jueves, 17 de marzo de 2011

El BCE aplaude el borrador del mecanismo permanente de rescate de la UE y pide que se establezca como Tratado

FRANCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE) ha mostrado su respaldo al borrador del nuevo Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM por sus siglas en inglés) acordado por los países de la zona euro, que sustituirá al actual fondo de rescate temporal a partir de junio de 2013, y propone que sea establecido por medio de un Tratado sujeto al derecho publico internacional que sea aprobado por lo estados miembros. 

   Esta propuesta, que tiene como objetivo que las leyes nacionales tengan que ser compatibles con las disposiciones del Tratado, es una de las cuatro sugerencias que realiza el BCE a petición de la Unión Europa con las que pretende mejorar la eficacia del mecanismo y facilitar su funcionamiento
   Asimismo, el BCE propone que el reglamento para la toma de decisiones en el ESM, que se activará en caso de que sea indispensable para salvaguardar la estabilidad de la zona euro en su conjunto y bajo unas condiciones estrictas, debería favorecer la eficiencia, por ejemplo acordando que la activación del mecanismo se haga de mutuo acuerdo entre los estados miembros.
   En esta línea, también considera que debería garantizar la posibilidad de emplear un apropiada gama de instrumentos que sean eficaces a la hora de luchar contra el contagio de situaciones de "aguda inestabilidad en los mercados". Además, debe atender a los principios de cautela y buena gestión financiera y estar sujeto a auditorías tanto internas como externas.
   Junto a estas mejoras, el BCE también recalca que es fundamental que el ESM esté protegido ante el "riesgo moral" inherente a cualquier mecanismo de gestión de crisis, para lo que sugiere la implicación del FMI en el análisis de la sostenibilidad de la deuda, la creación de programas de negociación y financiación, la existencia de términos no concesionales coherentes con la práctica del FMI y una estricta vigilancia del cumplimiento del programa de ajuste acordado a cambio de la ayuda financiera.
   La institución presidida por Jean Claude Trichet recuerda que en una unión monetaria, una vigilancia fiscal y macroeconómica fortalecida es el "instrumento adecuado" para minimizas los riesgos de una crisis de deuda soberana de la magnitud y la gravedad que ha experimentado recientemente la Unión Europea.
   Asimismo, defiende que, en la medida que esta crisis siguen siendo relevante pese al fortalecimiento de esta vigilancia, y con el propósito de salvaguardar la estabilidad de la zona euro, es "deseable" que se establezca un marco permanente de gestión de crisis que pueda, en última instancia, aportar apoyo financiero temporal a los estados miembros que tenga dificultades para acceder al mercado.
   En este sentido, la institución advierte de que este marco debe ser diseñado de manera que minimice el riesgo moral y refuerce los incentivos para un ajuste macreconómico y fiscal preventivo.

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