miércoles, 16 de marzo de 2011

La crisis lusa se agrava al encarecerse su financiación


LISBOA.- El Gobierno de Portugal culpó de los rendimientos más elevados que tuvo que pagar el país el miércoles en el mercado para colocar deuda a la negativa de la oposición a respaldar sus nuevas medidas de austeridad, advirtiendo de que la crisis política podría obligar al país a tener que pedir un rescate financiero. 

La presión sobre Lisboa ha aumentado después de que el martes la agencia Moody's recortara la calificación de la deuda de Portugal en dos escalones, poniendo de manifiesto los retos que afronta en su crisis de deuda.
El rendimiento sobre 1.000 millones de euros en letras del Tesoro subió del 4,057 por ciento de hace dos meses al 4,331 por ciento del miércoles. 
En cambio, España logró un menor coste de financiación en una subasta de letras el martes y se considera cada vez menos probable que necesite un paquete de rescate de la UE y el FMI tras el enérgico plan de medidas acordado por los gobiernos europeos el viernes pasado.
El empeoramiento de la crisis lusa - al que muchos economistas consideran el próximo candidato a necesitar un rescate tras Grecia e Irlanda - sugiere que el acuerdo alcanzado en Bruselas podría llegar demasiado tarde para Lisboa.
La situación de Portugal se complica además por las disputas políticas, dado que el principal partido de oposición - los socialdemócratas de centroderecha - se ha negado a respaldar un nuevo plan de ajuste con el que el Gobierno pretende asegurar el cumplimiento de sus metas presupuestarias.
"El fracaso a la hora de aprobar las nuevas medidas del plan presupuestario empujaría al país a la ayuda externa", afirmó el ministro de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, a la comisión de presupuestos del Parlamento.
"Las condiciones actuales del mercado son insostenibles a medio y largo plazo", expresó.
Un sondeo entre 45 economistas halló que el 60 por ciento espera que Portugal necesite un rescate, y creen que ocurrirá en junio.
El martes, el primer ministro José Sócrates advirtió que su gobierno en minoría no podrá continuar si la estrategia económica del país a largo plazo, que incluye las nuevas medidas de austeridad, no es aprobada por el Parlamento.
"Los niveles de los rendimientos de Portugal siguen por encima del nivel de 'bola de nieve' - en el que el nivel del interés cobrado hace que la deuda suba - y eso significa que la situación a largo plazo está empeorando, no mejorando", dijo el estratega Charles Diebel, de Lloyds.
Hasta ahora, los socialdemócratas han apoyado las medidas de austeridad del Gobierno socialista, y Texeira dos Santos les ha pedido que negocien, pero los analistas creen que la parálisis podría desembocar en la caída del Gobierno.
"José Sócrates jugó su última carta", dijo el Diario de Noticias en un editorial. "Pero esta vez parece que los socialdemócratas no están dispuestos a bailar".
El principal partido de la oposición encabeza los sondeos.
Las nuevas medidas fueron anunciadas el viernes e incluyen recortes del gasto social y de infraestructura equivalentes al 0,8 por ciento del PIB.
Los portugueses, ante la subida de los impuestos, la reducción de las ayudas sociales y una probable vuelta a la recesión este año, han aumentado las protestas contra la austeridad, pero no está claro si quieren un cambio de gobierno.

Opinión de Sócrates

El primer ministro de Portugal, José Sócrates, dijo el martes que la decisión del principal partido de la oposición de no respaldar las más recientes medidas de austeridad podría resultar en que el país solicite un rescate financiero.
En una entrevista de 45 minutos con la cadena de televisión SIC, Sócrates indicó que está haciendo lo posible para evitar una crisis que pueda colocar a su gobierno en minoría e incapaz de regir al país.
El primer ministro hizo estas declaraciones pocas horas después de que los socialdemócratas decidieran formalmente oponerse a las más recientes medidas de austeridad, que buscan garantizar que Portugal pueda cumplir las duras metas de presupuesto y evitar el destino de Grecia e Irlanda, que debieron solicitar un rescate.
Sócrates dijo que si las propuestas eran rechazadas en el Parlamento, eso podría conllevar graves repercusiones.
"Según entiendo, las consecuencias de una crisis política podrían empeorar los riesgos financieros para nuestra economía y llevar a Portugal a tener que buscar una intervención extranjera", declaró.
"Llevo tratando de evitar ese escenario durante seis meses", agregó.
En tanto, Moody's rebajó la calificación crediticia de Portugal en dos escalones a "A3" y dijo que podría tener que reducirla de nuevo dado el impacto de los altos costos de endeudamiento y la dificultad de cumplir con duras metas fiscales.
Moody's dijo que mantiene un panorama negativo para el crédito de Portugal mientras considera que una mayor rebaja es más probable que un alza en el próximo año o dos.
La agencia calificadora indicó que estaba preocupada por los altos tipos de interés que el Gobierno podría tener que pagar para endeudarse en los mercados de capitales y por lo que podrían significar tales tasas para la economía en su conjunto.
Moody's también cuestionó la posibilidad de que el Ejecutivo alcance las duras metas fiscales que ha establecido. Además, citó la incertidumbre sobre el apoyo que el Gobierno tendría que darle a las entidades del país.
La medida de los socialdemócratas pone en duda la capacidad del Gobierno para lograr que el Parlamento apruebe las últimas medidas.
Hasta el momento en la crisis de deuda de la zona euro, los socialdemócratas han apoyado las medidas de austeridad que el Gobierno ha adoptado para garantizar que se cumplan las metas de presupuesto.
Pero muchos analistas creen que podrían intentar presionar al Gobierno al impedirle que apruebe sus proyectos de ley y llevar a unas elecciones anticipadas, especialmente cuando han conseguido ponerse por delante en los sondeos en las últimas semanas.

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