas


BRUSELAS.- Los líderes de la eurozona se han resistido este viernes a las reformas económicas que exige la canciller alemana Angela Merkel como contrapartida para reforzar el fondo de rescate para los países con problemas de deuda, como el retraso de la edad de jubilación o la desvinculación de salarios y pensiones respecto a la inflación. Bélgica y Austria han rechazado estas medidas e incluso el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha admitido que no está de acuerdo con algunas de las ideas de Berlín aunque copatrocina este Pacto de Competitividad.

   Pese a estas reticencias, los jefes de Estado y de Gobierno han acordado encargar al presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que proponga de aquí a marzo medidas para mejorar la "coordinación económica" en la eurozona reforzando la "competitividad". A petición de Francia y Alemania se convocará en marzo una cumbre extraordinaria del Eurogrupo para definir el contenido del Pacto de Competitividad, aunque todavía no se ha fijado fecha.

   Merkel ha admitido que "no hubo entusiasmo en todos los países" cuando se abordaron las propuestas alemanas, pero ha insistido en que el debate de este viernes ha sido de "principios" y ha servido para dejar claro el "amplio consenso" de los líderes europeos en la necesidad de que la eurozona mejore su competitividad.

   "Hay acuerdo para que exista un Pacto de Competitividad, pero no hemos hablado de los detalles. Soy optimista sobre que nos pondremos de acuerdo", ha dicho en rueda de prensa la canciller. Merkel ha recalcado que no ha presentado una "lista concreta, sino ejemplos" de las reformas que Berlín ve necesarias para proteger la estabilidad de los países del euro. 

Y ha augurado que en la reunión de líderes del Eurogrupo que precederá al Consejo de Primavera se fijarán "2 ó 3 elementos, para no dar la impresión de que hablamos, pero no actuamos".

   Por su parte, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha asegurado que "no se trata de imponer a todo el mundo lo mismo". 

"No se trata de imponer la misma edad de jubilación a todo el mundo porque en Europa no tenemos todos la misma esperanza de vida, pero podemos ponernos de acuerdo sobre el método de cálculo", ha explicado. 

"Sobre el impuesto de sociedades de nuestros amigos irlandeses no se trata de negar las especificidades, pero hemos de ponernos de acuerdo sobre una misma base", ha insistido.

   "Yo mismo he dicho que no estamos de acuerdo con todas las ideas que han circulado (en referencia a Alemania) y no es un drama, estamos de acuerdo sobre el principio: un gobierno económico, una convergencia, una integración de políticas económicas", ha insistido Sarkozy.

   Más categórico se ha mostrado el primer ministro belga, Yves Leterme, que ha expresado su "absoluto desacuerdo" con las propuestas de Alemania, que significarían suprimir la indexación automática de los salarios según la inflación que existe en Bélgica. "Los Estados miembros deben tener margen para llevar a cabo sus propias políticas", ha señalado.

   "No creo que sea posible que la Unión Europea regule la edad de jubilación porque hay grandes diferencias en los diferentes países", ha señalado por su parte el canciller austriaco, Werner Faymann, que también ha criticado que se quiera "interferir" en las negociaciones salariales.

   El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha expresado "el firme respaldo de España" al Pacto de Competitividad porque es partidaria de "una mayor integración económica" y ha admitido que hay que hacer más esfuerzos para eliminar su "diferencial en innovación" con el resto de Estados.

   Por lo que se refiere a la propuesta alemana de acabar con las cláusulas de revisión de salarios y pensiones, Zapatero ha dicho que "el debate no tiene por qué ser sin más sí o no a la evolución de la inflación y los salarios". 

 "Las circunstancias influyen, lo que se trata en la evolución salarial de un país que sea capaz de adaptarse a las circunstancias", ha indicado.

   Por su parte, el presidente permanente del Consejo Europeo ha asegurado que todos los países de la eurozona están de acuerdo en "reforzar la coordinación de políticas económicas más allá de lo ya decidido" y que ello supone un paso "revolucionario".

"El euro es una moneda fuerte. Su único punto débil es que tenemos demasiadas divergencias. Para reducirlas tenemos que coordinarnos más", ha dicho Van Rompuy.

   Y el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, cree que este Pacto de Competitividad no cuestiona las competencias del Ejecutivo comunitario ya que la coordinación se refiere a "áreas que son ahora de competencia nacional".

   Los jefes de Estado y de Gobierno han alcanzado un acuerdo para "reforzar" el fondo de rescate de 750.000 millones de euros creado en mayo para países con crisis de deuda, tal y como pedía España, de manera que tenga la "necesaria eficacia para dar un apoyo adecuado". 

   No obstante, los detalles de la ampliación y de las nuevas operaciones que podrá realizar el mecanismo, entre las que se encuentran la compra de bonos o la concesión de líneas de crédito preventivas, se dejan para el próximo Consejo Europeo que se celebrará a finales de marzo, como exigía Alemania.

   El paquete de medidas para acabar definitivamente con la crisis de deuda incluye además, según se destaca las conclusiones, reforzar la vigilancia de la Comisión y del Banco Central Europeo (BCE) sobre los países de la eurozona para garantizar que apliquen adecuadamente los planes de ajuste y las reformas prometidas y evaluar "los progresos realizados". No obstante, se ha eliminado cualquier referencia que apuntara específicamente a España y Portugal.

   Asimismo, se proseguirá con los programas de rescate a Grecia (110.000 millones de euros) e Irlanda (85.000 millones), y se finalizarán los trabajos para crear un fondo permanente a partir de 2013 que contemplará la posibilidad de que los bancos privados asuman parte de la carga de futuros rescates.

   Los líderes europeos reclamarán además una nueva ronda de "ambiciosos" test de estrés a los bancos y pedirán a los Gobiernos que "tengan preparados planes concretos, que respeten las reglas de la UE en materias de ayudas públicas, para tratar con cualquier banco que revele vulnerabilidades en los test de estrés".

   Asimismo, los Veintisiete piden a sus ministros de Economía que alcancen en marzo un acuerdo sobre el nuevo sistema de sanciones para los países con déficit y desequilibrios excesivos, de forma que se cierre un pacto definitivo con la Eurocámara en junio. "Ello permitirá reforzar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento", afirman las conclusiones.

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