domingo, 27 de marzo de 2011

Ministros de Finanzas de las Américas divergen sobre el impacto del flujo de capital

CALGARY.- Ministros y responsables de Finanzas de América debatieron hasta la pasada madrugada cómo enfrentar el impacto de los flujos de capital extranjero a la región, sin llegar a una posición común.

Reunidos al margen de la asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los 31 asistentes a la reunión acordaron estudiar medidas para potenciar el comercio y la integración regional, tras una discusión tildada de "positiva" por el ministro de Finanzas canadiense, Jim Flaherty, en rueda de prensa.
"Hubo un franco intercambio de puntos de vista sobre la situación económica y los desafíos actuales, que incluyen el precio de los alimentos, de las materias primas y de los crecientes y potencialmente volátiles flujos de capital", explicó Flaherty, que presidió el encuentro.
"Hay diferentes puntos de vista, esa fue la naturaleza de la discusión", explicó el ministro al ser preguntado sobre la ausencia de una postura común.
"Creo que lo que aprendimos fue exactamente eso, que no hay una medida que sirva para todos los casos", añadió el ministro colombiano Juan Carlos Echeverry, cuyo país albergará el año que viene la quinta reunión ministerial.
América Latina recibió el año pasado unos 220.000 millones de dólares en capital privado, según cálculos del Instituto Financiero Internacional (IIF), que representa a la banca internacional.
El éxito de la región a la hora de superar la crisis financiera de hace casi tres años ha sido elogiada por instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y por inversores internacionales, ansiosos de buscar mejores rendimientos ante el pobre desempeño de los países más avanzados.
Pero eso ha generado un creciente recalentamiento de las economías de la región. La inflación se ha disparado, las monedas se han apreciado en numerosos países.
El real brasileño se ha apreciado casi un 40% en los últimos dos años respecto al dólar.
Los flujos de capital hacia los países emergentes y la apreciación de las monedas es uno de los puntos de discusión más candentes en el seno del G20 (Grupo de países avanzados y emergentes).
"Nuestra expectiva no era alcanzar ningún acuerdo. Este no es un foro destinado a tomar decisiones. Es un foro importante para discutir, para compartir, planear", justificó Flaherty.
El ministro argentino de Finanzas, Amado Boudou, había explicado poco antes a la prensa su satisfacción por la diferencia de criterios durante la reunión.
"Para nosotros es edificante ver cómo los organismos multilaterales plantean que los países necesitan salidas distintas" a los desafíos internacionales, explicó Boudou, en referencia al Fondo Monetario Internacional (FMI).
El director gerente del Fondo, Dominique Strauss-Kahn, asistió a la reunión, junto al director general del Banco Mundial, Sri Mulyani, y el presidente del BID, Luis Alberto Moreno.
Strauss-Kahn sugirió a los países dejar que se aprecien sus monedas, según un resumen de su intervención publicado en un blog por el Fondo.
"En algunos casos, los controles de capital podrían ser útiles, pero no deberían reemplazar los ajustes fundamentales de las políticas", añadió el responsable del FMI, según su blog.
La región debe aprovechar su bonanza para emprender reformas estructurales, como una mayor recaudación fiscal y orientar sus inversiones a una mayor calidad en programas educativos o en infraestructura, sugirió Mulyani.

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