jueves, 10 de febrero de 2011

La deuda soberana portuguesa da señales de alarma

LONDRES.- El interés que el mercado internacional le exige a Portugal por sus bonos llegó a cifras récord el jueves, con lo que aumentó la posibilidad de que Portugal tenga que pedir un rescate financiero a sus socios de la eurozona e instituciones internacionales. 

El bono portugués a 10 años llegó el jueves a un interés del 7,6% en el mercado secundario, a escasa distancia del nivel que obligó a Dublín a solicitar un rescate financiero. Los bonos españoles a 10 años bajaron al 5,2%.
Igualmente, el bono de referencia alemán a 10 años retrocedió el jueves al 3,2%.
La subida del interés en los bonos portugueses a 10 años ocurrió porque los inversionistas quedaron decepcionados con la lentitud del plan de la UE de coordinar las medidas que permitan superar la crisis que comenzó hace más de un año.
Los líderes gubernamentales fueron incapaces de trazar plan específico alguno en una conferencia cimera la semana pasada, postergando esas decisiones financieras hasta el 11 de marzo, cuando volverán a reunirse en Bruselas.
Francia y Alemania presionan a otros gobiernos a fin de que mejoren el crecimiento económico mediante una mejora de su productividad. Aunque no han sido propuestas medidas concretas, los documentos circulados la semana pasada indican la posibilidad de aumentar la edad de jubilación, desligar el aumento automático de los salarios a la inflación e imponer límites constitucionales al endeudamiento soberano.
Ante la carencia de un amplio plan de la eurozona para lidiar con la deuda, los inversionistas siguen preocupados por la posibilidad de que Portugal siga los pasos de Grecia e Irlanda en la búsqueda de un rescate financiero.
Portugal necesita recaudar este año 20.000 millones de euros en los mercados financieros internacionales y encara dos obstáculos inmediatos: En abril tiene que abonar 4.500 millones de euros para resarcir parte de sus bonos y en junio tendrá que encontrar otros 5.000 millones de dólares con el mismo fin.
La venta de sus bonos soberanos han generado este año una sustancial demanda debido al alto interés que conllevan.
Aunque Portugal es una de las economías más modestas de la eurozona, su colapso fiscal podría hacer peligrar la situación de la vecina España, una de las mayores economías del continente y la de mayor desempleo en la eurozona, más de un 20%.
El gobierno minoritario portugués insiste que puede restaurar la salud fiscal sin ayuda alguna, aunque el nivel a que ha llegado el costo del dinero que compra a crédito es a todas luces insostenible, según los economistas.
El gobierno del primer ministro socialista José Sócrates ha incrementado los impuestos y reducido los salarios de sus funcionarios públicos, además de indicar que los ingresos fiscales aumentaron en enero un 15%. Empero, esas medidas podrían precipitar al país a una recesión y empeorar su situación económica.

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