domingo, 27 de marzo de 2011

Medio millón de británicos en una manifestación en Londres contra el plan de austeridad

LONDRES.- Al menos 250.000 británicos se manifestaron anoche en Londres para mostrar su oposición al drástico plan de austeridad impuesto por el gobierno, una masiva protesta empañadas por la actuación de un grupo de alborotadores, que rompieron escaparates y atacaron a la policía. 

La policía anunció que se produjeron 85 heridos y 214 detenciones después de que "criminales" se pusieran a saquear un céntrico barrio comercial de la capital.
Los sindicatos, que querían hacer de este día un hito en la movilización contra la política de rigor, estiman que ganaron su apuesta, aunque deploran los actos de violencia y vandalismo registrados al margen del desfile.
Alborotadores, a menudo con la cara tapada y ondeando banderas negras y rojas, atacaron con botes de pintura y botellas de cristal los escaparates de las tiendas y bancos ubicados alrededor de Oxford Street, una de las principales arterias comerciales de la capital británica. También lanzaron ampollas llenas de amoniaco contra las fuerzas de seguridad, según la policía. Las televisiones mostraron imágenes de alborotadores lanzando proyectiles contra el hotel Ritz.
"Unas 250.000 personas acudieron al centro de Londres y se manifestaron pacíficamente" pero "un grupo de criminales, al margen de la marcha, han decidido de motu propio atacar edificios en el centro de Londres y agredir a oficiales de policía", dijo a la televisión Sky News el comandante de Scotland Yard, Bob Broadhurst, que dirigió el dispositivo policial, en el que participaron más de 4.500 agentes.
Un total de 84 personas, incluidos 31 policías, resultaron heridos, y 27 tuvieron que ser hospitalizadas, entre ellas 11 agentes, anunció la policía.
La marcha, propiamente dicha, transcurrió sin incidentes. "Estamos absolutamente satisfechos: hay cientos de miles de personas, probablemente medio millón", se felicitó Paul Nowak, uno de los responsables de la organización de la protesta.
Un portavoz de la confederación de sindicatos británicos, el Trades Union Congress, estimó que "entre 250.000 y 300.000 personas", respondieron a la convocatoria de manifestación. La policía no dio cifras.
Esta concentración es la más importante de cuantas celebradas en Londres desde la convocada contra la guerra en Irak, que reunió a un millón de personas en 2003, y constituye el movimiento de contestación social más importante desde hace décadas, en concreto, desde las movilizaciones que acabaron provocando la caída de la primera ministra Margaret Thatcher.
Los sindicatos han movilizado a sus tropas desde el pasado otoño y fletaron cientos de autocares y decenas de trenes para favorecer el traslado de los manifestantes.
En la marcha, participaron muchas familias, así como grupos de músicos y bailarines, que dieron a la marcha un aire festivo.
La comitiva pasó por delante del Parlamento y de la residencia del primer ministro David Cameron, al que la muchedumbre abucheó, antes de llegar a Hyde Park, donde hubo una gran concentración con la que concluyó la protesta.
"Estoy aquí porque el gobierno quiere hacernos pagar para reparar lo que han hecho los banqueros. Está construyendo una sociedad donde los ricos lo son cada vez más y los más débiles están cada vez más desamparados", explicó Gillian Siddons, un jubilado de 60 años.
El gobierno ha impuesto al país un plan de austeridad sin precedentes, con la congelación del sueldo de los funcionarios y la eliminación de 300.000 empleos públicos.
"La gente concentrada hoy son los portavoces de la Gran Bretaña profunda", dijo el jefe de la oposición laborista, Ed Miliband, a modo de advertencia contra el gobierno.
El ejecutivo de Cameron justifica estas medidas por la mala situación económica heredada del anterior gobierno y para equilibrar las cuentas públicas.

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