domingo, 17 de abril de 2011

El FMI aboga por supervisar las políticas de los países ricos


WASHINGTON.- Los países miembros del FMI, reconociendo la resistencia de los mercados emergentes a limitar el control de capitales, afirmaron que las políticas de los países ricos, que impulsan grandes salidas de capital que pueden perjudicar a otras economías, también necesitan una vigilancia.

El Comité Internacional Monetario y de Finanzas (IMFC, por sus siglas en inglés), compuesto por líderes financieros mundiales, abordó un tema cada vez más conflictivo, a medida que los mercados emergentes se ven inundados de "dinero caliente", del que responsabilizan a los bajos tipos de interés en Estados Unidos y otras economías desarrolladas.

"Teniendo en cuenta las circunstancias específicas de cada país y los beneficios de la integración financiera, esta estrategia debería ir de la mano con recomendaciones para ambas políticas que aumentan el flujo de capital y la gestión de dichos flujos", dijo el comité de miembros del FMI en un comunicado.

El FMI aprobó este mes el uso de controles de capital, una herramienta considerada como la antítesis de la filosofía del libre mercado, pero las economías avanzadas quieren establecer un marco para el seguimiento de las políticas que utilizan los gobiernos, una estrategia a la que se oponen los mercados emergentes.

"Nos oponemos a cualquier directriz, marco o 'códigos de conducta' que intente limitar directa o indirectamente las respuestas políticas de los países que se enfrentan a aumentos en los flujos entrantes de capitales volátiles", dijo el ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega.

"Irónicamente, algunos de los países que son responsables por la crisis más profunda desde la Gran Depresión y que tienen aún que resolver sus propios problemas, están ávidos por prescribir códigos de conducta al resto del mundo", dijo Mantega, "incluyendo a países que están sobrecargados por los efectos indirectos de las políticas adoptadas por ello".

Brasil, que tiene uno de los mayores tipos oficiales de interés, fijado en un 11,75 por ciento, está entre las economías emergentes que han tomado medidas para intentar intentar combatir los flujos de capital.

Sin embargo, la necesidad de combatir al mismo tiempo la inflación ha complicado el problema, con el establecimiento de alzas de tipos por parte del banco central para intentar enfriar los flujos.

Brasil y otras economías dicen que la política de mantener los tipos de interés en un nivel cercano a cero de la Reserva Federal de Estados Unidos impulsa a los inversores a inyectar dinero en sus economías en busca de mayores retornos.

El ministro de Finanzas de Singapur, Tharman Shanmugaratnam, quien ejerce como presidente del comité financiero del FMI, dijo que este no es sólo un fenómeno de las economías emergentes, sino un "problema de inflación global y de tasas de interés".

"Se necesitan acciones creíbles para acelerar los progresos para hacer frente a los desafíos a la estabilidad financiera y a la sostenibilidad de la deuda soberana, y para asegurar que la consolidación fiscal se produzca a tiempo en las economías desarrolladas", dijo el IMFC.

Algunas autoridades financieras afirmaron que las políticas monetarias ultraflexibles, junto al incremento del déficit en Estados Unidos y en otros países desarrollados, suponen una amenaza para la recuperación mundial desde la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.

"La situación fiscal en las economías avanzadas nos provoca una gran preocupación, y es en esta área donde vemos mayores riesgos a la economía global", dijo el ministro de Finanzas ruso, Alexei Kudrin, ante el comité del FMI.

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