domingo, 6 de marzo de 2011

Wall Street seguirá con los ojos en la crisis libia y su efecto sobre el crudo

NUEVA YORK.- La Bolsa de Nueva York tendrá los ojos vueltos la semana próxima hacia la crisis política libia y sus consecuencias sobre los precios del petróleo, que eclipsaron estos últimos días las buenas estadísticas económicas publicadas en Estados Unidos. 

"La semana ha sido muy volátil", resumió Hugh Johnson, de Hugh Johnson Advisors. "Esto refleja una fuerte incertidumbre, sobre todo relativa a Oriente Medio y a las repercusiones de los precios del petróleo sobre la economía estadounidense y sobre los resultados de las empresas".

En la semana transcurrida, el índice de los 30 valores estrella de Wall Street, el Dow Jones, ganó un 0,32%, para terminar en 12.169,88 puntos y registrar así un modesto aumento, tras haber abandonado más de un 2% la semana anterior.

El Nasdaq, de dominante tecnológico, tomó un 0,13%, a 2.784,67 puntos, mientras el índice ampliado Standard & Poor's 500 terminó casi sin cambios, a 1.321,15 puntos.

La plaza neoyorquina vivió una semana vertiginosa, con marcados movimientos a la baja (-1,4% el martes, -0,7% el viernes), así como al alza (+0,8% el lunes, +1,6% el jueves).

"Tanto las estadísticas como el discurso de la Reserva Federal (Fed, banco central) eran positivos: la economía estadounidense mostró una mejoría, no hay problema por parte de las empresas. Si hay un problema es en la energía, que afectará varios sectores de la economía", estimó Gregori Volokhine, de Meeschaert Capital Markets. "Todavía hay este viento en contra que influirá mucho tiempo en el ánimo de los inversores", advirtió.

A medida que los combates en Libia entre insurgentes y las fuerzas del régimen del coronel Muamar Gadafi ganaban intensidad al término de la semana, los índices bursátiles se mostraban extremadamente sensibles a la evolución del mercado petrolero y caían de bruces ante cada impulso de los precios del crudo. El barril adquirió cerca de un 7% en la semana en el mercado neoyorquino, para alcanzar el viernes cerca de 105 dólares el barril, nivel inédito desde septiembre de 2008.

En los momentos en que se estabilizaba el precio del oro negro, los inversores se concentraban en la actualidad económica estadounidense, ampliamente positiva.

La semana concluyó el viernes con el anuncio de una bajada inesperada en la tasa de desempleo, por debajo del 9% por primera vez desde hace dos años.

Anteriormente, el mercado ya había apreciado los índices de los directores de compras de la asociación ISM, muy positivos tanto para la industria como para los servicios. La Fed, en un informe de coyuntura, confirmó que se constataba una continuación en el crecimiento y su presidente, Ben Bernanke, dijo a los parlamentarios que veía razones para ser optimista en materia de empleo.

"La economía estadounidense se porta muy bien", aseguró Johnson. "La interrogante que pesa en los inversores es cómo va a evolucionar y cuáles serán las repercusiones del alza de los precios del petróleo". 

"Esto explica que haya tanta incertidumbre en el mercado y pienso que esta (tendencia) va a continuar", prosiguió el analista. "No se espera la publicación de muchos indicadores económicos para la próxima semana, pero habrá una importante coyuntura en Oriente Medio".

En la agenda macroeconómica estadounidense se esperan, para el lunes, las cifras del crédito al consumo; para el jueves, las del balance comercial; y, para el viernes, las de ventas minoristas, así como una primera estimación del índice mensual de confianza de los consumidores realizado por la Universidad de Michigan.

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