viernes, 1 de abril de 2011

El imperio nuclear contraataca en Alemania

BERLÍN.- Los grupos de presión del sector nuclear en Alemania salieron de un sorprendente silencio y contraatacaron llevando a la justicia la decisión de cerrar los reactores atómicos más viejos del país, anunciada por la canciller Angela Merkel en respuesta al accidente de la central japonesa de Fukushima.

El número dos del sector, RWE, considerado como el más ardiente partidario de la energía atómica en Alemania, anunció este viernes que había presentado un recurso judicial contra el cierre forzado de uno de sus reactores.
"Las centrales nucleares alemanas cumplen las condiciones de seguridad en vigor. Falta un fundamento jurídico para su cierre", afirmó el grupo.
El Gobierno alemán había ordenado dos semanas atrás el cierre durante al menos tres meses de los siete reactores más viejos del país para un examen en profundidad de su seguridad, a la luz de la catástrofe de Fukushima en Japón. Esta decisión concierne dos reactores de RWE, Biblis A y Biblis B, en Hesse (oeste). Como el reactor Biblis B ya se encontraba fuera de servicio por mantenimiento, el cierre forzado sólo abarca a Biblis A.
El número uno alemán de la energía, EON, que tiene dos reactores concernidos por la decisión del Gobierno, resolvió no presentar un recurso judicial en forma directa y, según la prensa, podría atacar al Gobierno en otro aspecto: la entrada en vigor en enero de un impuesto sobre el combustible nuclear.
Este impuesto es considerado como una compensación de los industriales en contrapartida de la prolongación en doce años de la vida de 17 reactores nucleares, acordada el año pasado por la coalición entre conservadores y liberales liderada por Merkel.
Pero ahora esta prolongación no es segura y, por otra parte, según ciertos medios parece un hecho que las centrales nucleares cerradas no serán autorizadas a volver a funcionar.
Si RWE y EON muestran los dientes, los dos operadores de reactores nucleares en Alemania -Vattenfall Europe y EnBW- están fuera de juego.
"Nuestros dos reactores nucleares más viejos están cerrados desde hace cuatro años por razones técnicas. Por ello, de facto, no estamos concernidos por la moratoria", dijo a la AFP un portavoz de Vattenfall Europe, filial del grupo público sueco Vattenfall.
El grupo público regional EnBW parece por su lado paralizado desde la llegada al poder el domingo en el Estado regional de Bade Wurtemberg (sudoeste) de los Verdes, que van a dirigir sus destinos. En un primer momento, EON y RWE habían preferido esperar que la conmoción provocada por la catástrofe japonesa ceda un poco.
Pero la tregua se acabó y según muchos juristas RWE tiene posibilidades de ganar ante la justicia. "El fundamento jurídico elegido por el Gobierno es muy problemático", explicó Martin Morlok, profesor de derecho de la Universidad de Düsseldorf (oeste).
"Se apoya en un artículo de ley según el cual debe existir un 'peligro inmediato para la vida de las personas" que requiere el cierre de un reactor. Por un lado, ese peligro inmediato no está probado. Por otra parte, si un reactor es juzgado peligroso, hay que cerrarlo en forma definitiva, no sólo tres meses", estimó el jurista, para quien las "posibilidades de los denunciantes no son malas".

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