MADRID.- La crisis económica ha disparado en España el consumo en establecimientos de bajo coste que, una vez superado el ajuste, consolidarán su nueva posición en el mercado, según la encuesta 'Evolución o revolución: ¿Un nuevo consumidor o una nueva forma de consumir?' elaborada por PricewaterhouseCoopers (PwC).
La firma auditora asegura que los consumidores ya no volverán a ser los de antes y que será muy difícil que vuelvan a los comportamientos de compra anteriores porque la crisis está dejando una marca definitiva en su comportamiento y la apuesta por las opciones más baratas no será algo coyuntural sino que permanecerá cuando la situación económica mejore.
De hecho, asegura que todos los sectores que abarca el estudio se verán afectados por este consumo inteligente: moda (ropa, calzado y complementos), ocio (restauración y ocio nocturno), alimentación y bebidas en el hogar, electrónica de consumo, informática y tecnología, droguería y perfumería y equipamiento del hogar.
En concreto, la moda está siendo uno de los sectores más afectados, ya que el 44% de los encuestados reconoce haber reducido su frecuencia de compra durante la recesión, mientras que un 78% asegura que, después de la crisis, gastará lo mismo o menos que hasta ahora. De hecho, el porcentaje de consumidores que compra en establecimientos baratos ha aumentado considerablemente al pasar del 14% al 44%. Esta cifra se situará en el 25% cuando se estabilice la actividad económica, según PwC.
La industria del ocio, por su parte, también ha sufrido la crisis, ya que el 52% de los consumidores ha disminuido la frecuencia de salidas a locales de hostelería. El 37,6% asegura gastar menos por salida, un porcentaje casi 30 puntos superior al de antes de la crisis, mientras que la elección de opciones más baratas ha crecido más de 30 puntos, hasta el 43%, y se espera que el 22% lo siga haciendo cuando cambie la economía.
En este contexto, el sector de la alimentación y bebidas en el hogar ha experimentado un incremento en la demanda y el consumo demarcas del distribuidor al pasar del 18,8% al 28,6% en los últimos doce meses. En el caso de las ofertas se ha pasado de un 22% a un 31%, tendencia que se mantendrá después de la recesión en el 29%.
De hecho, un 25% de los consumidores asegura que ha reducido su frecuencia de compra, mientras que el porcentaje que acude a establecimientos baratos se ha incrementado en 28 puntos al pasar del 10,3% de antes de la crisis al 38% actual.
En la industria electrónica de consumo, informática y tecnología el peso de los precios baratos se ha incrementado en los últimos doce meses y lo seguirá haciendo tras el ajuste. El 40% de los consumidores ya acude a centros más económicos para hacer sus compras, algo que antes sólo hacía el 21%.
Para el socio responsable de Retail y Consumo de PwC, Javier Vello, ya no existe un perfil del consumidor, sino un momento de consumo con comportamientos cambiantes para la compra de unos productos u otros. "Además, la crisis ha servido para que el consumidor entienda que las opciones más baratas no suponen una merma en la calidad del producto", ha añadido.
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