viernes, 25 de marzo de 2011

La crisis de Portugal se cierne sobre cumbre de la Unión Europea

BRUSELAS.- Las gestiones de la Unión Europea para acotar la crisis de la deuda soberana que padecen algunos de sus gobiernos sigue siendo frustrada por el empeoramiento de las finanzas de Portugal. El interés de los bonos portugueses a 10 años llegó el viernes al 7,8%, ya que los inversionistas temen que el país quizá no pueda renegociar su deuda. Los funcionarios portugueses dijeron que no pueden pagar esos intereses y que necesitarán pronto acudir al mercado de bonos.

Un funcionario de la Unión Europea dijo que el bloque tiene recursos suficientes para rescatar a Portugal, como lo hizo ya con Grecia e Irlanda.
"Si Portugal pide ayuda, es probable que sea pronto, y en ese caso el escudo del rescate será suficiente", dijo el primer ministro de Luxemburgo Jean-Claude Juncker, principal vocero del grupo de países de la eurozona.
En el segundo día de los dos que comprende la cumbre de Bruselas, los líderes de la UE dan los últimos toques a un acuerdo para establecer un fondo de rescate permanente de 500.000 millones de euros para reemplazar al temporal que expira en el 2013, y nuevas normas para incrementar la cooperación económica que evite más crisis. Además, aumentaron el fondo temporal de rescate para la plena utilización de sus 400.000 millones de euros, en lugar de mantener parte de esa cantidad como reserva.
Los asistentes esperaron que estos acuerdos, aceptados en su mayoría la semana pasada y que serán firmados el viernes, serán un "plan amplio" que ayudaría a calmar el nerviosismo de los mercados de bonos.
Empero, la crisis política de Portugal ha puesto en entredicho todas esas gestiones.
El primer ministro José Sócrates renunció el miércoles cuando la oposición se negó a aprobar medidas adicionales de austeridad tales como reducciones presupuestarias y aumento de los impuestos con el fin de reducir el déficit. Sigue al frente del gobierno con carácter provisional, pero muchos analistas creen que Portugal necesitará ayuda financiera antes de que se elija un nuevo gobierno.
El país debe renegociar unos 9.000 millones de euros de su deuda que expiran en abril y mayo.
Tanto Fitch como Standard & Poor's, las agencias de calificación de riesgos, redujeron el jueves la calidad crediticia portuguesa ante la renuncia de Sócrates.

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