miércoles, 27 de abril de 2011

La Fed no da señales de modificar la política monetaria de EEUU

WASHINGTON.- La Reserva Federal de Estados Unidos mostró el miércoles que no tiene ninguna prisa a la hora de reducir su amplio respaldo a la economía de Estados Unidos, al tiempo que rebajó ligeramente su valoración sobre la situación económica en los últimos meses.
 
El Comité Federal de Mercado Abierto, que marca la política del banco central estadounidense, dijo en un comunicado tras concluir su reunión de dos días que la Fed va a mantener su programa de compra de bonos por 600.000 millones de dólares (unos 410.000 millones de euros) hasta finales de junio, de acuerdo con lo previsto, pero no dio pistas sobre sus planes tras esa fecha.
Ante la subida del precio del petróleo, dijo que la recuperación de la economía avanza a un "ritmo moderado" - un ligero cambio respecto al comunicado de marzo, cuando dijo que estaba "con un pie firme".
Al mismo tiempo, mejora ligeramente su valoración del mercado laboral, del que dice que "está mejorando gradualmente", cuando hace un mes simplemente dijo que estaba mejorando.
Además, y de manera importante, volvió a mostrar confianza en que la subida de los precios de las materias primas que está golpeando a la economía sea transitoria y tiene pocos riesgos de impulsar un ambiente inflacionario.
"La inflación ha crecido en los últimos meses, pero las expectativas de inflación a largo plazo se han mantenido estables y las mediciones de la inflación subyacente están aún contenidas", dijo la Fed.
Hubo pocas sorpresas en el comunicado de la Fed y los mercados financieros lo tomaron ampliamente con calma. Las acciones aumentaron su avance, el dólar buscó mantenerse estable y los bonos recortaron sus pérdidas.
"No esperábamos ninguna sorpresa material en el comunicado de la Fed y no hubo ninguna", dijo Bret Barker, gerente de cartera con TCW en Los Angeles. "Se mantuvo bastante moderado".
La Fed recortó las tipos de interés a cerca de cero en diciembre de 2008 y compró unos 1,4 billones de dólares en valores a largo plazo para ayudar a sacar a la economía de la recesión y apuntalar su recuperación. Cuando la recuperación se desplomó en 2010, lanzó otra ronda de compra de bonos de largo plazo, esta vez por 600.000 millones de dólares.
El plan de compra de bonos chocó con fuertes críticas en casa y en el extranjero, e incluso miembros de la Fed manifestaron preocupaciones de que podría incubar la inflación.
La política sin precedentes de dinero fácil de la Fed ha sido acusada de presionar al alza los precios de la energía y las materias primas en todo el mundo. Los dirigentes del banco central defienden sus medidas señalando que la responsabilidad por las alzas de precios es principalmente del rápido crecimiento de las economías emergentes y que una economía estadounidense absolutamente sana conlleva a beneficios globales.
La Fed va a la zaga de otros bancos centrales respecto a un ajuste en las condiciones financieras. El Banco Central Europeo elevó sus tipos previamente este mes.
La tasa de paro en Estados Unidos se ha reducido con fuerza en meses recientes, pero con 8,8 por ciento sigue estando muy por encima de lo que la Fed querrían verla. Aunque la inflación se ha acelerado en los últimos meses, se mantiene cerca de mínimos históricos y no ha excedido la zona de tolerancia de la Fed.
Los altos precios de la energía y las materias primas han golpeado el crecimiento de la economía y muchos analistas han reducido sus proyecciones de crecimiento en los primeros tres meses del año.
Analistas consultados esperan que la economía haya crecido a una tasa anualizada del dos por ciento en el primer trimestre de este año, un avance que no es visto como suficiente para reducir sustancialmente la tasa de desempleo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario