lunes, 11 de abril de 2011

El gobierno italiano pone en tela de juicio el sentido de permanecer en la Unión Europea

LUXEMBURGO.- El ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, ha denunciado este lunes que su país se ha quedado "solo" tras el rechazo de los Veintisiete a la petición de Roma de activar una directiva que daría protección temporal a los miles de inmigrantes llegados en las últimas semanas a las costas italianas, y ha puesto en tela de juicio el sentido de la permanencia en la UE.

   "Por ahora Italia ha sido dejada sola para hacer lo que hay que hacer", ha lamentado Maroni al término de la reunión de ministros del Interior de la UE en Luxemburgo, a donde había llegado con el deseo de ver "si hay una Europa unida y solidaria o solo una expresión geográfica".
   "Me pregunto si de verdad tiene sentido seguir formando parte de la Unión Europea", ha señalado el ministro, visiblemente molesto, tras la decisión de sus homólogos. Según él, la UE es una institución que "se activa rápido solo para salvar a los bancos y declarar la guerra, pero cuando se le pide solidaridad concreta para salvar a un país en dificultades como Italia se esconde".
   En su opinión, si ahora que Italia ha pedido ayuda para "gestionar las repatriaciones, bloquear los desembarcos e invertir en Túnez" y la respuesta ha sido "debes encargarte tú porque estás cerca" entonces es que "hay algo que no funciona". Así las cosas, "si la respuesta europea es ésta entonces mejor solos que mal acompañados", ha remachado.
   Los ministros del Interior de la Unión Europea han rechazado este lunes la petición de Italia de activar una directiva que daría protección temporal a los alrededor de 22.000 inmigrantes llegados del norte de África desde el inicio de las revueltas ciudadanas, especialmente de Túnez, y facilitaría su movilidad por la UE, y han sugerido a Roma que los repatríe a sus países de origen.
   Además, algunos países como Austria, Reino Unido, Polonia o Eslovaquia han criticado a Maroni por sus planes para dar permisos de residencia temporales a estos inmigrantes al considerar que así traslada el problema a otros Estados miembros, informaron fuentes diplomáticas.
   En contraste, los Veintisiete han aceptado acoger a refugiados subsaharianos presentes en la frontera entre Túnez y Libia y a parte de los alrededor de 900 que han llegado a Malta, que no pueden volver a sus países de origen. Entre los países voluntarios se encuentran España, Alemania, Bélgica, Italia, Suecia, Noruega y Portugal, según ha explicado la comisaria de Interior, Cecilia Malmström. Además, la UE asistirá económicamente a los países de la región que acojan a estos refugiados.
   "Malta es una isla muy pequeña con una capacidad limitada y debemos apoyar a este país", ha dicho Malmström en rueda de prensa.
   Por lo que se refiere a Italia, la comisaria de Interior ha resaltado que la mayoría de personas llegadas a la isla de Lampedusa son "inmigrantes tunecinos que no han pedido protección internacional".
"Hay discusiones entre Italia y Túnez para ver si algunas de estas personas pueden ser repatriadas a Túnez", ha destacado.
   Desde el pasado 4 de abril está en vigor un acuerdo que permite a Italia repatriar a los tunecinos llegados a sus costas. Diariamente llegan unas 60 personas, mientras que el Gobierno de Roma repatría entre 400 y 500 personas a la semana. El problema, según han explicado las fuentes consultadas, son los 22.000 inmigrantes que llegaron antes de la entrada en vigor del pacto, a los que las autoridades italianas quieren dar permisos de residencia.
   Ello ha hecho que algunos países, como Alemania o Francia, hayan decidido aumentar los controles fronterizos e incluso amenazado con suspender el espacio Schengen.
   La comisaria de Interior ha explicado que Roma "tiene derecho" a expedir estos permisos, que no dan automáticamente el derecho a circular libremente, ya que la normativa europea exige que los titulares tengan además documento de viaje y dinero para mantenerse. Del mismo modo, los Estados miembros consideran que Francia también tiene derecho a reforzar los controles fronterizos.
   Sobre la petición italiana de activar la directiva que facilitaría el reparto de los inmigrantes, Malström ha explicado que hay una "fuerte mayoría" de Estados miembros que considera que su uso es "prematuro" porque no hay "un influjo masivo de inmigrantes que no puedan ser repatriados".
   "Admitimos que hay una enorme presión sobre Italia y que debemos ayudarles", ha dicho la comisaria de Interior, que ha recordado que la Agencia Europea de Control de Fronteras (FRONTEX) ya ha lanzado su misión Hermes y que se han desbloqueado fondos adicionales para Italia.

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