lunes, 14 de febrero de 2011

El BCE cumplió tres semanas sin comprar deuda pública antes de rescatar a Portugal

FRANCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE) no realizó compras de bonos soberanos de la eurozona por tercera semana consecutiva, algo que no sucedía desde el pasado mes de octubre, aunque la presión sobre la deuda lusa, que ha elevado el coste de financiación de Portugal hasta un nivel récord desde la introducción del euro, finalmente llevó a la institución a intervenir en el mercado, según indicaron distintos operadores, aunque estas compras, realizadas entre el jueves y el viernes, no se reflejan en la presente estadística por motivos técnicos.

   De este modo, el importe del programa de compra de valores del BCE, establecido el pasado mes de mayo como respuesta a la crisis de la deuda soberana de la zona euro, se mantiene hasta la fecha en 76.500 millones de euros a falta de incorporar las operaciones realizadas en los últimos días de la semana pasada.
   La analista de IG Markets Soledad Pellón explicaba que el BCE intervino de nuevo en el mercado de deuda con la compra de bonos portugueses para relajar la presión sobre la deuda lusa, aunque se desconoce aún en qué cantidad.
   Los intereses de los bonos portugueses a diez años establecieron el pasado jueves un nuevo máximo desde la introducción del euro del 7,63% que disparó nuevamente las alarmas en la zona euro sobre la posibilidad de que Portugal deba solicitar ayuda a sus socios europeos y al FMI, puesto que las propias autoridades monetarias lusas han reconocido en varias ocasiones que un coste de financiación de la deuda superior al 7% resultaría insostenible.
   No obstante, a pesar de la presumible intervención del BCE en los mercados, el rendimiento de la deuda portuguesa a diez años ha vuelto a experimentar un pronunciado incremento este lunes, hasta el 7,50%, mientras la prima de riesgo alcanzaba los 427 puntos básicos.
   A pesar de la aparente parálisis del programa de compra de bonos del BCE, el propio presidente de la institución reiteró en la rueda de prensa posterior a la última reunión del Consejo de Gobierno del BCE que dicho programa de compra de activos "continúa en vigor", aunque sugirió la voluntad del instituto emisor de que este papel en los mercados secundarios pueda ser interpretado por el Fondo Europeo de Estabilidad Financiero (EFSF), una cuestión que forma parte de los temas a negociar por los ministros de Economía de la UE en la reunión que mantiene el Eurogrupo en Bruselas.
   La institución presidida por Jean Claude Trichet invirtió la mayor parte de los 76.500 millones invertidos hasta ahora en la compra de deuda pública en las primeras semanas de funcionamiento del programa, ya que en su primera semana en vigor el BCE invirtió 16.500 millones en los mercados secundarios, cantidad que redujo progresivamente hasta prácticamente cero en el mes de octubre, pero que se vio posteriormente obligado a reactivar en las últimas semanas de 2010 ante el recrudecimiento de la crisis de la deuda soberana de la periferia del euro.
   Sin embargo, a lo largo del mes de enero, el BCE redujo significativamente el importe destinado a estas compras y, salvo en la segunda semana de enero, cuando adquirió 2.313 millones de euros en bonos, coincidiendo con la primera toma de contacto con los mercados de deuda en 2011 de países como Grecia, España o Portugal, sus compras nunca rebasaron los 146 millones, hasta interrumpirse completamente la semana pasada.

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