martes, 1 de febrero de 2011

El FMI está dispuesto a ayudar a Egipto a reconstruir su economía

WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) está dispuesto a ayudar a Egipto y otro países en la misma situación a reconstruir su economía, indicó este martes su director general Dominique Strauss-Kahn. 

Strauss-Kahn volvió a lanzar una advertencia contra el agravamiento de los desequilibrios mundiales y afirmó que el alza de los precios alimentarios podría tener "consecuencias potencialmente devastadoras" para los países más pobres.
En sus declaraciones en Singapur, Strauss-Kahn dijo que no quería comentar la situación política en Egipto, donde el presidente egipcio, Hosni Mubarak, enfrentaba masivas movilizaciones populares reclamando su partida.
"Pero claramente la situación en Egipto es la clase de situación que podría haberse esperado no sólo en Egipto, cuando uno ve el problema creado por el alto nivel de desempleo", afirmó el director general del FMI en una conferencia de prensa tras un discurso ante la Autoridad Monetaria de Singapur.
"Ahora la cuestión es cómo reconstruir esto. No es solo cierto para Egipto, puede también ser verdadero para países donde no existe el mismo tipo de revuelta pero que están casi en la misma situación", explicó.
"Y, por supuesto, el FMI está dispuesto a ayudar definiendo el tipo de política que podría aplicarse", continuó.
En su discurso, Strauss-Kahn aseguró que el alto desempleo y las desigualdades en los ingresos eran "fuertes componentes de la agitación política en Túnez y la creciente tensión social en otros países".
Gigantescas manifestaciones populares en Túnez terminaron el mes pasado con el régimen de 23 años de Zine El Abidine Ben Ali, mientras que un movimiento similar en Egipto busca poner fin a tres décadas de poder de Mubarak.
"A medida que se incrementan las tensiones entre países, podemos ver el alza del proteccionismo, comercial y financiero", dijo Strauss-Kahn.
"Y a medida que se incrementan las tensiones en los países, podemos ver alzamientos sociales e inestabilidad política", agregó.
Por otra parte, Strauss-Kahn instó nuevamente a China a ajustar la tasa cambiaria del yuan por su propio interés, pero señaló que estaba en desacuerdo con las críticas en Estados Unidos y otros países del mundo que quieren una rápida apreciación de la moneda china.
Strauss-Kahn dijo además que el gobierno norteamericano no debería tener problemas para financiar su inmensa deuda pública, y matizó los temores sobre la economía de Japón luego de que Standard & Poor's recortase la semana pasada la nota de su deuda soberana.
En cuanto a la economía mundial, Strauss-Kahn sí lanzó una advertencia, explicando que "ésta no era la reactivación que queríamos".
"Ésta es una reactivación basada en tensiones, que incluso pueden sembrar las semillas de la próxima crisis", lanzó.
Strauss-Kahn explicó que el ritmo de la reactivación entre las economías desarrolladas y emergentes está desequilibrado y reedita la situación justo antes de la crisis económica mundial de 2008.
"Mientras el crecimiento se mantiene por debajo de su potencial en las economías desarrolladas, los países emergentes y en vías de desarrollo están creciendo mucho más rápido, y pronto podrían ver un recalentamiento" de sus economías, agregó.

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