lunes, 21 de marzo de 2011

El terremoto y el tsunami le costarán caro a Japón, pero el crecimiento volverá


WASHINGTON.- El terremoto y el tsunami del 11 de marzo podrían costarle a Japón un 4% de su Producto Interno Bruto (PIB),  unos 235.000 millones de dólares, pero la reconstrucción de las zonas devastadas, que podría durar cinco años, impulsará el retorno de la actividad económica, indicó este lunes el Banco Mundial (BM). 

"Basándonos en experiencias del pasado, el crecimiento real del PIB se verá afectado negativamente a mediados de 2011", aseguró el Banco Mundial en su último informe sobre la situación económica en el este de Asia y el Pacífico. El impacto se concentrará durante la primer mitad de este año, indicó.
El organismo agregó que la economía japonesa debería crecer en los trimestres siguientes "cuando los esfuerzos de reconstrucción, que podrían durar cinco años, se aceleren".
Las dos catástrofes que han azotado al archipiélago hace diez días podrían costarle el 4% del PIB, según el último informe del Banco sobre la economía de Asia del Este y del Pacífico, publicado este lunes. "Si uno se basa en la experiencia pasada, el crecimiento real del PIB se verá negativamente afectado a mediados de 2011", indica el informe.
Pero el crecimiento volvería a reanudarse en los siguientes trimestres, "cuando los esfuerzos de reconstrucción, que podrían durar cinco años, se aceleren", predice la institución, con sede en Washington.
Después de un crecimiento sostenido de varios trimestres desde el final de la recesión de 2008-2009, el PIB japonés cayó un 1,3% interanual entre octubre y diciembre de 2010. Antes del seísmo, la mayoría de los economistas vaticinaban que iba a recuperarse el primer trimestre del 2011.
Desde la semana pasada, Japón también lucha por evitar una catástrofe nuclear mayor en la central de Fukushima, que sufrió enormes daños por el tsunami del 11 de marzo.
Esta cascada de catástrofes provocó el desplome de la Bolsa de Tokio, que perdió un 10,22%, mientras que la divisa nipona subía por las nubes. La Bolsa de Tokio permanecía cerrada este lunes, día festivo, pero el yen se replegaba ligeramente ante el dólar y el euro en las primeras operaciones en Asia.
Los inversores parecían dudar si comprar yenes después de la intervención concertada de los bancos centrales de los países ricos del G7, el viernes, que llevó el dólar por encima de los 80 yenes, después de haber marcado el miércoles anterior su nivel más bajo desde la Segunda Guerra Mundial, a 76,36 yenes.
Según Vikram Nehru, economista del BM, las catástrofes japonesas podrían tener también un impacto en el resto de Asia, pese a que es demasiado pronto para estimar el coste. "En el futuro inmediato, el impacto más importante será en términos de comercio y finanzas", según él.
El terremoto de 1995 en Kobe ocasionó una caída del comercio japonés durante varios trimestres, pero un año después, las importaciones habían recuperado su nivel normal y las exportaciones alcanzaron el 85% de su nivel antes del terremoto.
"Pero en esta ocasión, la perturbación de las redes de producción, en particular en las industrias automovilística y electrónica, podría seguir siendo un problema" dentro de un año, advierte el Banco.
Grandes grupos, como el gigante del automóvil Toyota y el de electrónica Sony, han suspendido su producción en numerosas plantas después del seísmo.
Algunas empresas han empezado a reanudar su actividad.
En este contexto, la filial surcoreana de General Motors, GM Korea, prevé reducir su producción esta semana en previsión de una posible falta de piezas procedentes de Japón.
Los precios de los chips electrónicos, de los que Japón responde por el abastecimiento del 36% de la producción mundial, también han aumentado un 20% en algunas categorías, según el Banco Mundial.
Según el organismo internacional, el comercio del resto de Asia del Este con Japón representó el 9% del comercio exterior de la región estos últimos años.
Las exportaciones de la región podrían retroceder entre un 0,75 y un 1,5% si el PIB japonés llega a caer entre un 0,25 y un 0,50%.
"El daño a la vivienda y la infraestructura ha sido sin precedentes", dijo el Banco Mundial. "Sin embargo, el crecimiento deberá levantarse en los trimestres siguientes mientras los esfuerzos de reconstrucción, que podrían durar hasta cinco años, se aceleran".
El banco citó cálculos aproximados del daño entre 123.000 millones y 235.000 millones de dólares y un coste para las aseguradoras privadas de entre 14.000 millones y 33.000 millones de dólares. Dijo que el gobierno invertirá en la reconstrucción 12.000 millones de dólares del presupuesto nacional actual y "mucho más" del siguiente.
La paralizada planta nuclear en el nororiente de Japón, cuyo control las autoridades tratan de retomar, es una situación actual que representa incertidumbres y retos, agregó el banco.
Los rastros de radiación detectados primero en espinacas y leche provenientes de granjas cercanas a la planta nuclear han aparecido incluso en el agua de la llave, la lluvia e incluso en el polvo. Para todos los casos, el gobierno dijo que los niveles de radiación resultan demasiado bajos como para representar un riesgo inmediato para la salud.
Una caída a corto plazo de la demanda de los consumidores y la producción de los fabricantes en Japón afectará también a los países vecinos, dijo el banco.

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