martes, 15 de febrero de 2011

Los países de la Unión Europea aprueban avanzar sin España en la patente europea

BRUSELAS.- Los países de la UE han aprobado este lunes durante la reunión del Consejo de Educación avanzar sin España e Italia en una 'cooperación reforzada' para crear una patente europea que reduzca los costes para los innovadores y que se tramitará en inglés, francés y alemán.

   Los representantes de Italia y España (el secretario de Estado de Educación, Mario Bedera) en la reunión han expresado su rechazo al acuerdo por considerar que va contra el mercado único y es discriminatorio. Pero el resto de ministros han respaldado el lanzamiento de la 'cooperación reforzada', que ya había sido aprobado por los embajadores con la única oposición de Madrid y Roma.
   El pleno del Parlamento Europeo tiene previsto también dar su visto bueno a la 'cooperación reforzada' en la patente este martes. El siguiente paso será aprobar su contenido en la reunión de ministros de Industria prevista para marzo.
   El Gobierno ya ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo (TUE) si el resto de países aprueban avanzar en la patente europea que margine a España.
   "Si hubiera una cooperación reforzada sobre una patente europea que discriminase al idioma español y que lo pusiese en situación subordinada a otras lenguas, iríamos al Tribunal de Luxemburgo para recurrir esa cooperación", dijo recientemente el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido.
   La patente europea se encuentra bloqueada desde hace 10 años porque su aprobación requiere unanimidad y Madrid y Roma la vetan por considerar que discrimina al español y al italiano, ya que su régimen lingüístico sólo incluye al inglés, francés y alemán.
   Para sortear este veto, un total de 12 países (Alemania, Dinamarca, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Lituania, Luxemburgo, los Países Bajos, Polonia, Suecia y el Reino Unido) solicitaron esta cooperación reforzada. El resto de países también están a favor.
   En la actualidad, la Oficina Europea de Patentes (OEP), un organismo de la intergubernamental Organización Europea de Patentes, formada por 37 países, examina las solicitudes de patentes y se encarga de conceder una patente europea si se cumplen las condiciones pertinentes.
   No obstante, para que la patente concedida surta efecto en un Estado miembro, el inventor debe solicitar su validación nacional en cada país donde desee que su patente quede protegida. Este procedimiento entraña costes administrativos y de traducción añadidos considerables.
   Una patente europea validada, por ejemplo, en trece países cuesta hasta 18.000 euros, de los que 10.000 corresponden únicamente a los gastos de traducción, de manera que una patente europea es diez veces más cara que una estadounidense, que cuesta unos 1.850 euros. Debido a los costes que esto supone, la mayoría de los inventores solo patentan su invento en un número muy limitado de Estados miembros.

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