viernes, 11 de marzo de 2011

El seísmo en Japón desata temores por la economía


TOKIO.- Plantas automotrices, fábricas de productos electrónicos y refinerías cerraron el viernes en todo Japón tras el fuerte terremoto que sacudió país y generó un tsunami, destruyendo carreteras y dejando sin electricidad a millones de casas y empresas. 

Los dirigentes de los partidos de Gobierno y oposición exigieron un presupuesto de emergencia para financiar las obras de reconstrucción después de que el primer ministro, Naoto Kan, les llamara a "salvar el país", dijo la agencia de noticias Kyodo.
El Banco de Japón, que ha estado tratando impulsar su anémica economía, dijo que pondría todos sus esfuerzos para asegurar la estabilidad del mercado financiero, mientras aviones de la Fuerza Aérea volaban por la costa noreste del país para evaluar los daños del peor seísmo que ha sufrido el país en 140 años.
El terremoto de magnitud 8,9 provocó el desplome de la bolsa japonesa y, de paso, llevó a los mercados de todo el mundo a mínimos de casi seis semanas. Varios aeropuertos, como el Narita de Tokio, permanecían cerrados y los ferrocarriles no operaban. Todos los puertos del país estaban cerrados.
El gigante de la electrónica Sony, uno de los mayores exportadores de la nación, cerró seis fábricas, informó Kyodo.
"Hay fábricas de coches y semiconductores en el norte de Japón, por tanto habrá algo de impacto económico debido al daño a las fábricas", explicó Yasuo Yamamoto, economista de Mizuho Research Institute en Tokio.
Varios miles de personas podrían haber muerto y un número indeterminado resultaron heridas por el seísmo, según medios, con incendios que se desataron desde la ciudad de Sendai, en el norte de Japón, hasta Tokio.
Un tsunami de 10 metros de altura impactó contra el puerto de Sendai en la prefectura de Miyagi, situado a unos 300 kilómetros al noreste de Tokio.
Miyagi y sus zonas circundantes incluyen grandes zonas industriales y de manufacturas, con muchas plantas de químicos y electrónica. Pero los primeros datos del área no eran muy precisos y no estaba claro si algunas plantas quedaron cerradas simplemente por falta de electricidad o por daños.
Miyagi, la región más afectada por el seísmo, representa cerca del 1,7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de Japón, dijo Macquarie Research.
"Hay dos preocupaciones básicas relativas a la economía. La primera es que el frágil ciclo económico no está en posición de resistir un trastorno significativo", agregó Macquarie en una nota.
"La segunda es que la combinación de una economía más floja y la tensión adicional sobre las finanzas públicas pondrá una presión al alza sobre los rendimientos de los bonos", agregó.
Toyota Motor dijo que había paralizado la producción en una fábrica de componentes y dos plantas de ensamblaje en el área, mientras que Nissan, la segunda mayor automotriz del país, detuvo la actividad en cuatro plantas, informaron medios.
Dos personas murieron al caerse el techo de una fábrica de Honda Motor en la prefectura de Tochigi, al norte de Tokio, pero no se conocieron más detalles. Mitsui Mining y Mitsubishi Material detuvieron las operaciones de sus fundiciones de zinc y cobre en la región.
El terremoto llega en un momento en el que la tercera economía del mundo estaba mostrando señales de revivir tras la contracción del último trimestre del año pasado. El desastre generó perspectivas de que muchas empresas clave sufrirán daños, al menos en el corto plazo.
El yen cayó un 0,3 por ciento frente al dólar, antes de recuperarse, mientras que los futuros de acciones del índice Nikkei se hundieron hasta casi un 5%.
El desastre también afectó a los mercados del mundo, con un derrumbe de las empresas de seguros europeas. Los títulos de reaseguradoras como Swiss, Hannover y Munich perdían más de un 4 por ciento. Las acciones globales medidas por el índice MSCI retrocedían un 0,4 por ciento hasta su menor nivel desde finales de enero.
El seísmo se sintió poco antes de que la Bolsa de Tokio cerrara, por lo que los precios no incorporaron completamente la dimensión del desastre.
"Las acciones probablemente caerán el lunes, especialmente en aquellas compañías que tienen fábricas en las áreas afectadas, pero al final la corriente vendedora probablemente será corta", comentó Mitsuhsige Akino, administrador de fondos de Ichiyoshi Investment Management.
Los futuros de bonos se dispararon por el miedo a que los daños generalizados pongan mayor presión sobre la economía, mientras que los contratos de oro en el mercado de materias primas de Tokio para entrega en febrero de 2012 subían levemente.
"Todavía no sabemos la escala total del daño, pero considerando lo que ocurrió después del terremoto en Kobe, esto ciertamente llevará al Gobierno a aprobar un presupuesto de emergencia. Podemos esperar que el consumo caiga. Esto podría reducir temporalmente el PIB", agregó Yamamoto.
Dado que los tipos de interés de Japón están cerca de cero, según los analistas, el banco central y el Gobierno tienen pocas opciones para actuar, aunque inyectarían más dinero a la economía, pese al riesgo de abultar aún más el enorme déficit fiscal.
"Es difícil calcular la magnitud del daño, pero parece devastador para la economía del norte de Japón. El Gobierno debe actuar rápidamente para anunciar paquetes de ayuda y el banco central debe inyectar más dinero en la economía", afirmó Tsutomu Yamada, analista de mercado de Kabu.com Securities.

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