BAGDAD.- Un grupo de insurgentes atacó hoy sábado la mayor refinería de Irak, causando la muerte de cuatro trabajadores tras colocar una serie de bombas que iniciaron un incendio y provocaron su cierre, dijeron las autoridades.
Los insurgentes colocaron las bombas en las unidades de producción de queroseno y benceno en la refinería situada en el pueblo de Baijí, un antiguo bastión de Al Qaeda a unos 180 kilómetros al norte de Bagdad, dijo el gobernador Ahmed al Yuburi.
"La refinería ha parado por completo", dijo el gobernador. "Es una gran pérdida para todo el país. Todas las ciudades iraquíes dependen de su producción".
El ministro del Petróleo, Abdul Kareem Luaibi, dijo que el "ataque terrorista" sólo dañó una unidad de producción que estaba en mantenimiento y que las unidades restantes no habían sufrido daños.
"El atentando (...) es parte de un plan terrorista que apunta a las instalaciones petroleras de Irak y busca socavar al Ministerio del Petróleo después de que tuviera éxito en suministrar suficientes productos del crudo para cumplir con las necesidades domésticas", afirmó en un comunicado leído a Reuters.
Las explosiones, que ocurrieron antes del amanecer, iniciaron un incendio que fue controlado posteriormente, dijo una fuente policial. Se necesitaron cerca de cinco horas y hasta 50 camiones de bomberos para contener las llamas.
La unidad dañada, conocida como Refinería Norte, tiene una capacidad de producción de 150.000 barriles por día, dijo un funcionario de Baijí, agregando que la destrucción era demasiado extensa como para ser reparada en pocos días.
"Reparar los daños tomará bastante tiempo. No estamos hablando de días, los daños son muy graves", agregó.
"Con un poco de suerte podremos reiniciar la refinería parcialmente", indicó, agregando que la planta tiene suficientes reservas como para cubrir las necesidades energéticas nacionales durante al menos siete días.
Irak no exporta ningún producto del crudo y usa toda su producción para generar electricidad y para el consumo nacional.
La violencia en general ha disminuido marcadamente en el país desde los niveles máximos que alcanzó durante el conflicto sectario en 2006-2007, pero aún hay atentados y ataques diarios.
La refinería de Baijí estuvo controlada durante mucho tiempo por los insurgentes, quienes la usaron para financiar su lucha.
Normalmente la planta opera a un 70 por ciento de su capacidad y produce 11 millones de litros de gasolina, 7 millones de litros de benceno y 4,5 millones de litros de kerosene al día.
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