viernes, 8 de abril de 2011

La Unión Europea dice que el rescate de Portugal evitará un contagio a España


BUDAPEST.- La Unión Europea considera que el rescate de Portugal será, tras el de Grecia e Irlanda, el último de un país de la eurozona y frenará contagio de la crisis de deuda a España, según ha sostenido este viernes el responsable del fondo de rescate, el alemán Klaus Regling. 

   "Los mercados han reaccionado muy positivamente a la petición portuguesa de asistencia financiera", ha dicho Regling tras la reunión de ministros de Economía de la eurozona en la que se ha definido el rescate de Portugal.
   "La opinión predominante en los mercados es que este paso protege a las tres economías más débiles de la eurozona y ayuda a evitar un contagio más amplio", ha asegurado.
   En este sentido, ha destacado que "el mercado de deuda español no ha resultado afectado, los diferenciales de los bonos españoles (respecto a la deuda alemana) no se han movido durante los últimos días y se han reducido desde principios de año". Además, hay un "mercado real" para la deuda española, mientras que para los bonos portugueses y griegos "no hay mercado".
   "Los mercados entienden mejor las bases económicas en los diferentes países de la eurozona y por eso el riesgo de contagio es mucho menor que hace seis o nueve meses", ha concluido.
   También el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, se ha mostrado convencido de que España "no necesitará asistencia financiera externa" porque ha emprendido las reformas necesarias para superar sus dificultades económicas.
   "España ha tomado medidas muy valientes como consolidación fiscal, reformas estructurales, y está reestructurando su sector de cajas de ahorros", ha subrayado.
Asimismo, ha insistido en que el nivel de deuda pública del país se encuentra "por debajo" de la media de la Unión Europea.
   La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, ha asegurado también que el rescate de Portugal será "por supuesto" el último de un país de la eurozona.

80.000 millones

Portugal necesitará créditos de contingencia para evitar su bancarrota por unos 80.000 millones de euros (114.000 millones de dólares) como mínimo, dijeron el viernes funcionarios de la Unión Europea. Pero una tensa campaña electoral en el país complicaría alcanzar un acuerdo con los partidos opositores.
Un programa de ajuste con todas las de la ley debería estar listo para mediados de mayo, lo que permitiría al país, agobiado por la deuda, cumplir con los enormes pagos de bonos en junio, dijo el Comisionado de Asuntos Monetarios de la Unión Europea, Olli Rehn.
Rehn agregó que el programa tendría que ser acordado por los principales partidos políticos, para asegurar que se llevará a cabo después de las elecciones de principios de junio, que probablemente darán el poder a la oposición.
El comisionado dijo que el programa incluirá reformas estructurales, reducciones del gasto, un programa de estabilización para el sector financiero del país y un ambicioso programa de privatización.
El director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, dijo el viernes que el FMI había recibido una solicitud de asistencia financiera de las autoridades portuguesas, y que estaba dispuesto a moverse ágilmente y mantener "discusiones rápidas" con el gobierno.
Sin embargo, el ministro de Finanzas portugués, Fernando Teixeira dos Santos, frustró rápidamente las esperanzas de cooperación entre las fuerzas políticas de oposición al decir que el gobierno provisional no hablará directamente con la oposición y que cualquier negociación tendría que ser liderada en su lugar por las autoridades europeas y el FMI.
"Las negociaciones no son la responsabilidad del gobierno", dijo Teixeira dos Santos a periodistas tras reunirse con sus homólogos de la Unión Europea en Godolo, un pequeño pueblo a las afueras de Budapest.
Portugal se convirtió esta semana en el tercer país de la zona euro en solicitar ayuda internacional, después de los paquetes de rescate de miles de millones para Grecia e Irlanda de parte de la UE y el FMI el año pasado.
Aunque el rescate de Portugal se esperaba desde hace tiempo y su necesidad de efectivo puede ser satisfecha fácilmente por las reservas financieras existentes en Europa, la situación política del país dificulta llegar a un acuerdo.
El primer ministro José Sócrates renunció a finales del mes pasado después de que los partidos de oposición rechazaron impopulares recortes de gasto y aumentos de impuestos que, según el gobierno, eran necesarios para recuperar la debilitada economía del país.
Los ministros de finanzas de la UE dijeron el viernes que el programa de ajuste económico que acompañe a los préstamos de rescate tendrá que ir más allá de las medidas rechazadas por la oposición.

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