domingo, 20 de marzo de 2011

La doble ganancia del cambio de horario


LA HABANA.- Como es ya habitual en las últimas décadas, la segunda quincena de marzo es propicia para el paso al horario de verano. Adelantar una hora a los relojes trae un doble beneficio, como ganar 60 minutos diarios de luz solar y disminuir el consumo de combustibles fósiles. Actualmente numerosos países adoptan esta medida.

El domingo 13 lo hizo América del Norte, mientras la Unión Europea lo ejecutará el 27 de marzo.

En Cuba este horario empezó a regir a partir del domingo 20.

Desde tiempos remotos el hombre ha tratado de aprovechar al máximo la luz solar.

Cuentan que muchas culturas antiguas alargaban las horas diurnas durante el verano.

El cambio de horario para adelantar una hora en primavera y atrasarla en otoño fue mencionado por primera vez por el científico estadounidense Benjamin Franklin, quien en una carta publicada en 1784 observaba que los parisinos ahorraban velas levantándose más temprano para emplear la luz solar.

Posteriormente el constructor inglés William Willett retomó la idea, al apreciar cuántos londinenses dormían durante la mejor parte de un día veraniego. Publicó su propuesta en 1907, pero no se aplicó de inmediato.

La historia recoge que los primeros en ejecutar el cambio fueron Alemania, sus aliados y los territorios ocupados.

Esto fue en el año 1916, durante la Primera Guerra Mundial, con el objetivo de ahorrar carbón. Una vez concluida aquella contienda, dejó de utilizarse.

Más tarde, en 1973, se retomó la práctica para hacer frente a la crisis del petróleo y la mayoría de los países industrializados la adoptó.

Actualmente cerca de 70 países cambian el horario dos veces al año.

Lo hacen todos los países de la Unión Europea y muchas de las naciones occidentales, incluyendo Estados Unidos.

En América Latina lo aplican Venezuela, México, El Salvador, Guatemala, Costa Rica y Brasil, entre otros.

El cambio de horario tiene también sus detractores.

Algunos aducen que altera el reloj biológico y puede provocar trastornos en el sueño, especialmente en niños y ancianos.

Pero la mayoría de los expertos opina que se trata de algo temporal, pues el organismo se adapta a los pocos días.

Aún así hay países que rechazan esta medida.

Recientemente el presidente ruso, Dmitri Medvedev, anunció la anulación de los cambios de horario anuales en su país.

La próxima primavera será la última vez que en Rusia se tendrá que adelantar el reloj.

En Cuba la mayoría de la población acoge con gusto el cambio de horario.

Representa una hora más de luz diurna, 60 minutos más para disfrutar de las playas y de las actividades al aire libre,  3.600 segundos más en los que se deja de consumir energía eléctrica para iluminación, en beneficio de la economía.

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