WASHINGTON.- Los funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos mostraron una creciente confianza en la recuperación de la economía, pero seguían insatisfechos con el mercado laboral, señalaron las actas del encuentro del banco central en enero.
"Los participantes en general expresaron una mayor confianza en que la recuperación económica sería sostenible", dijo la Fed.
Aunque los funcionarios estimaron que los riesgos sobre la recuperación se estaban disipando, las actas describieron a las proyecciones económicas presentadas por los funcionarios como "sin grandes cambios".
Los funcionarios elevaron sus proyecciones de crecimiento para 2011 a un rango del 3,4 por ciento al 3,9 por ciento desde los cálculos de noviembre de 3 por ciento al 3,6 por ciento.
La tasa de desempleo oscilaría entre un 8,8 y un 9 por ciento en el cuarto trimestre, según la nueva proyección, que no representa grandes cambios respecto del rango de 8,9/9,1 por ciento estimado anteriormente.
El desempleo caería sólo gradualmente durante el horizonte de tres años que incluyen los pronósticos de la Fed.
"En general, los participantes reunidos siguieron expresando decepción tanto con el ritmo como con el carácter irregular de la mejora en el mercado laboral", señalaron.
La desocupación bajó a un 9 por ciento en enero, según se conoció días después del encuentro de la Fed, con lo que se ubicó en el rango alto de la proyección del banco central para los últimos tres meses del año.
Los precios de los bonos del Tesoro extendieron levemente sus pérdidas tras la publicación de las actas.
"Es estable, pero no suficiente para bajar el desempleo", dijo Scott Brown, economista jefe de Raymond James en St. Petersburg, caracterizando a la evaluación de la Fed sobre la economía.
Según Brown, la Fed se abstendría de subir los tipos de interés, que actualmente están cerca de cero, hasta comienzos del próximo año.
En un comunicado que emitió al término de su reunión de enero, la Fed había señalado un mejor panorama para la economía. En esa ocasión, se decidió de manera unánime seguir adelante con el plan de compra de bonos por 600.000 millones de dólares.
Las actas revelaron que algunos funcionarios no estaban seguros del impacto que tendría este programa sobre la economía, pero concluyeron que ese no era el momento indicado para cambiar de rumbo.
Otros funcionarios señalaron que si el crecimiento económico resultara ser mayor al esperado, el banco central debería considerar una reducción del plan.
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