miércoles, 9 de febrero de 2011

El patrón de Groenlandia podría explicar el cambio de clima

WASHINGTON.- Los inviernos helados padecidos por Europa y América del Norte durante los últimos dos años contrastan con el clima atípicamente templado en el Ártico, en un patrón observado por primera vez por un misionero danés en Groenlandia hacia 1770. 

Algunos científicos sugieren que el cambio climático se podría estar intensificando por una oscilación natural. Otros dicen que ese veredicto podría ser prematuro y que el patrón parece ser el de siempre.
Una fuerte ola de frío golpeó el este de Estados Unidos, el norte de Europa y partes de Rusia en los últimos dos inviernos. Pero el Ártico registró temperaturas altas y el año pasado fue uno de los más cálidos a nivel global, según la Organización Meteorológica Mundial de la ONU.
En un efecto secundario paradójico del calentamiento global, un Ártico menos frío podría estar cambiando los patrones de vientos, desviando el aire fresco del norte hacia el sur, dicen algunos investigadores. Una teoría es que el hielo que se derrite en el Ártico expone aguas más cálidas que interrumpen los vientos polares.
"El calentamiento global del hemisferio norte podría resultar en inviernos fríos", dijo una investigación encabezada por Vladimir Petoukhov, del Instituto de Investigación sobre el Impacto Climático de Potsdam, en Alemania.
Petoukhov dijo a Reuters que una retirada de las capas de hielo en los mares de Barents y Kara en el Ártico había triplicado el riesgo de inviernos fríos en Europa y el norte de Asia y duplicado las posibilidades en América del Norte.
Pero otros expertos señalan que la helada profunda podría simplemente ser parte de una variación natural registrada por primera vez por Hans Egede Saabye, un misionero danés que vivió en Groenlandia entre 1770 y 1778.
"Cada invierno en Groenlandia es severo, pero no todos en igual medida", escribió en su diario. "Los daneses observaron que, si el invierno en Dinamarca fue severo, en Groenlandia fue, a su vez, más templado, y viceversa".
Ese patrón cambiante ahora es conocido como Oscilación del Atlántico Norte (NAO, por su sigla en inglés). En lo que se llama la fase negativa, interrumpe los vientos del oeste a lo largo del Atlántico y envía frentes de aire más cálidos hacia el Ártico mientras partes de Europa y Norteamérica se congelan.
"El NAO ha sido negativo durante más tiempo que en cualquier otro momento desde el invierno de 1969-1970," dijo John Cappelen, climatólogo del Instituto Meteorológico Danés y descendiente remoto de Saabye.
"Es una variación natural. Esa es la explicación para los inviernos muy crudos del año pasado y de este año", agregó.
El especialista explicó que a veces los inviernos fríos se dan de forma sucesiva, como tres años durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, eso podría significar un regreso repentino a inviernos más templados para Europa y América del Norte.
El índice NAO fue muy positivo, los que significa inviernos más templados para Europa y Norteamérica durante la década de 1990. No hay pruebas de una relación entre el cambio climático y el frío reciente, dijo Kevin Trenberth, que está al frente de la sección de análisis climático del Centro Nacional de Investigación Atmosférica estadounidense.
"Se están haciendo preguntas importantes, ¿la capa de hielo reducida en el Mar Ártico y un poco más de nieve en el norte de Siberia llevan a este tipo de patrón? No creo que tengamos respuestas buenas por el momento", señaló.
Los últimos dos inviernos llegaron a valores NAO récord en un índice que data de hace más de un siglo, pero eso podría ser pura suerte, dijo James Hansen del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA.
"Si estos últimos dos años fueron o no casualidad no se sabrá hasta que hayan pasado algunos años. La dinámica atmosférica en latitudes altas es muy caótica, así que yo no apostaría por nada," dijo Hansen a Reuters.
El patrón de contraste de temperaturas reconocido por Saabye parece seguir aún en vigor.

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