sábado, 12 de febrero de 2011

Grecia critica a la Unión Europea y el FMI tras una visita de inspección

ATENAS.- Grecia criticó el sábado a la UE y el FMI y les dijo que dejaran de interferir en sus asuntos domésticos después de que los prestamistas dijeran que Atenas estaba prácticamente encarrilada pero debía acelerar las reformas, vender más activos y combatir los intereses personales.

Los inspectores de la UE y el FMI que vigilan el plan de rescate que salvó a Grecia de la bancarrota dieron el viernes luz verde a continuar con la ayuda pero adoptaron un tono más crítico que en visitas anteriores.
"El comportamiento de los responsables de la UE, FMI y BCE fue inaceptable. No hemos pedido a nadie que interfiera en asuntos domésticos", dijo el portavoz del Gobierno George Petalotis.
"Tenemos necesidades pero también límites, no estamos negociando con nadie los límites del respeto por nosotros mismos. Sólo aceptamos órdenes del pueblo griego", dijo Petalotis en una dura, y poco habitual, crítica a los prestamistas internacionales del país.
El comunicado fue publicado después de que los medios criticaran al Gobierno por no defenderse ante los comentarios de los inspectores sobre la gente que llevaba a cabo huelgas contra las medidas de austeridad, además de críticas sobre un plan para vender más activos públicos.
En referencia a los grupos que se oponen a los planes de desregular algunas profesiones - parte clave del acuerdo de la UE y el FMI - el responsable de la misión del FMI Poul Thomsen dijo el viernes en rueda de prensa:
"Algunos de los grupos que están en las calles, como camioneros o farmacéuticos (...) se están escondiendo detrás de sus privilegios que les permiten obtener precios altos e imponer una pesada carga al resto de la sociedad".
Farmacéuticos, conductores de autobuses y médicos han protagonizado huelgas intermitentemente durante semanas, provocando grandes atascos en el centro de Atenas.
En otra señal de la tensión por la cooperación con el FMI y los socios de la eurozona de Grecia, que permitió al país evitar la quiebra pero impuso impopulares recortes salariales de los empleados públicos y subidas de impuestos, un ministro criticó los llamamientos del FMI/UE a favor de más privatizaciones.
Los prestamistas establecieron un ambicioso objetivo para el proceso de privatización, diciendo el viernes que 50.000 millones de euros deberían recaudarse en el periodo 2011-15. El objetivo anterior del Gobierno fue de 7.000 millones en 2011-13.

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