martes, 5 de abril de 2011

La capa de ozono se redujo un 40% sobre el Ártico durante el invierno

WASHINGTON.- La capa de ozono sobre el Ártico sufrió una disminución sin precedentes este invierno boreal, por lo que las regiones septentrionales del planeta deberán vigilar su nivel de exposición a las radiaciones ultravioletas, informó este martes la agencia meteorológica de la ONU. 

"Las observaciones efectuadas desde el suelo mediante un globo sonda encima del Ártico así como (las hechas) por satélite revelan que la columna de ozono acusó una disminución de alrededor del 40% en esta región entre el comienzo del invierno y el final del mes de marzo", explicó la OMM en un comunicado.
"El anterior récord en materia de destrucción de ozono era una pérdida de aproximadamente el 30% en todo un invierno", precisó la organización con sede en Ginebra.
La capa de ozono protege la Tierra contra los rayos ultravioletas del Sol, nocivos para la salud.
La pérdida récord de ozono registrada por los científicos se explica, según la OMM, por "la persistencia en la atmósfera de sustancias nocivas para ese gas y por un invierno muy frío a nivel de la estratosfera, segunda gran capa de la atmósfera terrestre situada justo encima de la troposfera".
En esta situación, los países nórdicos tendrán que estar atentos a las radiaciones ultravioletas. "Como la elevación del Sol va a aumentar en las próximas semanas, las regiones afectadas por el agujero de ozono tendrán que vigilar las radiaciones ultravioletas que serán superiores a lo normal", advirtió la OMM.
En la Antártida, el agujero en la capa de ozono es un fenómeno anual que sobreviene en invierno y en la primavera a causa de las temperaturas sumamente bajas que reinan en la estratosfera, mientras que en el Ártico, las condiciones meteorológicas varían mucho más de un año al otro, según la OMM.
Es por esta razón que algunos inviernos árticos se caracterizan por una pérdida de ozono casi nula, mientras que en otros años, la persistencia de bajas temperaturas estratosféricas después del fin de la noche polar puede provocar a veces una destrucción importante de la capa de ozono.
Las sustancias que empobrecen la capa de ozono, tales como los clorofluorocarbonos (CFC) y los halones, utilizados hasta no hace mucho en los refrigeradores, los propulsores de aerosol y los extintores, se han ido eliminando progresivamente conforme a las disposiciones del Protocolo de Montreal.
Gracias a este acuerdo internacional, la capa de ozono, con excepción de las regiones polares, debería volver a su nivel de antes de 1980 hacia 2030-2040, según la OMM.
Por el contrario, indica la organización, el agujero en la capa de ozono que se forma cada primavera por encima de la Antártida es un fenómeno que persistirá hasta 2045-2060, mientras que sobre el Artico, el retorno a la normalidad se producirá probablemente diez a veinte años antes.
La exposición a los rayos ultravioletas (B) puede causar, en los humanos, cáncer de piel, cataratas y una alteración del sistema inmunitario. Algunas especies de la fauna marina y ciertos cultivos también pueden verse afectados.

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