jueves, 3 de febrero de 2011

La carrera de fondo será entre China e India / Joseph Nye *

Después de que, a principios de los años 90, India hiciera, como buena parte del mundo, reformas orientadas al mercado, las tasas de crecimiento se dispararon y las proyecciones indican un crecimiento de dos cifras en el futuro. Martin Wolf, del Financial Times, llama a India “potencia prematura”, un país con bajos niveles de vida, pero una economía enorme . Cree que, dentro de un decenio, la economía india será mayor que la de Gran Bretaña y, dentro de dos, mayor que la del Japón.

India tiene una clase media en ascenso de varios centenares de millones de personas y el inglés es una lengua oficial, hablada por entre 50 y 100 millones de personas. A partir de esa base, el sector indio de la información puede desempeñar un importante papel mundial.

India tiene también importantes recursos de poder duro : entre 60 y 70 armas nucleares, misiles de medio alcance, un programa espacial, un ejército de 1,3 millones de personas y un gasto militar anual de casi 30.000 millones de dólares, es decir, el 2 por ciento del total mundial. 

Desde el punto de vista del poder blando , India cuenta con una democracia asentada y una brillante cultura popular con influencia transnacional . India tiene una diáspora influyente y su industria cinematográfica, “Bollywood”, es la mayor del mundo en cuanto al número de películas producidas anualmente, con las que compite favorablemente con Hollywood en algunas partes de Asia y de Oriente Medio.

Al mismo tiempo, India sigue siendo un país en gran medida subdesarrollado, con centenares de millones de ciudadanos analfabetos e indigentes . Una tercera parte, aproximadamente, de los indios viven en condiciones de extrema pobreza e India cuenta con la tercera parte, más o menos, de los pobres del mundo. 

En comparación, con China, hay ciertas cifras chocantes: mientras que el 91 por ciento de la población china sabe leer y escribir y el 43 por ciento de ella es urbana, las cifras correspondientes a India son sólo el 61 por ciento y el 29 por ciento, respectivamente. Todos los años, India produce el doble, aproximadamente, de ingenieros y licenciados en informática que EE.UU., pero The Economist informa de que “sólo el 4,2 por ciento está capacitado para trabajar en una empresa de programas informáticos y sólo el 17,8 por ciento está en condiciones de encontrar empleo en una empresa de servicios de tecnologías de la información, aun después de recibir formación durante seis meses”.

Así, pues, no es probable que India desarrolle los recursos de poder necesarios para llegar a igualar a China en el próximo o los dos próximos decenios y, si bien los dos países firmaron acuerdos en 1993 y 1996 que prometían una solución pacífica de la disputa fronteriza que provocó la guerra de 1962 , conviene señalar que, justo antes de los ensayos nucleares de India en marzo de 1998, su ministro de Defensa calificó a China “enemigo potencial número uno” de su país. Más recientemente, en 2009, la cuestión fronteriza volvió a estallar.

Los funcionarios indios se muestran en general discretos en público con China, pero en privado sus preocupaciones siguen siendo inmensas . En lugar de llegar a ser una aliada, es más probable que la India llegue a ser uno de los países asiáticos que procure equilibrar el ascenso estratégico de China.

(*) Politólogo y profesor de la Universidad de Harvard, en Boston

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