miércoles, 16 de marzo de 2011

Las pérdidas por el seísmo en Japón llegarían a 200.000 millones

TOKIO.- El devastador terremoto de Japón, el consiguiente maremoto y la crisis nuclear podrían generar pérdidas de hasta 200.000 millones de dólares (unos 143.000 millones de euros) en la tercera mayor economía del mundo, pero el impacto global es difícil de evaluar pocos días después de que un gran tsunami arrasara la costa noreste del país. 

Mientras las autoridades intentaban evitar una catastrófica fusión en una central nuclear que se encuentra 240 kilómetros al norte de la capital, Tokio, los economistas estudiaban los daños a los edificios, a la producción y a la actividad de los consumidores.
Se espera que el desastre golpee en gran medida la producción japonesa en los próximos meses, pero economistas advirtieron que podría resultar en una desaceleración más profunda si la escasez de energía se prolonga.
La mayoría cree que el impacto directo sobre la economía sumará entre 10 y 16 billones de yenes (89.500-143.000 millones de euros), provocando una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) del segundo trimestre. Sin embargo, también habría un fuerte repunte en la última parte del segundo semestre de 2011 gracias a las inversiones para la reconstrucción, que impulsarán el crecimiento.
"El coste económico del desastre será grande", indicaron economistas de JP Morgan. "Ha habido una pérdida sustancial en recursos económicos y la actividad económica se verá obstaculizada por daños en las infraestructuras (como cortes de luz) en las próximas semanas o meses", detalló.
Las acciones japonesas sufrieron el lunes y martes su peor caída de dos días desde la crisis de 1987, perdiendo 626.000 millones de dólares antes de rebotar un 5,7 por ciento el miércoles, cuando los fondos de cobertura se apresuraron a cubrir posiciones cortas.
-- Cronología desde el seísmo: http://link.reuters.com/nyp58r
-- Gráfico de reactores afectados: http://link.reuters.com/fyq58r
-- Escala de evento nuclear: http://link.reuters.com/typ58r
Pero los operadores se mantenían inquietos, atentos a cada novedad en la central de Fukushima, y alerta a las señales de que las compañías y aseguradoras japonesas pudieran vender grandes activos en el extranjero y repatriar fondos para cubrir los costes de la crisis nuclear, terremoto y tsunami.
Pese a que los daños a las infraestructuras han sido graves, algunos de los mayores riesgos podrían producirse por las consecuencias indirectas en el mercado a causa del desastre, como por ejemplo una apreciación del yen.
La divisa japonesa subió a un máximo histórico contra el dólar tras el terremoto de Kobe en 1995, cuando las firmas japonesas regresaron sus fondos al país. El dólar ha caído un 3 por ciento contra el yen desde el desastre actual y se encuentra cerca del punto mínimo que tocó tras Kobe.
La dirección del yen podría tener un gran impacto en las automotrices japonesas, como Toyota Motor, Nissan Motor y Honda Motor, que fabrican entre el 22 y el 38 por ciento de sus coches en el país.
El jefe economista de HSBC Stephen King indicó que aún es muy pronto para poner cifras al coste económico, ya que se desconoce la escala del desastre.
El área de Japón afectada por el tsunami produce cerca del 4,1 por ciento del PIB del país, sugiriendo que la primera ronda de efectos económicos sería limitada, indicó. Pero con el destino de los reactores nucleares de Fukushima incierto, podría ser que Japón aún no haya pasado por lo peor de la catástrofe.
"En esta etapa, es demasiado pronto para hacer estimaciones significativas del impacto total de los terribles sucesos del Japón", escribió King en una nota de investigación.
"Las reacciones reflejas económicas y financieras a los impactos y desastres suelen salirse de los márgenes", indicó, apuntando a las predicciones erróneas de una recesión en Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y de un golpe mayor a causa del tsunami de 2004 en Asia.
El desastre ya está afectando a la cadena manufacturera global, golpeando particularmente a las empresas de tecnología, ya que Japón produce un quinto de los semiconductores del planeta.
Sin embargo, reflejando la alta incertidumbre sobre el impacto económico mundial del desastre, la Reserva Federal estadounidense no mencionó a Japón en un comunicado emitido tras su reunión de política monetaria el martes.
El Banco Central Europeo, que había insinuado a principios de mes que podría subir los tipos en abril, parece también estar en una actitud de esperar y ver, mientras los bancos reducen sus expectativas de un ajuste monetario este año.
Francia, por su parte, ha pedido una convocatoria de los ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales del G-7 para responder a la crisis, mencionando una posible compra de deuda japonesa.

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