martes, 22 de febrero de 2011

Moody's podría rebajar la nota de un Japón muy endeudado

TOKIO.- La agencia de calificación financiera Moody's rebajó este martes de "estable" a "negativa" la perspectiva de la nota soberana de Japón, fijada actualmente en Aa2, y estimó que al Gobierno nipón le costará reducir el déficit presupuestario y contener el incremento de la deuda. 

La agencia considera que las políticas económicas y presupuestarias "puede que no basten para cumplir el objetivo de reducción del déficit fijado por el Gobierno ni para contener el aumento inexorable de la deuda.
La actual nota de Moody's a Japón es Aa2, la tercera mejor posible de un total de 19. La rebaja de su perspectiva significa que la agencia podría bajar la nota próximamente.
Las autoridades públicas de la tercera potencia económica mundial están endeudadas a un nivel del 200% de su producto interior bruto, la proporción más alta entre los países desarrollados.
Moody's ha recalcado en un comunicado que "la crisis financiera mundial golpeó violentamente a la economía japonesa" e hizo más difíciles "los esfuerzos del Gobierno para lograr un excedente presupuestario, sin contar (los vencimientos a pagar por) la deuda, en 2020, su objetivo anunciado".
Casi la mitad del presupuesto del Estado nipón reposa hoy en la venta de nuevas obligaciones del Estado.
"A largo plazo, el Gobierno no contempla un crecimiento económico superior al 1 o 2%" anual, señaló la agencia, que destaca la necesidad de una reforma fiscal para yugular el déficit público.
El primer ministro, Naoto Kan, quiere poner en marcha una amplia reforma fiscal, que podría comprender un aumento de la imposición del consumo, hoy en día de sólo el 5%, para contener la colosal deuda del país.
Pero "la división del Parlamento -donde la oposición conservadora controla la cámara alta- y lo retos políticos crecientes que afronta Kan amenazan con anular estos esfuerzos", advierte Moody's.
El primer ministro está ante un verdadero rompecabezas para conseguir la aprobación parlamentaria de su presupuesto y varias leyes vinculadas antes del 1 de abril, arranque del año presupuestario.
Además de una oposición muy combativa, Kan tiene que lidiar con el descontento de los elegidos de su propio movimiento, el Partido Demócrata de Japón.
Moody's precisó que las autoridades niponas no corren peligro de enfrentarse a una crisis de la deuda "a corto o medio plazo", al contrario que varios países europeos endeudados. Un 95% de bonos del Tesoro están en manos de inversores japoneses, lo cual reduce el riesgo de bancarrota del Estado.
"Pero la presión (sobre este endeudamiento) podría subir a largo plazo, y esto se debe tener en cuenta en la calificación", añadió la agencia.
A finales de enero, otra agencia de calificación financiera, Standard and Poor's, bajó la nota de la deuda de Japón a AA- (la cuarta mejor nota posible sobre un total de 22 según su propia escala), por las mismas razones.
La decisión de Moody's afectó de inmediato a los bancos japoneses, que son grandes poseedores de bonos del Tesoro de Japón.
El grupo Mitsubishi UFJ Financial perdió 3,61% y el Sumitomo Mitsui Financial Group cayó 4,53% el martes en la Bolsa de Tokio, que registró una caída de 1,78%.

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