viernes, 4 de marzo de 2011

Fitch baja perspectiva de España de estable a negativa y confirma la nota "AA+"

NUEVA YORK.- La agencia de calificación financiera Fitch bajó este viernes la perspectiva de España de "estable" a "negativa" debido a varias dudas en su proceso de salida de la crisis económica, principalmente sobre los riesgos para las cuentas públicas de la recapitalización de las cajas. Pero confirmó la nota "AA+", anunció en un comunicado.

Fitch bajó la perspectiva de España debido a los "riesgos" a los que se enfrenta para hacer frente a su deuda causados por "una débil recuperación económica, la reestructuración del sector bancario y la consolidación fiscal, especialmente por parte de los gobiernos regionales", declaró Douglas Renwick, director de Fitch.
Pero mantuvo la nota "AA+" alegando que "el reequilibrio de la economía va en la buena dirección" y "la respuesta a la crisis ha sido agresiva y amplia", según la agencia.
 Fitch mantuvo la calificación en 'AA+', citando los fuertes fundamentos de su economía, "de valor añadido y diversificada, estabilidad social y política, mercados de capital relativamente desarrollados y un elevado ahorro doméstico".
El euro mostraba un leve impacto inicial bajista a la rebaja de Fitch, pero la amenaza de subidas de tipos de interés que realizó el jueves el BCE sostenía la cotización de la divisa única.
La agencia añadió que la nueva perspectiva de España también refleja la posible volatilidad que tendría el mercado si la cumbre de la Unión Europea del 24 y 25 de marzo no logra una "respuesta creíble y global" a los problemas de deuda de la eurozona.
"En muchos sentidos, España ha superado las expectativas en lo que a consolidación fiscal y reformas estructurales se refiere, sobre todo con respecto a las pensiones públicas y el mercado laboral", dijo en una nota Douglas Renwick, analista de riesgo crediticio de Fitch.
El analista también elogió la mayor transparencia y solvencia exigida al sistema bancario, pero destacó los diversos riesgos para la economía y, por lo tanto, la deuda pública española.
"La perspectiva negativa refleja los riesgos a la baja del perfil de crédito soberano de España por una recuperación económica débil, la reestructuración bancaria y la consolidación fiscal, sobre todo en el caso de los gobiernos regionales", añadió.
Según la agencia, el coste definitivo de recapitalización del sistema financiera podría ser mucho mayor del previsto inicialmente.
"En un ejercicio revisado de prueba de resistencia, Fitch calcula que la cantidad adicional necesaria en el sistema financiero sería de 38.000 millones de euros en un escenario básico", dijo.
"Hay además significativos riesgos en lo que a rentabilidad y liquidez del sistema se refiere", añadió.
En un intento de recuperar la confianza de los inversores internacionales, el Gobierno español ha elevado recientemente las exigencias de solvencia para las entidades hasta el 8 por ciento y al 10 por ciento para las no cotizadas, admitiendo necesidades de capital de hasta 20.000 millones de euros.
Fitch considera "fuertes" los compromisos políticos de consolidación fiscal en España, en vista de que los objetivos de déficit público de 2010 se han cumplido y el Gobierno se ha comprometido a tomar nuevas medidas en caso de producirse alguna desviación.
"Sin embargo, hay riesgos materiales de que los esfuerzos de consolidación fiscal se vean socavados por la incapacidad de los gobiernos regionales y municipales de cumplir sus objetivos de reducción del déficit público en 2011 y 2012.
Por esta misma razón, Fitch tiene una perspectiva negativa para los ratings de todas las Comunidades Autónomas españolas.
La calificación que da Standard & Poor's a España es un escalón más bajo que la de Fitch, mientras que la de Moody's Investor Service es de 'Aa1', similar a la de Fitch. Moody's también tiene el rating en observación con la posibilidad de rebaja.
 La economía española estuvo en recesión en 2009 y en 2010 siguió con crecimiento negativo, del O,1% del producto interior bruto (PIB), aunque la economía empezó a crecer durante tres trimestres.
El gobierno español tomó el año pasado una serie de medidas de ahorro público para reducir el déficit público, que superó el 11% en 2009, con buenos resultados, aunque debe continuar y los gobiernos regionales deben tomar más medidas de recorte de gastos.
Además, el ejecutivo impulsa desde el año pasado la reforma del sector de las cajas de ahorros, muy afectadas por la crisis, para aumentar su capitalización y aplacar las dudas que tienen los mercados desde hace meses sobre la capacidad financiera española.

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